Las pérdidas registradas por la industria de la aviación ascendieron a 12.900 millones de euros como consecuencia de los ataques terroristas del 11 de septiembre pasado en Estados Unidos. Este nivel de pérdidas fue incluso peor que las acumuladas a principios de los 90 cuando, como consecuencia de la Guerra del Golfo Pérsico, el transporte internacional perdió unos 4.800 millones de euros.

Estandares de seguridad internacionales

Cerca de 1.000 representantes de la IATA, reunidos en la ciudad portuaria china de Shangai, se esfuerzan por lograr un acuerdo en cuanto a la implementación de medidas de seguridad estandard, y también por resolver el difícil problema de la responsabilidades en caso de siniestros; dos temas clave para tratar de parar la drástica caída en el número de pasajeros.

En lo que se refiere a las medidas de seguridad, se trata de un tema que sólo puede ser coordinado y organizado por la asociación mundial, lo mismo que el tema de las pólizas de seguridad. Pocos días después del 11 de septiembre, las grandes aseguradoras internacionales rescindieron sus pólizas. Esto hizo que se registraran grandes distorsiones en el mercado. Mientras que, por ejemplo, la línea aérea alemana Lufthansa ha tenido que pagar todas las medidas de seguridad adicionales implementadas después del 11 de septiembre, el gobierno estadoundiense asumió estos costos. En consecuencia las líneas aéreas estadoundienses cuentan con una ventaja comparativa gracias a la intervención del estado. No sólo Lufthansa demanda por eso que la IATA encuentre una solución internacional estandar que no distorsione la competencia en el mercado.

¿Cuánto cuesta la seguridad ?

Alemania ha propuesto un modelo de tres etapas bautizado con el nombre de "Eurotime", que prevé una combinación de fondos públicos y de aseguradoras. Esto costaría a las líneas aéreas una irrisoria suma de 50 centavos de dólar por pasajero, y sería visiblemente más barato que todas las ofertas recibidas hasta el momento por parte de las aseguradoras privadas. En principio se trata de controlar juntos la explosión de costos que se vive en el sector.

Las cuotas de seguridad y también los impuestos de aeropuerto, las cuotas de aterrizaje y de despegue, han registrado un incremento desproporcionado durante los últimos años y se han convertido en el factor de costos número uno para muchas líneas aéreas. Incluso son mayores que los gastos de personal y hasta tres veces más altas que los gastos en combustible.

El presidente de la línea aérea nacional alemana, Lufthansa, Jürgen Weber, indicó que este es un estado insoportable, impulsado por monopolios que muchas veces son estatales. Sólo unidos y mediante la intervención de la IATA, se logrará oponerse a esta situación.