La implementación de la tregua dependerá de todas formas de que sea aceptada por las innumerables milicias que operan a lo largo del país.
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El jefe del Gobierno de unidad nacional de Libia, sostenido por la ONU, Fayez al Serraj, y el mariscal Khalifa Hafter, que controla el este del territorio nacional, acordaron en una reunión cerca de París el alto al fuego en el país.
Libia se encuentra en guerra desde hace seis años, por lo que la noticia supone un paso hacia la estabilización del país, un Estado fallido víctima del caos y la guerra civil desde que en 2011 rebeldes apoyados por la OTAN lograron derrocar la dictadura de Muamar al Gadafi, quien llevaba en el poder desde 1969.
Los líderes de Libia ya se habían reunido el 2 de mayo en Abi Dhabi, pero no lograron llegar a ningún acuerdo. Sin embargo en este último encuentro, auspiciado por el presidente francés, Emmanuel Macron, y bajo la supervisión del nuevo representante especial del secretario general de la ONU para Libia, Ghassan Salamé, culminó con una declaración conjunta de diez puntos en la que ambos acordaron la convocatoria de elecciones "lo antes posible".
Al Serraj, que cuenta con el reconocimiento internacional, y Hafter, que domina cerca del 60 por ciento del territorio e importantes recursos petrolíferos, se comprometieron a establecer una hoja de ruta para restablecer el orden en Libia. La solución de la crisis del país "solo puede ser política", convinieron en un texto que reconoce la validez del Acuerdo de Sjirat (Marruecos), en el que se apostó por la formación sin consenso del Gobierno de unidad nacional.
Tras la reunión, Al Serraj y Hafter comparecieron ante la prensa a ambos lados de Macron, aunque éste fue el único que tomó la palabra para anunciar que el "proceso electoral tendrá lugar en primavera". "Lo que está en juego en este proceso es inmenso, para el pueblo libio y para toda la región, y es esencial para toda Europa, porque tiene consecuencias directas para nuestros países sobre los flujos migratorios", dijo Macron, quien también agradeció la "valentía" de Hafter y Serraj.
MN (efe, dpa)
Lugares en los que el mundo se desangra (2014)
En distintas regiones del planeta, conflictos armados destruyen vidas, infraestructura y el concepto de sana y pacífica convivencia entre seres humanos. (2014)
Imagen: picture-alliance/dpa
Libia: un gobierno que no gobierna
Tras el derrocamiento de Muammar Gaddafi, Libia no ha conseguido retomar el orden. Los distintos grupos que combatieron en esa guerra civil se disgregaron, no responden al gobierno central y combaten por sus propios intereses, generalmente relacionados con diferencias religiosas y la explotación del petróleo.
Imagen: Reuters
Sudán del Sur: lucha de líderes tribales
Sudán del Sur es el Estado más joven del planeta. Pero desde su independencia, en 2011, el país no ha logrado estabilizarse. Buena parte de los problemas responden a diferencias irreconciliables entre el presidente Salva Kiir y el líder rebelde y ex vicepresidente Riek Machar. Pertenecen a etnias distintas y ambos quieren el poder. Nuevamente el petróleo surge como factor de importancia.
Imagen: AFP/Getty Images
Nigeria: entre Boko Haram y el ébola
El grupo islamista radical Boko Haram tiene en serios aprietos al gobierno del presidente Goodluck Jonathan. El mandatario ha sido incapaz de controlar la insurgencia en el norte del país, e incluso Boko Haram ha extendido su influencia a Camerún. El secuestro de más de 200 niñas y los repetidos atentados no han disminuido. A eso se suma ahora el ébola en Nigeria. Problemas y más problemas.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
Irak: un país dividido en la práctica
Las diferencias entre sunitas, chiitas y kurdos en Irak han existido siempre, pero por las buenas o por las malas se mantuvieron bajo la misma bandera. Sin embargo, ahora el caos político, la insurgencia y el avance de los rebeldes del Estado Islámico tienen al país al borde del colapso. Con el nuevo primer ministro, Haidar al Abadi, y la ayuda internacional, eso podría cambiar. Pero no pronto.
Imagen: Ahmad Al-Rubaye/AFP/Getty Images
Ucrania: los prorrusos tienen en jaque a Kiev
La caída del presidente prorruso Viktor Yanukovich desencadenó una serie de acontecimientos que sumieron a Ucrania en el caos. Primero Rusia tomó Crimea, luego rebeldes prorrusos se alzaron en armas en el este ucraniano, después asumió Petro Poroshenko el poder y lanzó una operación militar y ahora se vive una crisis humanitaria en Lugansk y Donetsk, donde siguen los combates.
Imagen: Reuters
Gaza: operación con cientos de civiles muertos
El secuestro y asesinato de tres jóvenes judíos, que Israel atribuyó a Hamás, comenzó una escalada que terminó con la invasión de la Franja de Gaza, con el objetivo declarado de destruir los túneles que usan los milicianos de Hamás para pasar a Israel. Sin embargo, la operación militar causó numerosas bajas civiles y la comunidad internacional llamó a negociar la paz. Casi 2.000 personas murieron.
Imagen: Reuters
Siria: una gigantesca crisis humanitaria
En marzo de 2011, las protestas contra el régimen de Bashar al Assad se convirtieron en una guerra civil que hasta ahora deja casi 200.000 muertos. Ahí surgió el Estado Islámico, mientras los combates entre el Ejército Libre Sirio y el Ejército de Siria continúan, sumados a enfrentamientos cruzados entre opositores radicales y opositores moderados. Miles de sirios han debido huir de sus hogares.