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La única Torre Bismarck de América

3 de diciembre de 2016

Hace más de un siglo, el pueblo alemán construyó por el mundo torres en honor al canciller Otto von Bismarck. De estos monumentos, el único de América está en Chile y su historia es bastante desconocida.

Geschichte der Bismarcktürme -Buchcover Bismarcktürme
Imagen: Alfred Büllesbach/VISUM

Década del 1920. Mientras Europa bregaba con las secuelas que dejó la I Guerra Mundial, en Chile, un numeroso grupo de personas caminaba con antorchas flameantes hacia la cima de un cerro llamado "Caracol”, en la ciudad de Concepción. Era como una especie de procesión la que se dirigía el 1 de abril de 1921 a inaugurar una torre de piedra, de 10 metros de altura. No solo serviría como un mirador para apreciar Concepción desde lo alto, sino también para honrar al primer canciller alemán, Otto von Bismarck (1871-1890).

El historiador alemán Jörg Bielefeld publicó, junto al fotógrafo Alfred Büllesbach, el libro Torres Bismarck: Arquitectura, Historia y experiencias del paisaje, donde cuenta, a través de imágenes, la historia detrás de estos curiosos monumentos, que comenzaron a erigirse en varios países hacia finales del Siglo XIX. "Estas torres fueron financiadas y construidas casi exclusivamente por el pueblo alemán. Además, la mayoría de estos monumentos tenía la particularidad de que en la punta de la torre se podía hacer fuego, para que en fechas conmemorativas se viesen las llamas desde lejos”, cuenta a DW Jörg Bielefeld.

El pueblo alemán planificó construir más de 410 torres Bismarck, pero solo se concretaron 240, probablemente "por la carencia de fondos para la construcción o bien a causa de la I Guerra Mundial”, explica a DW el historiador alemán. La mayoría de las torres Bismarck se encuentran en Alemania, donde hoy solo quedan 146 en pie. También se construyeron en países como Polonia, Francia, Dinamarca, Rusia, República Checa, Austria, Papúa Nueva Guinea, Camerún, Tanzania y Chile. En América, la única torre Bismarck se encuentra en Chile, porque, si bien en 1905 se planteó la idea de construir una en Nueva York, el proyecto finalmente fracasó por razones que se desconocen.

Junge, el gestor

La torre Bismarck de Concepción comenzó a idearse en 1917. El gestor de este monumento fue el ingeniero agrónomo Arturo Junge Sahr, hijo de alemanes, provenientes de la localidad de Friedrichstadt. Arturo Junge siempre mantuvo estrechas relaciones con la colonia alemana en Chile. Por eso, y con la ayuda de todos los clubes deportivos alemanes de este país, planificó la construcción de la torre Bismarck, la que también sería una especie de memorial para los alemanes y chilenos caídos en combates.

Arturo Junge Sahr Imagen: Familie Junge

"Mi bisabuelo, Arturo Junge, donó una hectárea de terreno del cerro Caracol para situar la torre. También regaló piedras de granito que tenía en su propia cantera, además de 1.000 pesos chilenos para su construcción”, cuenta a DW Karin Carstens. La torre fue diseñada por el arquitecto chileno Roderich von Stillfried y estuvo lista para 1921. Cuentan que al año siguiente se colocaron en el interior de ella unas planchas de mármol con los nombres grabados de soldados alemanes y chilenos.

Durante más de una década se visitó cada 1 de abril la cima del cerro. Alrededor de la torre las personas encendían una fogata y luego compartían con comida y música de orquesta. "Se organizaba siempre la misma caminata. Se partía el recorrido desde la Quinta Junge, propiedad del bisabuelo, y que se encontraba muy cercana al cerro Caracol”, relata a DW la bisnieta de Junge. Hacia 1939 todas estas actividades chileno-alemanas cesaron, porque un terremoto, con epicentro en la cercana ciudad de Chillán, afectó a la torre Bismarck del cerro Caracol. La fuerza del movimiento agrietó la construcción y botó por completo su segundo nivel.

La torre de Concepción se conoce también como "Mirador alemán"Imagen: Familie Junge

La torre desnuda

Luego del devastador episodio de 1939, las caminatas y antorchas encendidas nunca más se volverían a ver por el cerro Caracol. A esto se sumó que Arturo Junge, años después, se fue de Concepción. Por esta razón tuvo que desentenderse del cuidado de la torre y decidió dejarla a cargo de los clubes deportivos alemanes de Chile. 

Con el transcurso del tiempo, la torre sufrió más daños y fue quedando casi "desnuda”. También fue objeto de saqueos. Actualmente, no se puede acceder al interior de la torre, porque está en peligro de derrumbe. Pese a todo, tal y como hace muy poco han anunciado las autoridades chilenas, se espera en el mediano plazo poder restaurar la torre para que no desaparezca y pueda ser volver a ser usada como un mirador citadino.

Puente chileno-alemán

Aunque para Klaus Bornhardt, director del Club Deportivo Alemán de Concepción, la torre Bismarck del cerro Caracol no debe solamente ser vista como un mirador más: "El monumento debe apreciarse como una especie de puente entre dos naciones; ese sentimiento nacionalista alemán que originó su construcción ya no se volverá a sentir, porque vivimos otros tiempos”, dice a DW.

"Esperamos que esta torre vuelva a tener vida…quizá las ceremonias que se realizaban cada 1 de abril, para celebrar el cumpleaños de Otto von Bismarck, ya no se vuelvan a realizar, pero a lo mejor se podría construir un segundo piso para que la torre vuelva a tener ese aspecto de antes”, opina Bornhardt. Durante la segunda mitad del Siglo XIX, llegaron a Chile cerca de 40.000 inmigrantes provenientes de Alemania. La mayoría de estos colonos se fue a vivir a la zona sur del país. Hoy, se estima entre 150.000 y 200.000 mil la cantidad de chilenos descendientes de alemanes.

Autora: Natalia Messer

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