Líder supremo de Irán condena el envenenamiento de niñas
6 de marzo de 2023
Ali Jameneí dijo que se trata de un "crimen imperdonable" cuyos autores, para los que no habrá indulto, "deben ser severamente castigados". Hoy se anunciaron 80.000 indultos, casi todos relacionados con las protestas.
Publicidad
El líder supremo de la República Islámica, Alí Jamenei, calificó este lunes (06.03.2023) de "crimen imperdonable" los supuestos envenenamientos con gas de niñas en docenas de centros educativos femeninos de Irán, en los que han resultado intoxicadas más de un millar de alumnas. "Es un crimen imperdonable. Los autores de este crimen deben ser severamente castigados", dijo Jameneí, informaron medios estatales iraníes. La comunidad internacional, incluida Alemania, había pedido que se investigue el caso.
"Si se prueba el envenenamiento de las estudiantes, los responsables de este crimen deberían ser condenados a la pena capital y no habrá amnistía para ellos", dijo Jamenei, según la agencia estatal de noticias IRNA. Hoy mismo, la prensa iraní ha informado del indulto, por parte de Jamenei, de 80.000 presos en el marco del aniversario de la República Islámica. Defensores de los derechos humanos afirman que trata así de aplacar a los participantes en las manifestaciones antigubernamentales, pero señalan que un indulto requiere una acusación, por lo que los detenidos tienen que incriminarse a sí mismos para ser liberados.
Publicidad
Hasta ahora, más de mil alumnas intoxicadas
El líder religioso urgió a las autoridades a investigar los envenenamientos con un aparente gas en instituciones educativas femeninas que comenzaron en noviembre en la ciudad santa del chiísmo de Qom y se han multiplicado en los últimos días. Hasta ahora más de mil alumnas han sido intoxicadas en docenas de ciudades del país y han sufrido dolores de cabeza, palpitaciones, náuseas, mareos y en ocasiones la imposibilidad de mover las extremidades tras percibir un olor de naranja podrida y productos de limpieza.
Los últimos casos se produjeron, después de que el sábado cientos de niñas fueran hospitalizadas, ayer domingo en varias ciudades del país, e incluso en un dormitorio estudiantil en el que viven 450 jóvenes, de las que 29 fueron ingresadas en centros hospitalarios, informó el diario Shargh. El presidente de Irán, Ebrahim Raisí, ha culpado de los envenenamientos a "enemigos" del país, un término que se usa con frecuencia en el país persa para referirse a Estados Unidos e Israel.
El Ministerio de Interior y el Ministerio de Inteligencia investigan los ataques, pero hasta ahora no han informado de avances en la investigación. Según los datos de Interior se han producido ataques con gas en 52 colegios, un número indeterminado de alumnas resultaron intoxicadas y 28 estudiantes han sido hospitalizadas, unas cifras muy lejos de las que proporcionan medios iraníes y grupos de activistas.
En Irán no se ha puesto en duda la educación femenina en los 43 años de existencia de la República Islámica y algunos padres vinculan los envenenamientos con las protestas con marcado tono feminista de los últimos meses. Las alumnas de colegios e institutos participaron en esas protestas, se quitaron los velos, gritaron "mujer, vida, libertad" e hicieron cortes de manga a retratos de Jameneí y el ayatolá Ruholá Jomeiní.
La Organización Mundial de la Salud documentó un fenómeno similar en Afganistán entre 2009 y 2012, cuando cientos de niñas en todo el país se quejaron de olores extraños y envenenamiento. No se encontró evidencia para respaldar las sospechas, y la OMS, que ya antes había constatado que la mitad de los afganos sufre enfermedades psíquicas, dijo que parecían ser "enfermedades psicógenas masivas".
lgc (efe/ap/dpa)
Historia de la Revolución Islámica (02.2018)
A comienzos de 1979 fue derrocado el último shá de Persia, Mohammad Reza Pahlevi. Los invitamos a recordar ese suceso en esta galería de imágenes.
