Nuestro entrevistado tiene 51 años y vive en el norte del Líbano, a 30 kilómetros de Trípoli. Se dedica a criar caballos en una granja que lleva 300 años en manos de su familia.
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Para él, la felicidad consiste en ver felices a los demás. Hodur tenía apenas 14 años cuando estalló la guerra civil en su país. Por eso asegura que para los libaneses es muy difícil llevar una vida normal.