El eurodiputado socialdemócrata alemán, es una de las figuras que más interés muestran en la cooperación entre la Unión Europea y América Latina. Bajo su iniciativa tuvo lugar en marzo pasado en Bruselas la conferencia “América Latina y Europa”, en la que diplomáticos y especialistas debatieron sobre el futuro de las relaciones entre ambos bloques. Martin Schulz sostiene que hasta ahora la Unión Europea ha descuidado al subcontinente y se ha propuesto corregir el rumbo adoptando a América Latina como punto central de las prioridades de los socialistas europeos.

Martin Schulz viaja a Sudamérica en un momento en el que hay efervescencia política en torno al ingreso de Venezuela al MERCOSUR, integrado actualmente por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, que convertiría al bloque en una región económica de 25 millones de personas y con un Producto Interno Bruto de unos 85 millones de dólares. También se prepara un acercamiento de México al bloque, donde se encuentra de visita oficial el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.

DW-WORLD: Comienza su periplo en Sao Paulo, después continúa en Brasilia, en donde mantendrá conversaciones con políticos y sindicalistas, ¿cuáles son los objetivos de su visita en Brasil?

Martin Schulz: Sobre todo quiero abordar el resultado de las conversaciones que mantuvo el presidente Lula da Silva con líderes de la Unión Europea, en torno a la llamada asociación estratégica entre la UE y Brasil, pero también hablaré con los amigos brasileños sobre el papel de Brasil en el MERCOSUR y sobre la cooperación de los partidos de izquierda brasileños y los sindicatos con el grupo socialista del Parlamento Europeo.

La Unión Europea y el MERCOSUR negocian desde 1999 un “Tratado de Asociación”, han pasado 16 años y no se ha completado. Se dice que responsables del estancamiento son la política agraria de la UE y la Ronda de Doha. ¿Desde su punto de vista por qué han sido hasta ahora vanos los esfuerzos?

Ambas partes tienen problemas con las obligaciones vinculadas a dicho Tratado de Asociación. Existen obstáculos que hay que superar, del lado europeo sobre todo lo referente a la política de subvenciones en el sector agrícola. Pero me siento optimista de que lograremos avanzar en los próximos años. La Unión Europea debe reformar su política agraria y eliminar el sistema de subvenciones, no sólo por América Latina sino para que pueda abrir sus mercados, sólo entonces contribuirá al desarrollo del comercio mundial.

La ampliación del MERCOSUR a Venezuela incluye riesgos, como que Chávez intente corregir de rumbo y el bloque retrase aún más su consolidación. ¿Comparte usted esta opinión?

He seguido la disputa verbal entre Chávez y Lula da Silva de las últimas semanas y tengo la impresión de que todos los involucrados, tanto Venezuela, como Argentina y Brasil, se acercan mutuamente. También creo que Chávez tendrá que comprender que no podrá transportar su radicalismo verbal y populismo de Venezuela al MERCOSUR. Si Chávez quiere una amplia cooperación económica y política con el MERCOSUR, entonces tendrá que ceder y tengo la impresión de que lo hará.

¿Qué es de esperarse si México también es invitado al MERCOSUR? El presidente Lula se encuentra en México en donde ha firmado numerosos acuerdos de cooperación.

Sería un enorme avance para el continente latinoamericano. Para el MERCOSUR significaría que los dos mayores países, México y Brasil, cooperarían en una zona económica común, en los aspectos económicos, ecológicos pero también en cuestiones de política internacional. Eso fortalecería la región y beneficiaría a todos los países involucrados. Sería un desarrollo muy positivo y muy alentador para los europeos.

Brasil es el socio más importante de la Unión Europea en América Latina y la actual presidencia portuguesa de la UE se ha propuesto lanzar una nueva asociación estratégica con dicho país. ¿Qué es de esperarse?

La Unión Europea y Brasil tienen muchos intereses y proyectos conjuntos. Brasil es un mercado predecible y un Estado emergente. Es el socio más importante de Europa para resolver los problemas económicos y ecológicos, por eso el encuentro de la presidencia portuguesa de la Unión Europea, la cumbre UE-Brasil, fue un paso importante. Brasil es un país grande e importante que ocupa un papel central, pero no es el único país de América Latina. Por eso viajo a varios países, porque la Unión Europea debe trabajar en conjunto con todos los países latinoamericanos, con el MERCOSUR, con el Pacto Andino, para encontrar soluciones a los problemas internacionales. La asociación con Brasil tiene un significado estratégico, pero es sólo una parte de la cooperación de la Unión Europea y América Latina.

Se reunirá con líderes políticos en Uruguay, también participará en un foto sobre el papel de los parlamentos regionales en los procesos de integración. ¿Cuál será su mensaje?

Que los problemas ya no pueden ser resueltos dentro o por los Estados nacionales en solitario. Si queremos tener éxito al afrontar los desafíos económicos, financieros, políticos y ecológicos tenemos que actuar de manera conjunta, en la medida en que las regiones del mundo se entiendan entre sí. Europa ha avanzado mucho en su integración como bloque, cuenta con un parlamento regional y creo que los parlamentos del MERCOSUR o de la Comunidad Andina de Naciones pueden hacer algo similar en Latinoamérica.

¿Cuál será la prioridad de su visita en Argentina, en donde probablemente se reunirá con Cristina Kirchner?

Argentina es un socio muy importante de la Unión Europea y es un país central en el MERCOSUR. Creo que Argentina puede jugar un papel muy importante en la integración de la comunidad de Estados latinoamericanos y se trata de un fuerte y tradicional socio de los europeos, sobre todo de los alemanes. Hablaré sobre todos los temas al igual que con nuestros socios brasileños y uruguayos. Sobre los desafíos ecológicos y los esfuerzos conjuntos para detener el cambio climático. También hablaré sobre lo que podemos hacer conjuntamente en las instituciones de Naciones Unidas y otros organismos internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Quiero abordar el papel del Banco del Sur, donde Argentina juega un papel activo, deliberar sobre cómo se puede controlar y civilizar los mercados de capitales, los flujos financieros internacionales. En un país como Argentina, que ha sufrido fuertes sacudidas políticas y monetarias en los últimos años, el tema es sumamente interesante.

En Chile visitará usted a la presidenta Michelle Bachelet con quien tiene una relación muy cercana. ¿Es Chile para la Unión Europea un país ejemplar?

Para nosotros los socialdemócratas, para la socialdemocracia alemana. Chile es un país con el que mantenemos una asociación muy especial. Las buenas relaciones con el Partido Socialista de Chile se remontan a los tiempos de Willy Brandt cuando era presidente de la Internacional Socialista. También el hecho de que Michelle Bachelet haya estado exiliada en Berlín, conduce a una relación muy especial. El Partido Socialista de Chile es un estrecho socio del Partido Socialdemócrata alemán, pero también del grupo socialista del Parlamento Europeo y de la Internacional Socialista en la que ocupo la vicepresidencia. En Chile hablaremos sobre todo sobre las relaciones de la UE y América Latina, sobre las relaciones entre la UE y Chile, pero también sobre la cooperación con la Internacional Socialista.