Imagen: akairan.com
Regreso a Teherán
El 1º de febrero de 1979, el Ayatolá Jomeini volvió de su exilio parisino hacia Teherán y fue recibido con júbilo por la gente. Durante años, criticó al sha de Persia y a su élite política debido, según el Ayatolá, a la represión de personas que pensaban diferente, por la fuerte “occidentalización” de Irán y por su estilo de vida lujoso y decadente.
Imagen: akairan.com
Esperando al líder religioso
Cerca de cuatro millones de iraníes celebraron la llegada de Jomeini en las calles de Teherán. Las manifestaciones masivas en contra del sha de Persia ya llevaban cerca de un año. Desde agosto de 1978, las huelgas generales de la oposición paralizaban la economía del país.
Imagen: Getty Images/Afp/Gabriel Duval
El sha abandona Persia
Ya el 16 de enero de 1979, el sha Reza Pahlevi había abandonado Irán. Poco antes, en la conferencia de Guadalupe, había perdido el apoyo de los gobiernos occidentales, que estaban a favor de un diálogo con Jomeini. El presidente estadounidense Jimmy Carter le ofreció al sha permanecer en EE. UU., lo que este aceptó.
Imagen: fanous.com
El fracaso del primer ministro
El sha había nombrado a Schapur Bachtiar, uno de los líderes del opositor Frente Nacional (FN), como primer ministro interino para tranquilizar a sus rivales, pero sin éxito. Bachtiar fue excluido de su partido porque aceptó el cargo. Los otros miembros del FN ya habían acordado trabajar solo con Jomeini.
Imagen: akairan.com
Discurso en el cementerio
Jomeini dijo a su llegada a Teherán que no reconocía el gobierno de Bachtiar. Desde el aeropuerto viajó al cementerio central de la capital iraní, donde pronunció un discurso ante cientos de miles de personas. Le quitó legitimidad a la monarquía y al Parlamento, y anunció que tomaría el Gobierno de Irán en sus manos.
Imagen: atraknews.com
Disturbios en todo el país
En Teherán y otras ciudades de Irán se produjeron violentos enfrentamientos entre los revolucionarios y los adeptos al sha de Persia. Los disturbios eran graves y el Ejército declaró un toque de queda, pero casi ningún iraní hizo caso.
Imagen: akairan.com
Primer ministro de la transición
El 5 de febrero de 1979, Jomeini nombró a Mehdi Bazargan, del Frente Nacional, como primer ministro de la transición. Parecía que el clero iba a cooperar con la oposición, de corte liberal. Sin embargo, pronto se produjeron conflictos entre ambas partes y Bazargan renunció el 5 de noviembre de 1979 como respuesta a la toma de rehenes en la embajada de EE. UU. en Teherán, tolerada por Jomeini.
Imagen: akairan.com
El pueblo iraní festeja
Luego del nombramiento de Barzagan, miles de personas salieron a la calle para apoyar al gobierno de transición. El Ejército anunció que no se inmiscuiría en la lucha por el poder, con lo cual Schapur Bachtiar perdió todo el respaldo. Tuvo que huír de su casa, perseguido por adeptos de Jomeini que estaban armados. En abril de 1979 se exilió en Francia.
Imagen: akairan.com
Saludo militar
Una unidad de élite de la Fuerza Aérea iraní saluda al ayatolá Jomeini. La Fuerza Aérea iraní tuvo un rol central en la victoria de la revolución porque dio acceso a los ciudadanos a sus depósitos de armas. El 9 de febrero se produjo un último levantamiento de la Guardia Imperial, que atacó una base del Ejército.
Imagen: Mehr
Derrocamiento de la monarquía
Las luchas armadas entre la Guardia Imperial y la población iraní aumentaron y el 11 de febrero de 1979 el caos reinaba en todo Irán. Los revolucionarios ocuparon el Parlamento, el Senado, el canal estatal de televisión y otros organismos estatales. Poco después se dio a conocer que la monarquía había sido derrocada. En Irán se festeja el 11 de febrero como el “Día de la Revolución Islámica”.