Tras una agotadora sesión, finalmente los países miembros de la UE pactaron que la construcción de nuevos centros de acogida sea voluntaria.
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Después de más de 12 horas de trabajo, los líderes de la Unión Europea reunidos en Bruselas alcanzaron, la madrugada de este viernes (29.06.2018) un acuerdo sobre el tema de la inmigración, confirmó a través de Twitter el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. El problema, uno de los asuntos sensibles dentro de la UE, amenazaba con convertirse en un punto de quiebre en la unión de los 28.
El canciller de Austria, el derechista Sebastian Kurz, detalló que entre los puntos acordados está el que tanto Italia como Grecia puedan construir centros para inmigrantes en sus territorios si es que así lo desean. La instalación de nuevos recintos para recibir a los migrantes será, pues, voluntaria. Desde esos lugares los inmigrantes serán repartidos a los países que deseen recibirlos. El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, agregó que también se aprobaron más fondos para abordar el problema.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, destacó que se impuso el principio de solidaridad con aquellos países que reciben la oleada inmigratoria, mientras que el premier polaco, Mateusz Morawiecki, sostuvo que el acuerdo incluye cláusulas de alojamiento voluntario de inmigrantes, además de un consenso sobre la necesidad de reformar el sistema de asilo.
Presión italiana
De esta forma, la extensa primera jornada de la cumbre europea, que termina la tarde de este mismo viernes, termina con un importante éxito. El tema de la inmigración no solo estaba poniendo presión a la UE, sino que supone un asunto mayor para el Gobierno federal de Alemania, cuya canciller, Angela Merkel, está siendo cuestionada por sus propios aliados por defender una política de brazos abiertos para los inmigrantes. Merkel valoró los avances, pero hizo hincapié en que muchas diferencias "persisten".
Inicialmente, el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, se había opuesto a firmar acuerdo alguno de la cumbre si no se tomaba en cuenta su posición sobre el tema migratorio. Tras conocerse el acuerdo, dijo que su país estudiaría más tarde qué posición tomará ante el tema. Además de este asunto, en la primera sesión de trabajo se abordaron los avances en las políticas de seguridad y Defensa, la situación del comercio global tras la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos, el marco financiero plurianual para el periodo 2021-2027 y el derribo del avión MH17 en el este de Ucrania en 2014.
DZC (dpa, Reuters, EFE, AFP)
Atrapados en la "jungla" de los Balcanes
Cientos de refugiados acampan a cielo abierto entre Serbia y Croacia. Mantienen la esperanza de llegar a Europa occidental y escapar de la vida en la "jungla". Dimitris Tosidis informa desde Sid.
Imagen: Dimitris Tosidis
La vida en la "jungla"
Más de 150 personas se esconden en la "jungla", una frondosa zona junto a una vía ferroviaria que une a la fronteriza ciudad serbia de Sid con Croacia. La mayoría de sus habitantes llevan en la mochila varios intentos de llegar a Europa central: con ayuda de traficantes, solos o en grupo, como polizones en camiones o trenes de carga.
Imagen: Dimitris Tosidis
El rastro de las lágrimas
A primera vista parece fácil seguir los raíles del tren. Pero el camino les ha costado la vida a muchos, cuentan los habitantes del campamento. Dos personas se quedaron dormidas en las vías y fueron arrolladas por el tren.
Imagen: Dimitris Tosidis
Las penurias del día a día
El afgano Ibrahim aprovecha el frío riachuelo que discurre bajo un puente para su higiene personal. Como él, todos los refugiados de la "jungla" viven en condiciones insostenibles: no hay servicios ni instalaciones para lavarse. En realidad, en Sid no hay nada para los migrantes.
Imagen: Dimitris Tosidis
Desayuno sobre ruedas
No todos los habitantes de la ciudad tratan igual a los refugiados. "No Name Kitchen" (cocina sin nombre), así se llama la iniciativa llevada a cabo por voluntarios que reparten el desayuno en el campamento. De parte de las autoridades serbias, en cambio, no llega ayuda de ningún tipo para la "jungla".
Imagen: Dimitris Tosidis
Un bocado caliente, por fin
Una comida caliente como la que cocinan estos dos refugiados en una fábrica abandonada es una rareza en la "jungla". El hambre, la escasez y la violencia diaria caracterizan la vida de los habitantes de este campamento en un remoto rincón de Serbia.
Imagen: Dimitris Tosidis
Una excepción entre muchos
También Dragan (en el centro de la imagen), que viene de Macedonia, se esconde en los bosques cercanos a Sid. Como el resto de los refugiados de aquí, también intenta abrirse camino hacia Europa central. Entre los cientos de Siria y Afganistán, Dragan es una especie de curiosidad, junto con otro refugiado chino.
Imagen: Dimitris Tosidis
La larga espera
Algunos solicitantes de asilo afganos matan el tiempo en el tejado de una fábrica abandonada. La espera al siguiente intento de llegar a alguna parte de Europa central es a menudo tormentosa.
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Polizón
Un refugiado, un tren de carga, una posibilidad. En apenas un instante este hombre se esconderá en un vagón con la esperanza de alcanzar Croacia y desde allí poder seguir su camino hacia otro país europeo.
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Siguiente parada: ¿Europa occidental?
Aquellos que pueden permitirse pagarle a un traficante intentan atravesar Croacia en taxi rumbo al oeste de Europa. El precio ronda los 1.200 euros.
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La esperanza es lo único que muere
Jadali tiene 22 años y es afgano. Acaba de volver a Sid. Durante su último "intento de fuga" del campamento fue capturado en Croacia y pasó dos días en prisión. Las autoridades croatas, según cuenta, lo trataron muy mal. Autor: Dimitris Tosidis (EAL/VT)
Imagen: Dimitris Tosidis
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