Líderes de África demandan diálogo entre rebeldes y la RDC
5 de septiembre de 2013 Ruanda acusó a la República Democrática del Congo (RDC) de haber lanzado granadas contra su territorio, causando la muerte de una mujer. La RDC acusó a Ruanda de apoyar a los rebeldes de M23, que combaten contra las tropas de la RDC desde 2012, y de paso denunció que Uganda también estaría prestando soporte a los insurgentes. Y la ONU apoya a la RDC con un cuerpo especial de soldados desplegados en la zona.
Un conflicto confuso que obligó a los presidentes de la zona de los Grandes Lagos a tomar cartas en el asunto. Por ello, el presidente de Uganda, Yoweri Museveni, convocó a una reunión de la Conferencia Internacional de la Región de los Grandes Lagos (ICGLR, por sus siglas en inglés), para intentar alcanzar un acuerdo que permita poner término a los combates en esa zona, rica en recursos minerales.
Los once miembros del grupo demandaron este jueves (05.09.2013) que la RDC comience una ronda de diálogos con los rebeldes en un plazo de tres días, para terminar así con el brutal conflicto. “El diálogo debe comenzar dentro de tres días y concluir dentro de un período máximo de 14 días”, sostiene el comunicado de los líderes, tras unas conversaciones en Kampala, capital de Uganda.
Conflicto con diversos frentes
A fines de agosto, las tropas congolesas, apoyadas por una fuerza especial de Naciones Unidas, lanzaron un ataque contra los insurgentes del movimiento M23 en la turbulenta provincia de Kivu, tras el cual los rebeldes pidieron dar “una oportunidad a la paz” y decretaron un cese al fuego unilateral.
Una vez que comiencen los diálogos en Kampala, “las fuerzas beligerantes son invitadas a actuar con la máxima moderación”, dice el comunicado, que también fue firmado por el líder de la RDC, Joseph Kabila. El M23, cuyos hombres recibirían apoyo de Ruanda y Uganda, acusaciones que ambos países rechazan tajantemente, dijo estar listo para conversar. El grupo fue creado por soldados tutsis que se amotinaron contra el Ejército de la RDC en abril de 2012 y comenzaron a combatir contra sus excompañeros.
La enviada especial de la ONU, Mary Robinson, y el jefe de la Comisión de la Unión Africana, Nkosazana Dlamini-Zuma, también participaron en las conversaciones, en un lujoso resort ubicado en las afueras de Kampala. Robinson, expresidenta de Irlanda, viajó el lunes 2 de septiembre a la zona, donde demandó que los combatientes del M23 “deben cesar la violencia y desarmarse como exige el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”. Robinson espera viajar a la capital de Ruanda, Kigali, el viernes 6 de septiembre.
DZC (AFP, AP)