Tras ganar las elecciones en julio, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador prestó hoy juramento como nuevo jefe de Estado de México.
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El veterano líder político mexicano Andrés Manuel López Obrador prestó este sábado (01.12.2018) juramento como nuevo presidente de México, después de 12 años de buscarlo, y será el primer gobernante surgido de un partido de izquierda en la segunda mayor economía de América Latina.
López Obrador, de 65 años, juró "guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de presidente de la República", después de más de una década buscando la Presidencia, con tres candidaturas presidenciales en 2006, 2012 y 2018.
Tras prestar juramento recibió la banda presidencial con los colores verde, blanco y rojo de la bandera de México que le entregó el presidente saliente, Enrique Peña Nieto (centro-derecha), a través del líder de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo.
El ex alcalde de Ciudad de México (2000-2005) llega al poder en el país latinoamericano más poblado después de Brasil con un fuerte apoyo popular. En julio ganó las elecciones con un 53 por ciento de los votos en una única vuelta y obtuvo la mayoría en ambas Cámaras legislativas.
El fundador del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) gobernará por un único periodo de seis años hasta 2024 con un fuerte liderazgo personal, un programa económico nacionalista y antineoliberal y un discurso de renovación moral. López Obrador quiere enfocarse en el mercado interno, lograr el autoabastecimiento de gasolinas y un desarrollo más incluyente, combatir la inseguridad con un nuevo cuerpo militarizado, la Guardia Nacional, y prometió ejercer un Gobierno austero, honesto y cercano a la gente.
CT (dpa, EFE)
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La larga marcha de los migrantes latinos hacia EE. UU.
Luego de caminar miles de kilómetros para llegar a la frontera con EE. UU., los migrantes se topan allí con un cerco de ocho metros de altura, de acero u hojalata. Para ellos, simboliza rechazo y discriminación.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Arias
Ocho metros hasta EE. UU.
Se estima que el cerco que conforma la frontera entre México y EE. UU. tiene ocho metros de altura. Los migrantes quieren cruzarla cueste lo que cueste, ya que sueñan con poder llevar una vida digna en ese país. Pero detrás de la frontera los espera la política represiva de Donald Trump, que, como casi ningún otro gobierno estadounidense, continúa azuzando a la gente con su discurso antimigración.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Arias
El ingreso ilegal a la "Tierra prometida"
Uno de los migrantes ha logrado cruzar la frontera y llegar a EE. UU. Pero si podrá permanecer allí, está por verse. Si las autoridades de EE. UU. lo atrapasen, sería deportado de inmediato a México.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Arias
Poco antes del salto hacia una nueva vida
Luego de miles de kilómetros de caminata, solo una pared de hierro separa a los migrantes de su meta. Cruzar el cerco requiere de mucha energía y valor, que ellos ya tuvieron al tomar la decisión de irse de su país en pésimas condiciones. Viajan en grandes grupos, para poder defenderse de la violencia de bandas criminales que aprovechan su indefensión.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Arias
"Somos mexicanos, somos imparables"
Así reza este cartel, en la playa de Tijuana, insuflando coraje a los que se van de México y de países centroamericanos hacia EE. UU., en busca de un futuro mejor. Desde hace generaciones, personas de Centro- y Sudamérica intentan ingresar a EE. UU. desde México para quedarse a vivir y a trabajar allí.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Arias
Cerco de hojalata
Esta parte de la frontera México-EE. UU. aún deja mucho que desear, como lo demuestra la hojalata de la que está hecha. Pasar al otro lado no parece ser tarea difícil para muchos de los que lo intentan.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Arias
Miedo a la invasión
No es un sitio en guerra, sino solo el punto geográfico donde termina EE. UU. y comienza México, en San Diego, California. Esa gran ciudad en la frontera es a menudo un foco de atención debido al temor que tiene EE. UU. de que entren migrantes a través de ella. Por eso reforzaron la zona limítrofe con cientos de soldados y con cercos de alambre de púas.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Arias
Agotamiento después del viaje
Estos migrantes no pueden más: luego de la caminata de miles de kilómetros, tratan de dormir donde y como pueden. Aquí, en Juchitán de Zaragoza, la gente descansa en el suelo, a falta de alojamiento. Luego de una corta pausa, seguirán su largo camino hacia EE. UU., con la esperanza a prueba de todo, y luchando por llegar a cumplir su sueño.
Imagen: Getty Images/S. Platt
La caravana de la pobreza
Al igual que llegaron los migrantes en 2015 desde Siria o Irak, a través de las autopistas austriacas, hasta Alemania, esta caravana marcha por las rutas de México en dirección a la frontera con EE. UU. La mayoría de los migrantes provienen de países donde reinan la corrupción, la pobreza y la violencia, como Honduras, Nicaragua, Guatemala y El Salvador.