La amenaza híbrida rusa y los servicios secretos alemanes
9 de diciembre de 2025
Desde la invasión de Ucrania por parte de Rusia, en 2022, ha golpeado de lleno a Alemania la llamada guerra híbrida , que consiste en una combinación de acciones militares y de servicios de inteligencia, a menudo acompañadas de una propaganda engañosa. Los métodos clásicos son el sabotaje, el espionaje y la desinformación, con los que se busca sembrar incertidumbre entre la población.
Un sistema de alerta temprana
La Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV, por sus siglas en alemán) es el nombre oficial del servicio secreto alemán. Su tarea es detectar a tiempo amenazas para prevenirlas. Como respuesta a la guerra híbrida, el presidente de la BfV, Sinan Selen, insiste en que se les otorguen más competencias a los servicios de inteligencia.
"Tenemos comunicaciones que, en parte, ya no podemos descifrar. Tenemos actores que actúan bajo seudónimos", dijo Selen en el curso de un simposio que se celebró en Berlín el 8 de diciembre de 2025. "El servicio de inteligencia debe ser capaz de penetrar en estas áreas", insistió.
Berlín promete apoyo
Para alcanzar este objetivo, el jefe de la BfV apuesta por modificar las leyes de seguridad. El ministro del Interior, Alexander Dobrindt, ya ha anunciado reformas. También llega apoyo desde la Cancillería. Allí, Philipp Wolff coordina los tres principales organismos que asumen tareas de servicios secretos: la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, el Servicio Federal de Inteligencia (BND) y el Servicio Militar de Inteligencia (MAD).
Wolff considera necesario aumentar la vigilancia en línea y el almacenamiento de direcciones IP. Asimismo, aboga por que se permita a las autoridades de seguridad intercambiar datos personales con mayor facilidad. Pero no es seguro que todo esto vaya a ser posible. En el pasado, partidos de la oposición y organizaciones de la sociedad civil casi siempre han recurrido ante el Tribunal Constitucional Federal contra las leyes más estrictas, en muchos casos con éxito.
No obstante, Sinan Selen, mencionó a Francia y Países Bajos como ejemplos positivos en la Unión Europea, ya que en estos países existen menos restricciones legales para la vigilancia de personas sospechosas y una protección de datos menos estricta.
Reducir la dependencia de EE. UU.
Tras la publicación de la nueva estrategia de seguridad del presidente estadounidense, Donald Trump, resulta difícil evaluar cómo va a ser a partir de ahora la cooperación en materia de inteligencia con Estados Unidos, observó el presidente de la BfV. "No deduciría de dicha estrategia que vayamos a romper con Estados Unidos", señaló Selen. "Tampoco creo que nuestros socios vayan a romper con nosotros", agregó.
El jefe del servicio secreto alemán destacó la necesidad de revisar y desarrollar continuamente las alianzas. Asimismo, insistió en que Europa debe ser más independiente de EE. UU.
Muchos países, por ejemplo, utilizan el controvertido software estadounidense Palantir para supervisar y evaluar las comunicaciones digitales. Selen apoyó una alternativa nacional: "Tenemos industrias, tenemos empresas que pueden hacer algo así". Habría que apoyarlas más, dijo.
Por su parte, el coordinador de los servicios secretos Wolff destacó la eficacia de las autoridades de seguridad alemanas. "Los rusos nos toman en serio", indicó. Asimismo, Wolff subrayó el reto de enfrentar a un país que no se atiene a reglas.
La infraestructura crítica en peligro
En el simposio, el experto militar de la Universidad de las Fuerzas Armadas Alemanas en Múnich Carlo Masala dijo que la estrategia de Rusia hacia los Estados miembros de la OTAN es "cada vez más audaz".
En su opinión, Alemania es un objetivo especialmente atractivo para Rusia: "Somos el eje central", dijo, en referencia a la ubicación central en Europa y la importancia estratégica dentro de la OTAN. Por ello, expertos como Masala sospechan que Rusia está detrás del aumento de los actos de sabotaje en vías férreas, aeropuertos y el suministro de agua y electricidad.
(vt/ms)