La autonomía de Kurdistán, un proyecto a largo plazo
Volker Wagener
9 de junio de 2017
Los kurdos iraquíes quieren su propio estado. Con esa meta harán un referendo el 25 de septiembre. Pero la formación de un Estado es un proceso que tomará mucho tiempo, dice a DW el experto en Oriente Udo Steinbach.
Publicidad
DW: Los kurdos iraquíes quieren ser independientes. ¿Es esto un motivo de alarma o el paso lógico desde un Kurdistán autónomo a un Estado propio?
Udo Steinbach: La fundación de un Estado kurdo tardará todavía mucho tiempo en ser posible. El referendo anunciado es un paso que varias veces ha sido pospuesto, debido a que el gobierno de Bagdad lo ha interpretado como una señal de alarma. La presión de la sociedad kurda es ahora tan grande, que es imposible parar el cometido, aunque la independencia se demorará.
Los kurdos viven repartidos en cuatro países: Turquía, Siria, Irán e Irak. ¿Cuál puede ser el efecto de una independencia de los kurdos iraquíes en los demás?
Esa es una de las razones por las que el referendo se ha aplazado una y otra vez, incluso en la parte turca. El gobierno de Recep Tayyip Erdogan en Ankara no lo ve con buenos ojos. Y si, en efecto, surgiera un Estado kurdo, Ankara lo combatiría fuertemente, pero también en Damasco y Teherán.
La resistencia en Ankara será especialmente grande. La muestra de ello es la forma como Turquía impide en Siria cualquier organización que permita el funcionamiento político y social de la minoría kurda. No se descarta una intervención de Turquía.
¿Cómo reaccionará el gobierno central en Bagdad ? La realidad es que ya hay, de facto, un Kurdistán autónomo desde 1992.
Haider al Abadi, el primer ministro iraquí, dijo recientemente en Berlín que el referendo no era una "buena idea" e invitó a Masud Barzani, el presidente del Kurdistán iraquí, a "repensarlo”. El rechazo de Bagdad a la iniciativa kurda será inmenso.
Kirkuk, la ciudad petrolera y centro industrial, podría convertirse en la gran manzana de la discordia. ¿Qué cuenta a favor de que Kirkuk siga siendo una ciudad kurda?
En realidad, nada. Solo la debilidad actual del gobierno en Bagdad. Kirkuk nunca ha tenido una mayoría predominante de kurdos. Kirkuk siempre ha sido una ciudad de población mixta de árabes, kurdos y turcomanos.
Si ahora los kurdos reclaman Kirkuk, es porque simplemente el gobierno central de Bagdad no está en capacidad de hacer nada en contra. Pero una cosa es cierta: si el gobierno de Bagdad logra consolidarse, la primera cosa que haría sería ocupar Kirkuk.
Volker Wagener (JOV / DZC)
La batalla por recuperar Mosul
Tras meses de preparación, el Ejército de Irak y sus numerosos aliados lanzaron la ofensiva para arrebatar Mosul a Estado Islámico. Los kurdos anunciaron ahora una operación similar para liberar Al Raqa.
Imagen: REUTERS/T. Al-Sudaini
Conquista fácil para los yihadistas
La forma en que los combatientes de Estado Islámico tomaron la principal ciudad del norte de Irak, Mosul, en junio de 2014 es llamativa por lo sencilla que resultó la operación para los yihadistas. Un par de miles de milicianos arriba de camionetas bastaron para que el Ejército de Irak huyera en desbandada, dejando atrás sus equipos, precioso botín para los terroristas.
Imagen: Reuters
Obligados a huir
Desprotegidos ante el abandono de la ciudad por parte de los soldados -lo que en la práctica significó la desaparición del Estado-, miles de vecinos de Mosul debieron escapar de la ciudad con lo puesto. Otros no tuvieron la misma suerte y se vieron forzados a vivir sometidos al régimen de terror impuesto por los radicales.
Imagen: Romina Peñate
Un sermón del "califa"
El líder de Estado Islámico y autoproclamado califa, Abu Bakr al Bagdadi, en una de sus raras apariciones. En esta imagen aparece en Mosul, en julio de 2014, dando un sermón a sus seguidores en la mezquita de la ciudad. En la actualidad se sospecha que sigue en Mosul, aunque su paradero específico es desconocido. Recientemente, llamó a sus combatientes a la "guerra total" contra la coalición.
Imagen: picture alliance/dpa
Salvajismo anticultural
En febrero de 2015, Estado Islámico difundió imágenes de sus seguidores destruyendo valiosas esculturas y estatuas asirias pertenecientes a la colección del Museo de Mosul. También arrasaron con la biblioteca central de la urbe. Los radicales sunitas querían demostrar que lo suyo era una lucha contra los "falsos ídolos".
Imagen: Quelle: Islamischer Staat/Internet
Primeras señales de unidad
Combatientes peshmerga, pertenecientes al Kurdistán iraquí, montan guardia en un puesto de control en el norte del país. Los kurdos fueron los primeros en reaccionar ante Estado Islámico y se convirtieron en los enemigos más fieros de los yihadistas. En abril de 2015 anunciaron alianzas con otros grupos para plantar cara a las tropas radicales.
Imagen: picture-alliance/dpa/T. Rassloff
Renace la esperanza
En mayo de 2016, el primer ministro de Irak, Haidar al Abadi, anunció que el Ejército estaba preparando una gran ofensiva para recuperar Mosul. Sus tropas, entrenadas por Estados Unidos, contarían con respaldo aéreo de la coalición internacional en esta misión. Antes, las unidades iraquíes recuperaron otras ciudades que habían caído en manos de los yihadistas, como Faluja.
Imagen: Getty Images/AFP/S. Hamed
El Estado Islámico retrocede
El 16 de octubre de 2016 comenzó la anunciada ofensiva, que cuenta también con la participación de las poderosas unidades kurdas peshmerga y milicias locales, tanto sunitas como chiitas. Rápidamente, gracias a la envergadura de la operación, los iraquíes recuperaron parte del terreno perdido en 2014. Estado Islámico se batió en retirada con la ilusión de resistir en la parte oeste de la ciudad.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Al-Rubaye
Mujeres peshmerga, en el frente de batalla
Las unidades kurdas atacan por el norte. Las fuerzas iraquíes por el sur y por oriente. Por el oeste se suman milicias chiitas. Estado Islámico está rodeado y Mosul debería caer en las próximas semanas. Los peshmerga, junto a otros grupos, anunciaron este 6 de noviembre que lanzarán una operación para liberar también a Al Raqa, en Siria.