Alemania, precavida y novedosa. Argentina, ambiciosa y ofensiva. Así salieron ambas selecciones de fútbol a su partido amistoso realizado en la Allianz Arena de Múnich. El entrenador germano, Joachim Löw, dispuso una formación 4-2-3-1, con un reforzado cordón defensivo en la media cancha. A su vez, Maradona mandó un 4-4-2 con una delantera de lo mejor del mundo: Gonzalo Higuaín y Lionel Messi.

En ambas formaciones hubo también espacio para la controversia y, en el caso germano, para la experimentación. Lejanas ya las críticas de la tormentosa fase eliminatoria, Maradona volvió a insistir con Gabriel Heinze en la línea defensiva, mientras que Joachim Löw probó a Thomas Müller como enganche, un goleador indiscutible pero muy joven.

El experimento más atrevido por la parte germana ocurrió en la zona defensiva, al poner a los jóvenes Jerome Boateng (lateral) y Serdar Tasci (central), frente a dos monstruos como Higuaín y Messi.

Alemania apostó al despliegue relampagueante mientras que Argentina salió con mucha fuerza pero poco dominio del balón. En la defensiva central argentina, Martín Demichelis batalló contra sus colegas Klose y Müller, quien ante dicha marca se desplazó a la derecha.

La presión argentina comenzó a generar faltas en los costados: al minuto 8 por la derecha y Müller, al 11, por el lado contrario. Dos mnutos más tarde se produjo la primera llegada del partido, a cargo de Argentina con disparo desviado de Di María.

A medida que el juego transcurrió, Lionel Messi intentó colarse a velocidad por la derecha, cercando con pases rápidos hacia el centro. La marca, doble en ocasiones, lo orillaba a soltar de inmediato el balón.

Alemania logró disparar por primera vez hasta el minuto 21, con derechazo de Phillip Lahm lejos de la portería de Romero.El lateral daba así una primera muestra de sus conocidas carreras en diagonal, partiendo de la media cancha.

Lukas Podolski estuvo débil en la primera parte: fauleando a la defensiva y equivocándose a la ofensiva. Por su parte, Mesut Özil cumplió funciones defensivas, olvidándose de la función de orquestador que cumple en el Werder Bremen.

Por la albiceleste, el veterano Verón fue el pivote indiscutible. Dos jugadores del Bayern München, Schweinsteiger y Demichelis, salieron amonestados por sendas faltas a Messi y Özil respectivamente, en acciones que ilustraban lo ríspido del partido. El defensor albiceleste Walter Samuel también vio la dorada por feo faul sobre Miroslav Klose.

El partido despertó al minuto 38, cuando Di María burló a Tasci y Boateng, para quedar solo frente a Adler. El disparo se estrelló de lleno en el travesaño, dando la máxima emoción de la primera mitad y, por mucho, la posibilidad más clara de gol por ambas partes. Hasta el momento.

Cuando parecía que nos íbamos 0 a 0 al medio tiempo, un pase larguísimo de Di María dejó a Gonzalo Higuaín libre frente a Mertesacker, del cual se libró con facilidad. Adler trató de salir, pero el delantero del Real Madrid impuso su categoría y lo dejó sembrado en el terreno. Luego disparó con fina puntería para meter el balón en la cabaña germana.

Diego Armando Maradona se alejó del estereotipo en Múnich: estuvo, siempre muy pegado a la línea, pero siempre atento y calmado, sin la sombra de Carlos Salvador Bilardo a cuestas.

Martín Demichelis salió lesionado por un choque en la segunda mitad contra Michael Ballack, y luego, Diego Maradona comenzó a dar descanso a sus titulares. Higuaín, el autor del gol, fue sustituido por Carlos Tévez en el minuto 62.

Por su parte, Joachim Löw mandó a la cancha a Cacau como carta fuerte para buscar el empate. También le dio oportunidad de Toni Kroos, que hizo su debut en la selección germana. Pero la tónica del encuentro fue la misma: Argentina dominanddo la estrategia a base de fuerza y experiencia, ante un equipo alemán desconcertado y falto de enlace a la ofensiva.

Argentina ganó merecidamente 1 a 0, entre olés de la fanaticada sudamericana reunida en Múnich. Pero el mayor victorioso fue Diego Armando Maradona, que respirará mucho más tranquilo luego de esta importante demostración de liderazgo y autoridad.

Para Alemania, el encuentro deja muchas preocupaciones y preguntas. Y, como mencionan los comentaristas locales, mucho trabajo pendiente rumbo al Mundial de Sudáfrica.

Autor: Enrique López