La capital alemana será un centro de encuentro y diálogo religioso desde el 10 hasta el 12 de septiembre. La comunidad cristiana de Sant'Egidio invita a su 37º Encuentro Internacional bajo el lema "La audacia de la paz”. Representantes de las religiones del mundo estarán presentes.

"Será un gran momento de encuentro, de diálogo”, dice el secretario general de Sant'Egidio, Cesare Zucconi, a DW, porque hoy se necesita el diálogo, para aprender de los demás, y también para entender las diferencias. "Este es el mayor desafío de nuestro tiempo: ¿cómo podemos convivir con las diferencias? ¿Cómo reforzar el diálogo? Y ¿cómo podemos animarnos más a la paz en tiempos tan marcados por la guerra?”, explicita.

Eso vale tanto para Europa, por la agresión bélica rusa contra Ucrania, como para otras guerras en el mundo, que, por lo general, no tenemos en cuenta, dice Zucconi. Y menciona la guerra en Siria, que luego de 12 años aún continúa, y los muchos conflictos y guerras en África. "En la pandemia de coronavirus tal vez hayamos entendido que todos estamos en el mismo barco, conectados unos con otros en un mundo globalizado. Justamente por eso, tenemos que trabajar juntos por la paz”, señala.

Por eso llegarán a Berlín imanes musulmanes, rabinos y rabinos mayores, obispos católicos, arzobispos, cardenales, patriarcas y representantes de la Iglesia protestante, del budismo y del hinduismo. El último encuentro en Alemania se realizó en 2017, en Münster y Osnabrück.

Además del presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, y el presidente de la República de Guinea-Bissau, Umaro El-Mokhtar Sissoco Embaló, en la apertura hablarán también destacados representantes religiosos. Pero quizás lo más importante sea la contribución de la oradora menos conocida. Zohra Sarabi ha sido anunciada como testigo contemporánea de lo que ocurre en Afganistán. Eso refleja muy bien el enfoque de Sant'Egidio. El programa suele contar con actores de base: un juez de Costa de Marfil, un activista de derechos humanos de México, un testigo de Ucrania, por ejemplo.

Eso refleja el trabajo de la organización Sant'Egidio. Fue fundada por el italiano Andrea Riccardi, cuando era un joven estudiante, en 1968 en Roma. Hoy cuenta con cerca de 60.000 miembros en más de 70 países. Es un movimiento cristiano que quiere promover la convivencia pacífica, y también mediar en los más graves conflictos para lograr la paz. En 2009, Riccardi fue galardonado con el prestigioso Premio Carlomagno de la ciudad de Aquisgrán.

"Corredores humanitarios” para refugiados de guerra

El mayor éxito de Sant'Egidio fue el acuerdo de paz para Mozambique, en 1992. Y trajo desde campamentos de refugiados en Cercano Oriente a miles de personas huidas de la guerra en Siria, con la aprobación de las autoridades, hasta Italia y Francia, en su mayoría, familias con hijos, ayudándolas en su integración.

Fue el papa Juan Pablo II quien dio el puntapié inicial, en 1968, para los encuentros anuales por la paz, que fueron desde el comienzo interreligiosos. "Las religiones pueden ser motivo de conflictos”, explica Zucconi, "pero si van a sus raíces y son auténticas, pueden actuar como hacedoras de paz”. Cesare Zucconi entiende la reunión y los contactos a largo plazo como un impulso para que las religiones trabajen en conjunto generando la paz y "salgan de un cierto ensimismamiento”. Se trata de asumir más responsabilidad ante las guerras que hay en el mundo.

El canciller alemán, Olaf Scholz, quien participará en un foro, también se hace eco del mensaje. La cita está dirigida asimismo a alumnos de escuelas de Berlín, que fueron invitados expresamente a participar en los debates.

En cualquier caso, el broche del encuentro de tres días ya está claro. Después de las oraciones, los representantes de las distintas religiones se reunirán en distintos lugares, frente a la Puerta de Brandeburgo. Donde alguna vez se erigió el Muro de Berlín, las religiones quieren demostrar su solidaridad y su postura contra todas las formas de violencia.

(cp/ers)