El líder de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) en el Parlamento federal, Alexander Gauland, ve a su partido al borde de la ruptura tras la expulsión de un cabecilla del ala radical por iniciativa de su sector más moderado. Así lo declaró en una entrevista publicada este domingo (02.08.2020) por el periódico Die Welt.
AfD, primera fuerza de la oposición en el Bundestag (Parlamento), está ante "tiempos difíciles", afirma Gauland. La expulsión de Andreas Kalbitz, líder de la denominada "Der Flügel" o "El Ala", ha colocado al partido ante un "desgarro" que él mismo, admite, no cree poder contener.
Gauland, cofundador del partido y su presidente honorario, critica así indirectamente a uno de los jefes de la formación, Jörg Meuthen, quien impulsó la expulsión de Kalbitz ante el temor a que la AfD en pleno quedara bajo observación de los servicios secretos debido a las actividades del ala más radical.
Meuthen llevó adelante la expulsión de Kalbitz, en contra del parecer de Gauland y de otros miembros de la cúpula. Kalbitz contaba con el apoyo de varias delegaciones del este del país, donde la AfD es la segunda fuerza, y presentó recurso contra esa decisión.
Finalmente, un tribunal de arbitrio ratificó la expulsión de Meuthen, en medio de las críticas del sector radical y especialmente de Björn Höcke, líder del partido en Turingia (este) y figura más destacada del "Ala" junto con Kalbitz.
La guerra interna en la AfD, debilitada además por sucesivas investigaciones por financiación irregular, han hecho mella en la intención de voto al partido, que en 2017 entró en el Bundestag con un 12,6 por ciento de los votos y que tiene escaños en las cámaras regionales de los 16 estados federados.
En los últimos sondeos de la televisión pública ZDF y del instituto demoscópico Forsa oscila ahora en una intención de voto de entre el 8 y el 10 por ciento, su nivel más bajo desde 2015. (EFE)
¿Por qué toda Alemania habla tanto de AfD? (15.03.2016)
El partido de extrema derecha apeló a un discurso antiinmigración y obtuvo excelentes resultados en las últimas elecciones regionales alemanas.
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Al comienzo era el euro
En abril de 2013 se realizó en Berlín el primer congreso del partido Alternativa para Alemania (AfD), que acababa de ser fundado en febrero. Bajo el liderazgo del profesor de Economía de la Universidad de Hamburgo Bernd Lucke, el partido surgió como una variante un poco a la derecha de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y tuvo como principal tema la crítica a la política de rescate del euro.
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Los "euroescépticos"
El objetivo de AfD era convertirse en una alternativa real a los partidos de centro. Numerosos militantes de la Unión Cristianodemócrata (CDU), del partido liberal FDP e incluso de La Izquierda se plegaron a la propuesta, que buscaba el fin de los millonarios rescates financieros, el retorno de las monedas nacionales y la disolución de la eurozona. La prensa empezó a llamarlos "euroescépticos".
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Los tres presidentes
Lucke compartió la presidencia del partido con la empresaria Frauke Petry y Konrad Adam, un reconocido periodista que había trabajado en el Frankfurter Allgemeine Zeitung. Con las bases listas para competir, se presentaron en las elecciones federales de 2013 con Lucke como principal rostro. Obtuvieron el 4,7 por ciento, muy poco por debajo del 5 por ciento necesario para ingresar al Bundestag.
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Los primeros éxitos electorales
Tras un fracaso en las elecciones regionales de Hesse, AfD comenzó a dar sus primeros golpes electorales en 2014, cuando obtuvo el 7 por ciento en las elecciones al Parlamento Europeo, lo que permitió que Lucke y otros seis militantes se convirtieran en eurodiputados. Luego obtuvo asientos en los parlamentos de Sajonia, Turingia y Brandeburgo, donde alcanzó un 12,2 por ciento de la votación.
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Las dos almas se separan
Pese a nuevos éxitos en Bremen y Hamburgo, las dos almas del partido poco a poco empezaban a chocar. Por un lado, los liberales económicos capitaneados por Lucke, y, por el otro, los ultraconservadores tutelados por Frauke Petry. En el congreso de julio de 2015, Petry fue elegida presidenta y se produjo un cisma. Cinco de los siete europarlamentarios dejaron el partido, entre ellos Lucke.
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Giro a la derecha
Lucke se llevó consigo a unos dos mil militantes de AfD, algo así como el 10 por ciento del total. Con muchos de ellos fundó ALFA, Alianza para el Progreso y el Resurgir. Petry organizó el giro hacia la derecha de Alternativa para Alemania. Hubo reuniones con los islamófobos de Pegida e incluso Petry dijo que la policía debería usar armas de fuego, como último recurso, para proteger las fronteras.
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Discurso antiinmigración rinde frutos
El discurso contra la política de refugiados propugnada por la canciller Angela Merkel, así como la radicalización en distintas áreas, las soflamas nacionalistas y la cercanía con la ultraderecha rindió sus frutos. En las elecciones regionales de Baden-Wurttemberg, Renania-Palatinado y Sajonia-Anhalt (13.03.2016), la AfD obtuvo sus mejores resultados históricos.
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El tiempo hablará
Nadie quiere negociar con ellos. Pero la AfD se ha convertido en un actor de la política alemana, sin que le afectaran las críticas por la cercanía con Pegida o las apariciones de miembros del partido en manifestaciones junto a neonazis.