Las elecciones generales de Alemania culminarán este domingo con la votación en un distrito de la ciudad oriental de Dresde, donde los comicios celebrados en el resto del país el 18 de septiembre debieron ser pospuestos por la muerte de una candidata.

Más de 219.000 electores han sido llamados a las urnas en una votación que apenas influirá en los resultados provisionales disponibles desde el 18 de septiembre, en los que los democristianos de la candidata Angela Merkel consiguieron 35,3% de los votos, 0,9 puntos más que el 34,4% de los socialdemócratas del canciller Gerhard Schröder.

En Dresde, la capital de Sajonia, los electores pueden elegir a un máximo de tres diputados, justo la ventaja que la alianza democristiana CDU/CSU de Merkel saca al Partido Socialdemócrata (SPD) de Schröder (225 a 222 escaños). Los grandes partidos han subrayado que estos comicios no aportarán cambios significativos en la relación de fuerzas en el Parlamento, y que tampoco será decidido el próximo canciller.

Schröder ofensivo

Pero estos cálculos no desalientan a los contrincantes. Schröder apeló a los electores a permitirle con su "voto ofensivo" la permanencia en el gobierno y se mostró dispuesto a continuar al frente del país para renovarlo y hacerlo crecer.

Al mismo tiempo, atacó a su rival Merkel. Schröder afirmó que el gobierno de su predecesor democristiano, Helmut Kohl, estuvo dormido durante 16 años y "perdió así el tren de los tiempos". En este contexto recordó que Merkel formó parte de ese gobierno durante dos legislaturas.

Además puso en duda que en la política exterior la líder democristiana tenga la fortaleza suficiente para plantar cara a "grandes aliados" de Alemania en conflictos como Irak, en el que Schröder mantuvo un firme "no" al uso de la fuerza militar.

Pero Merkel responde de manera pragmática. Afirma simplemente que el gobierno de socialdemócratas y verdes de Schröder quedó derrotado en las elecciones y dijo esperar que el canciller lo reconozca después de la cita del domingo.

Pulseada por el gobierno

El SPD y la CDU/CSU tantean actualmente sus posibilidades de formar gobierno aunque no consiguieron todavía ponerse de acuerdo acerca de quién presidirá el Ejecutivo conjunto. Las conversaciones continuarán el miércoles de la próxima semana.

A pesar de su reducido impacto, la decisión de los electores de Dresde podría servir de legitimación adicional a una u otra agrupación en las conversaciones para la formación de una coalición de gobierno. El principal escollo sigue siendo quién presidirá el Ejecutivo conjunto.

Según informa este sábado el periódico "Süddeutsche Zeitung", aún cuando el SPD y la CDU llegasen a un acuerdo de coalición, la bancada socialdemócrata se propone votar contra Merkel cuando se constituya el Parlamento, el 18 de octubre próximo.

Si un candidato no consigue la mayoría absoluta en las dos primeras votaciones ni la relativa en una tercera elección, el presidente federal podría llamar a nuevos comicios. Los socialdemócratas creen que Schröder tendría así más posibilidades de superar a los democristianos, que probablemente se distanciarían de Merkel y elegirían a otro candidato.

La última palabra, de momento, la tienen mañana los electores de Dresde, de los cuales 40 por ciento ha admitido que aún no sabe por quién votará.