La 'abuela nazi' no se presentó para cumplir su condena
7 de mayo de 2018
La búsqueda de Ursula Haverbeck, apodada la "abuela nazi", ha comenzado después de que no se presentara en la cárcel. La negacionista en serie del Holocausto ha sido condenada a dos años de cárcel por incitación al odio.
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La mujer, apodada por la prensa alemana como la "abuela nazi", había alegado defectos de forma en la sentencia dictada contra ella en agosto de 2017, que la condenaba a dos años de prisión sin libertad condicional por comentarios que incitaban al odio en ocho casos.
De acuerdo con el Tribunal de Celle, en el fallo emitido no se hallaron tales errores, por lo que se trataría de una sentencia válida. La decisión judicial acerca a la anciana a la cárcel, pese a sus continuos intentos por dilatar el proceso y evitar estar entre rejas.
Haverbeck ya fue acusada anteriormente
No es la primera vez que Haverbeck se sienta en el banquillo de los acusados.
En 2016, fue condenada a ocho meses de cárcel por enviar un escrito al alcalde de la ciudad de Detmold (noroeste del país) y un artículo a un periódico en el que señalaba que Auschwitz nunca había sido un campo de exterminio.
Un año antes, la justicia también había dictado contra ella una pena de diez meses de prisión después de haber asegurado en una entrevista en la televisión pública alemana que el "Holocausto era la mayor mentira y la más duradera de la historia".
Además, en otras dos ocasiones fue sancionada al pago de una multa. La octogenaria es una conocida extremista de derechas cuyos simpatizantes a menudo acuden a sus juicios para mostrarle su apoyo. En Alemania, la apología del nazismo o la negación del Holocausto es un delito castigado judicialmente con penas que pueden ir desde una multa hasta los cinco años de cárcel. (dpa, ap).
"Adiós, queridos míos": últimas cartas de víctimas del Holocausto
Internados en campos de concentración o guetos, muchos judíos escribieron cartas a sus seres queridos. Poco después, fueron asesinados. El Museo del Holocausto Yad Vashem recuerda a estas personas en una exposición.
Imagen: Courtesy of Yad Vashem Photo Archives
Un niño como cualquier otro
¡Qué foto! A través de la reflexión múltiple, Salman Levinson parece estar mirándonos desde diferentes ángulos. Fue tomada en 1937. El pequeño Salman, llamado Sima, todavía es un niño como cualquier otro. Vive con su madre, Frieda, y su padre, Selig, en Riga. En 1936, su tía emigró a "Eretz Israel", el territorio palestino bajo mandato británico. Él le escribe cartas regularmente.
Imagen: Courtesy of Yad Vashem Photo Archives
Una casa en Riga
Poco después de su noveno cumpleaños, Salman agradece a su tía Agnes el regalo que le envió con un dibujo. "Bait" -"casa" en hebreo- se lee en el dibujo. Poco después, la Wehrmacht alemana ocupa Riga. Agnes no vuelve a saber de su sobrino. Apenas después de la guerra se entera: Salman y sus padres fueron deportados al gueto de Riga y asesinados.
Imagen: Courtesy of Yad Vashem Photo Archives
Contar las historias de las víctimas
En una exhibición online, el Museo del Holocausto Yad Vashem, en Israel, muestra las últimas cartas de las víctimas del Holocausto, sus últimas palabras antes de que fueran asesinadas por los nacionalsocialistas. Además: fotos de los que escribieron las cartas y de sus familias. En la imagen se ve a los hijos de la familia Keller-Moses en los años veinte. Ellos vivieron en Aquisgrán.
Imagen: Courtesy of Yad Vashem Photo Archives
Una jota marcaba a los judíos
En 1938, los nazis sellaron con una "J" el pasaporte de Sigfried Keller, para muchos una sentencia de muerte. Sigfried fue el único de su familia que sobrevivió. En 2013, entregó la carta de su madre Berta a Yad Vashem. En 1942, ella había escrito desde Theresienstadt: "Adiós queridos hijos y oren por nosotros para que Dios sostenga su mano protectora sobre nosotros y también sobre ustedes."
Imagen: Courtesy of Yad Vashem Photo Archives
Diez cartas cuidadosamente seleccionadas
De entre miles de cartas guardadas en el archivo, Yad Vashem seleccionó diez para la exposición. La mayoría de los que las escribieron no sabían que sería su última carta antes de su muerte. Especialmente los judíos alemanes que, como Sigfried Bodenheimer (arriba en uniforme de ejército), lucharon en la Primera Guerra Mundial, no podían imaginarse que los nazis los iban a matar.
Imagen: Courtesy of Yad Vashem Photo Archives
Última carta antes de la deportación
Muchos intentaron ocultar su situación real. Anne Meininger escribió a sus hijos: "Desde el miércoles estamos en el campamento y estamos muy bien. No tienen que preocuparse. […] Si solo pudiéramos seguir en contacto […] Los besa con todo el cariño su madre que los quiere mucho".
Imagen: Courtesy of Yad Vashem Photo Archives
Éxodo hacia la Tierra Sagrada
Desde el gueto de Varsovia, Perla Tytelman le escribió a su esposo, Josef, y su hija, Rachel: "Concentro todas mis fuerzas para sobrevivir para ustedes... Nuestro anhelo mutuo no tiene límites". Perla fue asesinada. Rachel y Josef, sin embargo, sobrevivieron y emigraron en el barco "Éxodo" a Israel en 1947.
Imagen: Courtesy of Yad Vashem Photo Archives
El tren a Auschwitz
El dibujo "Transporte No. 2", de Paul Kor, muestra el tren que llevó a su padre a Auschwitz, hacia la muerte. Con motivo del Día Internacional de Conmemoración del Holocausto, la exposición online "Adiós, mis queridos. Últimas cartas del Holocausto 1941-1942" recuerda el destino de algunos de los seis millones de judíos asesinados en Europa.