La Antártida experimenta su primera ola de calor registrada
Richard Connor
31 de marzo de 2020
Científicos registraron la primera ola de calor del también llamado continente antártico, tras un aumento en las temperaturas a fines de enero. Los investigadores expresaron su preocupación por el daño a flora y fauna.
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Investigadores del Programa Antártico Australiano registraronun evento de ola de calor en la estación de investigación Casey, en la Antártida Oriental, durante el verano del hemisferio sur 2019-2020.
Los hallazgos del equipo fueron publicados en la revista Global Change Biology este martes, y los autores advirtieron que los cambios podrían afectar los patrones climáticos globales.
Entre el 23 y el 26 de enero, un equipo de investigación en Casey, en el oeste de Australia, registró las temperaturas máximas y mínimas más altas jamás vistas en la base.
Durante el período, las temperaturas mínimas fueron superiores a cero grados Celsius, mientras que las máximas alcanzaron un máximo de 7,5 grados.
El 24 de enero, el equipo de Casey registró una temperatura alta récord de 9.2 grados Celsius, 9 grados más que el máximo promedio de la estación.
Antártida: trabajar en el hielo eterno
05:47
Calor en la Antártida Argentina
Al mismo tiempo, también se registraron temperaturas récord en la Antártida Argentina. El mes pasado, la temperatura más alta jamás registrada, 18,3 grados, se registró en la estación de investigación argentina Base Esperanza.
Los autores del estudio dijeron que los efectos locales del cambio climático podrían tener un impacto global.
"La Antártida puede estar aislada del resto de los continentes por el Océano Austral, pero tiene impactos mundiales", dijeron.
"Impulsa la cinta transportadora oceánica global, un sistema constante de circulación oceánica profunda que transfiere el calor oceánico alrededor del planeta, y su capa de hielo derretida se suma al aumento global del nivel del mar".
La coautora del estudio, Dana Bergstrom, dijo que en un principio el calor podría afectar positivamente a las poblaciones locales, pero también podría provocar sequía y estrés por calor en especies adaptadas para el frío.
¿Qué es una ola de calor?
Se clasifica como ola de calor a un período de tres días consecutivos en el que se registran temperaturas máximas y mínimas muy altas.
Si bien un aumento en las inundaciones de agua de deshielo asociadas con temperaturas más altas podría proporcionar agua adicional a dichos ecosistemas, ayudándoles a corto plazo, también podría desalojar las plantas y cambiar radicalmente la composición de las comunidades de invertebrados y microbios.
"Según nuestra experiencia de veranos calurosos anómalos anteriores en la Antártida, podemos esperar que se reporten una multitud de impactos biológicos en los próximos años, lo que ilustra cómo el cambio climático está afectando incluso las áreas más remotas del planeta", dice el estudio.
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Expedición antártica revela dramático declive de pingüinos
Febrero fue el mes más caluroso jamás registrado en la Antártida. El cambio climático impacta severamente sobre la población de pingüinos barbijos, que está disminuyendo considerablemente, según un estudio reciente.
Imagen: Reuters/U. Marcelino
Misión Antártica
A principios de 2020, un grupo de científicos de dos universidades de EE.UU. embarcaron en una expedición hacia la Antártida. Estudiaron el impacto del cambio climático en la región. Quisieron evaluar, en especial, cuántos pingüinos barbijos que aún viven en la Antártida occidental, en comparación con el último estudio realizado sobre su población, en la década de 1970.
Imagen: Reuters/U. Marcelino
Mansos y curiosos
Los pingüinos barbijos habitan las islas y costas del Pacífico Sur y el océano Antártico. Llevan ese nombre por la estrecha banda negra que atreviesa sus cabezas. Antes de que los científicos puedan escuchar sus fuertes gritos, un olor penetrante indica que hay una colonia cerca. Los pingüinos todavía no han aprendido a temer a los humanos, por lo cual ignoran a sus visitantes.
Imagen: Reuters/U. Marcelino
Resultados sorprendentes
Los científicos utilizaron técnicas manuales y drones para el conteo de los pingüinos. Sus hallazgos revelaron que algunas colonias han experimentado bajas de más del 70%. "Las disminuciones que hemos visto son definitivamente dramáticas", dijo a Reuters Steve Forrest, un biólogo conservacionista que formó parte de la expedición.
Imagen: Reuters/U. Marcelino
La cadena alimentaria está disminuyendo
Los pingüinos barbijo se alimentan de peces y crustáceos, como el krill, los camarones y los calamares. Pueden nadar hasta 80 kilómetros en alta mar cada día para obtener su alimento. Sus plumas apretadas funcionan como un abrigo impermeable y les permiten nadar en aguas heladas. Pero el cambio climático está disminuyendo la abundancia de krill, lo que dificulta la supervivencia de las aves.
Imagen: Reuters/U. Marcelino
Retos de reproducción
Eligen anidar en lugares inaccesibles y remotos. Cuando procrean, construyen nidos a partir de piedras y ponen dos huevos. Tanto los machos como las hembras trabajan en turnos de alrededor de 6 días cada uno para incubar los huevos. Pero a medida que el calentamiento global está derritiendo las capas de hielo y reduce la abundancia de alimentos, la reproducción se vuelve cada vez menos exitosa.
Imagen: Reuters/U. Marcelino
Implicaciones más amplias de un entorno cambiante
Se estima que hay ocho millones de pingüinos barbijo a nivel mundial, por lo que, hasta ahora, no había tanta preocupación por ellos. Pero en los últimos 50 años, su población en la Península Antártica ha disminuido más de la mitad. Los pingüinos barbijos no están en peligro inminente de extinción, pero el declive de su población es una advertencia severa sobre los grandes cambios ambientales.