BBC recibe quejas por excesiva cobertura del príncipe Felipe
14 de abril de 2021
Tras la muerte de Felipe, la BBC cambió por completo su programación. No a todos los espectadores les gustó: la emisora se vio inundada de quejas. La BBC tuvo que crear un formulario especial en su sitio web.
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La BBC (Corporación británica de radiodifusión) ha recibido un inmenso número de quejas de los telespectadores por la excesiva cobertura televisiva del difunto marido de la reina Isabel II, el príncipe Felipe. Tal y como anunció la BBC, incluso tuvieron que crear temporalmente su propio formulario en línea para hacer frente al gran número de cartas.
Sin embargo, la cadena pública no reveló exactamente el número de quejas recibidas. Por su parte, The Times reportó que la cifra ascendía a más de 110.000. Esto supondría un récord de quejas en la historia de la televisión británica, superando el anterior máximo de 63.000 provocado por la proyección de Jerry Springer: The Musical en 2005.
"El público se merece poder elegir la programación"
El expresentador de la BBC Simon McCoy, que recientemente se marchó para unirse a GB News, fue uno de los que criticaron a la corporación. "BBC1 y BBC2 mostrando lo mismo. Y presumiblemente el Canal de Noticias también. ¿Por qué? Sé que es un gran evento. Pero seguro que el público se merece poder elegir la programación", escribió en Twitter.
Por otro lado, The Guardian aseguró que el gran número de quejas podría deberse también a los cambios en los hábitos de visualización.
Las cifras de telespectadores también revelaron el gran descontento por la cobertura que se le dio a la muerte del príncipe Felipe. Según reportó The Guardian, la BBC One, que es tradicionalmente el canal que los británicos encienden en los momentos de importancia nacional, bajó un 6 % respecto a la semana anterior, según el análisis de las cifras de audiencia realizado por Deadline.
Para la BBC Two la decisión fue aún peor: perdió dos tercios de su audiencia. ITV sufrió una caída similar después de abandonar su programación del viernes por la noche para emitir los homenajes al duque.
FEW (BBC, The Washington Post, The Times, Daily Mail, The Guardian)
En fotos: once cosas poco conocidas sobre Felipe de Edimburgo
El príncipe Felipe de Edimburgo pasó más de seis décadas a la sombra de su esposa, la reina Isabel II, con gran lealtad y una propensión a mostrarse poco respetuoso de lo políticamente correcto.
Imagen: Ralph Heimans/Buckingham Palace/AP/picture alliance
Sacrificios para casarse con Isabell II
Felipe tuvo que hacer varios sacrificios para poder casarse en 1947 con la entonces princesa Isabel. Renunció a su título de príncipe de Grecia y Dinamarca para tomar la nacionalidad británica y convertirse en duque poco antes de su boda y en príncipe de Reino Unido en 1957. Era de religión ortodoxa, pero aceptó abandonarla para convertirse en anglicano y, para complacer a su novia, dejó de fumar.
Imagen: Central Press/dpa/picture-alliance
Renuncia a su carrera como oficial de la Royal Navy
Tras la muerte del rey Jorge VI, que propulsó a su joven esposa al trono en 1952, Felipe tuvo que renunciar a su prometedora carrera como oficial de la Royal Navy. Tuvo que aceptar, asimismo, que la familia real, y por lo tanto los hijos de la pareja, no llevasen su apellido, sino el de su esposa. Y aunque aspiraba a ser visto como monarca, debió resignarse a un eterno papel de secundario.
Imagen: Illustrated London News Ltd/Mary Evans Picture Library/picture alliance
Rechazo inicial de la familia real
Isabel II siempre lo describió como su "roca" y su "apoyo", pero la familia Windsor estaba lejos de la satisfacción cuando la joven princesa anunció que quería casarse con él. Según el diplomático y escritor Sir Harold Nicolson, el rey Jorge VI y su esposa lo encontraban "grosero, mal educado y sin modales" y consideraban "que sería probablemente infiel".
Imagen: PA/dpa/picture-alliance
Rey de lo políticamente incorrecto
Su temperamento fue efectivamente volcánico, sin ninguna consideración por lo políticamente correcto, aunque en los últimos años se calmó. "¿Lograron que no los comieran?", preguntó a un joven británico que venía de viajar por Papúa Nueva Guinea en 1998. "Ustedes tienen mosquitos, yo tengo periodistas", dijo en Dominica en 1966. Luego compararía a los periodistas con los monos de Gibraltar.
Imagen: PA Chris Radburn/dpa/picture-alliance
Sin morderse la lengua
En otra ocasión, un niño le confesó que quería ser astronauta, y el duque le respondió que estaba demasiado gordo para volar. Cuando se le preguntó si le gustaría visitar la Unión Soviética, dijo: "Me encantaría visitar Rusia, aunque esos cabrones asesinaron a la mitad de mi familia" (en alusión a la suerte de los Romanov). En la foto, Felipe en la premiación de un torneo de Polo en 1966.
Imagen: Express Newspapers/picture alliance
Allegados alemanes del príncipe
En el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial, la aristocracia británica se sentía incómoda con los allegados alemanes del príncipe. Sus cuatro hermanas mayores, casadas con príncipes alemanes cercanos al Reich, no fueron invitadas a su boda con Isabel. En la foto, Felipe de Grecia y Dinamarca de bebé en la década de 1920.
Imagen: London Express/dpa/picture-alliance
"Muévete, repollo"
El apodo cariñoso con que el príncipe se dirigía a su esposa se hizo público en 2006 con la película "The Queen", en la que, cuando se mete en la cama, le dice "muévete, repollo". Esto podría provenir de una traducción de la expresión francesa "mon petit chou" ("mi pequeño repollo"), ya que Felipe vivió siete años en Francia cuando era niño. En la foto, la pareja con el príncipe Carlos en 1949.
Las relaciones con su hijo mayor, Carlos, "nunca fueron especialmente cálidas" y llegaron a su nivel más bajo en 1995, según el semanario "The Mail". Los dos hombres se habrían declarado "la guerra" tras la decisión del duque de talar 63 viejos robles en el parque del castillo de Windsor. El príncipe Carlos, ecologista convencido, habría acusado a su padre de vandalismo, según el diario.
Imagen: PA/dpa/picture-alliance
Un padre duro y frío
A menudo descrito como un padre duro y frío, cuando Carlos era un niño joven y sensible decidió enviarlo al austero pensionado escocés de Gordonstoun, cuyos rigores habrían endurecido al atlético Felipe pero resultaron un verdadero infierno para su hijo. En la foto, la familia real británica visita el Partenón en Atenas en 1964.
Imagen: Bob Haswell/Express/Getty Images
Pasatiempos favoritos
El duque de Edimburgo era conocido por su amor por los caballos y por las actividades ecuestres como el polo y las carreras de carruajes, un deporte en el que compitió para Reino Unido. También le gustaba escribir, pilotar aviones y tenía gran afición por los automóviles. Sin embargo, la pasión del príncipe por la pintura era menos conocida.
Imagen: Chris Radburn/dpa/picture alliance
Pintor entusiasta
Coleccionista de obras de arte, también pintaba él mismo: su obra más célebre es un cuadro de 1965 en que se ve a su esposa leyendo la prensa matutina y titulado "La reina en el desayuno, castillo de Windsor". En la foto, cuadro del príncipe Felipe pintado por el artista de origen australiano Ralph Heimans en el año de su retirada de los compromisos públicos en 2017. (few: afp, efe)
Imagen: Ralph Heimans/Buckingham Palace/AP/picture alliance