Los presidentes de México, Colombia, Perú y Chile pactaron la creación de un bloque regional que conjuntamente representa más de un tercio del PIB latinoamericano y un 50% del comercio de la región. “Es una alianza prometedora porque estos cuatro países tienen muchas características comunes. Son las economías que han registrado el mayor crecimiento en los últimos años, de un promedio de 7% y todos, con la excepción de Perú, tienen la mayor cantidad de tratados de libre comercio. Es un grupo muy abierto a la economía internacional”, afirma el investigador alemán Klaus Bodemer, exdirector del Instituto de Estudios Globales GIGA, con sede en Hamburgo.

El académico destaca que la apertura que supone dicho bloque no se equipara con la de ningún otro y surge en un momento en el que otros procesos de integración se encuentran en crisis: “El MERCOSUR está muy fragmentado y afectado por un nuevo auge proteccionista, el CAN, la Comunidad Andina, realmente ha dejado de existir, está muy fracturada”. La Alianza del Pacífico es la más coherente de todas, según el investigador.

El bloque posee un mercado de 204 millones de habitantes, un PIB equivalente a 1,6 billones de dólares y un 55% del comercio exterior de la región. Con esta fuerza aspira a una mejor posición frente a las negociaciones con China e India. Los presidentes de los países integrantes del bloque, que coinciden con un perfil conservador ,quieren además conformar una alternativa a otros proyectos de integración como el ALBA de Hugo Chávez y ser un contrapeso a la hegemonía de Brasil en el Cono Sur.

Reacción de otros bloques

“Será muy interesante ver la reacción del ALBA y de Brasil, que no está interesado en que México aumente su presencia en Sudamérica, donde quiere seguir siendo la potencia hegemónica. Habrá que ver como impacta la Alianza del Pacífico en las relaciones mexicano-brasileñas”, advierte Bodemer.

Para Europa y Estados Unidos la integración de los países iberoamericanos ribereños al océano Pacífico supone un desafío por la creciente presencia de China en la región. “Son economías muy complementarias. Asia está muy preocupada por la alimentación de su población y tiene un gran déficit de materias primas. Estos cuatro países pueden abastecer al gigante de materias primas”, destaca el experto, que añade que es de esperar que China invierta aún más en infraestructura y otras áreas. “China es un socio natural, pero también otros países como Corea del Sur”.

Para el experto la cooperación irá más allá de los objetivos tradicionales, como el intercambio de mercancías. “Van a promover una integración física, de infraestructura, que es muy importante, también llegarán a acuerdos que permitan un libre tránsito de las personas, y van a cooperar en la lucha contra el crimen organizado con intercambio de información. Eso para Colombia y México es algo muy importante”, advierte.

"La Alianza no va contra nadie"

El experto citó la frase pronunciada por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, “La Alianza no va contra nadie”, y reconoció que no resulta muy convincente. “Los países de la Alianza del Pacífico han registrado con gran preocupación la implementación de medidas proteccionistas por Argentina y Brasil. Tal vez Brasil resulte el más afectado, porque necesita estas economías. Por ejemplo para tener acceso al Pacífico necesitaría de los puertos de Chile y Perú”.

El experto recordó la declaración de intenciones (Declaración de Lima de abril de 2011) de dejar las puertas abiertas a otros países. Panamá y Costa Rica están en calidad de observadores y muy interesados en ingresar. “Hay muchos pronósticos que dicen que en 2025 el Pacífico será el eje fundamental del comercio y Europa habrá quedado rezagada”, afirma. Sin embargo el experto se muestra optimista.

Según el académico, la alianza abre oportunidades para los europeos, como una cooperación triangular en el ámbito comercial, en la innovación tecnológica y hasta en la cooperación al desarrollo. Y destaca que este proceso latinoamericano exige que los europeos reaccionen promoviendo una reestructuración en las grandes agencias internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, para que reflejen el peso de estos países en el nuevo orden mundial.

Autora: Eva Usi

Editora: Emilia Rojas