Según la cúpula europea, reunida en sesión plenaria en el Parlamento Europeo en Estrasburgo, la Unión Europea ha sabido manejar muy bien esta última situación crítica en Cercano Oriente. Las expectativas que se tenían de la UE como actor político no se han visto defraudadas, puesto que en la búsqueda de paz en el conflicto entre Líbano e Israel, los líderes europeos han desempeñado un papel muy importante, opina el ministro finlandés de Asuntos Exteriores, Erkki Tuomioja.

Y de eso no queda duda: por ejemplo, la presencia y los esfuerzos diplomáticos del jefe de política exterior de la Unión Europea, Javier Solana, en Cercano Oriente han sido constantes. Sin embargo, de ahí a que hubiera podido representar una postura común hay mucho trecho.

Inseguros, pero pasos al fin

Para muestra, un botón: el decir y desdecirse francés en cuanto a asumir el liderazgo de la misión de paz; y la voluntad italiana, mayor que su capacidad, para tomar ese testigo. Ni qué decir de la postura germana, que con su cuidado por no herir la susceptibilidad israelí peca de asumir la posición de "quien calla otorga".

Por otro lado, decir -según información de agencias- como Elmar Brok, presidente de la comisión de asuntos exteriores del Parlamento Europeo, que "los europeos han fracasado" es igual de exagerado. Si bien, como es sabido, Europa como ente político no es todo lo grande que pudiera ser, la "presencia europea" en la región en conflicto es vista con buenos ojos, quizá precisamente por lo arrolladora que resultarían otras. Es decir, aunque no existe una política exterior conjunta -tampoco tiene la competencia para ello-, la Unión Europea pone a disposición casi la mitad de los 15.000 efectivos que enviará la ONU a esta delicadísima y bastante riesgosa misión de estabilización.

Oportunidad histórica

Por otro lado, la disposición a enviar efectivos de la Marina -dejando aparte tanto los cómo y los cuándo de que el Líbano los solicitara, como la pendiente aprobación de la misión por el Bundestag alemán- y el último viaje del ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeir, llevando consigo los primeros efectivos para control de fronteras y aduanas, hablan de acciones pacificadoras concretas y "europeas".

"Creo que en la crisis y la propuesta de solución radica una oportunidad histórica para los europeos. Y lo formulo de otra manera: no estamos ahora frente a la oportunidad única, sino ante la obligación única de ocuparnos de encontrar soluciones pacificadoras", había declarado Martin Schulz , presidente de los socialistas europeos.

Es decir, rebasando tanto el discurso autocomplaciente como el de filosa crítica, el gran papel europeo en la pacificación de Cercano Oriente apenas empieza. La resolución de hoy, en la que casi todos los países europeos se han declarado dispuestos a enviar efectivos, es un paso más tanto hacia la pacificación como hacia la tan necesaria política común europea.