Líderes de Austria y Hungría piden parar inmigración ilegal
30 de enero de 2018
Sebastian Kurz y Viktor Orban coincidieron, tras una reunión en Viena, en la necesidad de reforzar las fronteras exteriores de la Unión Europea.
Publicidad
Durante un encuentro realizado este martes (30.01.2018) en Viena, los jefes de Gobierno de Austria, Sebastian Kurz, y de Hungría, Viktor Orban, concordaron en la necesidad de frenar la "inmigración ilegal” hacia Europa y remarcaron la necesidad de proteger mejor las fronteras exteriores de la Unión Europea (UE). Ambos líderes derechistas han expresado anteriormente su postura en contra de la llegada descontrolada de refugiados al bloque comunitario.
"Como países miembros de la UE, nuestra misión debe ser parar la inmigración ilegal hacia Europa y ampliar la ayuda en los países de origen (de los inmigrantes)", declaró Kurz en una rueda de prensa en Viena junto al primer ministro húngaro. "El sistema basado en el simple reparto (de solicitantes de asilo) en Europa no funciona. Tenemos que detener la inmigración ilegal, también para garantizar la seguridad en Europa", agregó.
El canciller austríaco, que hizo de la lucha contra la inmigración el tema central de su campaña electoral con la que ganó en las elecciones del pasado octubre, apuntó que "los traficantes de personas no deben ser quienes decidan quién emigra a Europa, sino los Estados". De cualquier forma, Kurz aseguró que no está en los planes de Viena unirse a los países del Grupo de Visegrado (Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia), muy críticos con la actual política migratoria europea.
Protección radical
Al contrario, el objetivo de Austria será jugar una función de puente entre los países de Visegrado y el resto de naciones de la UE, afirmó el político conservador. "Nuestro objetivo debe ser reducir las tensiones en la Unión Europea, para volver a ser fuertes juntos", señaló. Su colega húngaro, en tanto, subrayó la necesidad de proteger las fronteras europeas, pues de otra forma la libre circulación de personas dentro de la UE estaría en peligro.
Actualmente las fronteras exteriores de la UE están abiertas y se quiere cerrar las internas, señaló el político conservador. "Eso es exactamente lo contrario de lo que entendemos por Schengen", dijo Orban en referencia al espacio de libre circulación europeo. "Apoyo la protección de las fronteras externas en su forma más radical, como hizo Hungría con la construcción de la valla" para frenar la entrada de refugiados, agregó Orban.
DZC (dpa, EFE)
Atrapados en la "jungla" de los Balcanes
Cientos de refugiados acampan a cielo abierto entre Serbia y Croacia. Mantienen la esperanza de llegar a Europa occidental y escapar de la vida en la "jungla". Dimitris Tosidis informa desde Sid.
Imagen: Dimitris Tosidis
La vida en la "jungla"
Más de 150 personas se esconden en la "jungla", una frondosa zona junto a una vía ferroviaria que une a la fronteriza ciudad serbia de Sid con Croacia. La mayoría de sus habitantes llevan en la mochila varios intentos de llegar a Europa central: con ayuda de traficantes, solos o en grupo, como polizones en camiones o trenes de carga.
Imagen: Dimitris Tosidis
El rastro de las lágrimas
A primera vista parece fácil seguir los raíles del tren. Pero el camino les ha costado la vida a muchos, cuentan los habitantes del campamento. Dos personas se quedaron dormidas en las vías y fueron arrolladas por el tren.
Imagen: Dimitris Tosidis
Las penurias del día a día
El afgano Ibrahim aprovecha el frío riachuelo que discurre bajo un puente para su higiene personal. Como él, todos los refugiados de la "jungla" viven en condiciones insostenibles: no hay servicios ni instalaciones para lavarse. En realidad, en Sid no hay nada para los migrantes.
Imagen: Dimitris Tosidis
Desayuno sobre ruedas
No todos los habitantes de la ciudad tratan igual a los refugiados. "No Name Kitchen" (cocina sin nombre), así se llama la iniciativa llevada a cabo por voluntarios que reparten el desayuno en el campamento. De parte de las autoridades serbias, en cambio, no llega ayuda de ningún tipo para la "jungla".
Imagen: Dimitris Tosidis
Un bocado caliente, por fin
Una comida caliente como la que cocinan estos dos refugiados en una fábrica abandonada es una rareza en la "jungla". El hambre, la escasez y la violencia diaria caracterizan la vida de los habitantes de este campamento en un remoto rincón de Serbia.
Imagen: Dimitris Tosidis
Una excepción entre muchos
También Dragan (en el centro de la imagen), que viene de Macedonia, se esconde en los bosques cercanos a Sid. Como el resto de los refugiados de aquí, también intenta abrirse camino hacia Europa central. Entre los cientos de Siria y Afganistán, Dragan es una especie de curiosidad, junto con otro refugiado chino.
Imagen: Dimitris Tosidis
La larga espera
Algunos solicitantes de asilo afganos matan el tiempo en el tejado de una fábrica abandonada. La espera al siguiente intento de llegar a alguna parte de Europa central es a menudo tormentosa.
Imagen: Dimitris Tosidis
Polizón
Un refugiado, un tren de carga, una posibilidad. En apenas un instante este hombre se esconderá en un vagón con la esperanza de alcanzar Croacia y desde allí poder seguir su camino hacia otro país europeo.
Imagen: Dimitris Tosidis
Siguiente parada: ¿Europa occidental?
Aquellos que pueden permitirse pagarle a un traficante intentan atravesar Croacia en taxi rumbo al oeste de Europa. El precio ronda los 1.200 euros.
Imagen: Dimitris Tosidis
La esperanza es lo único que muere
Jadali tiene 22 años y es afgano. Acaba de volver a Sid. Durante su último "intento de fuga" del campamento fue capturado en Croacia y pasó dos días en prisión. Las autoridades croatas, según cuenta, lo trataron muy mal. Autor: Dimitris Tosidis (EAL/VT)