El festival presentará una gran retrospectiva sobre el arte fílmico alemán de 1966. Esta sección abarcará la cinematografía tanto de la República Federal de Alemania como de la desaparecida República Democrática Alemana.
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La fecha fue bien seleccionada. Hace medio siglo, en ambas partes de la Alemania dividida se producían acontecimientos extraordinarios en lo que se refiere al cine. En la República Federal de Alemania, directores como Alexander Kluge, Peter Schamoni o Volker Schlöndorf cosechaban sus primeros éxitos internacionales. Hacía cuatro años que se había firmado el “Manifiesto de Oberhausen”, que proclamaba una renovación del cine alemán occidental. Filmes como “Veda para zorros” o “El joven Törless” conquistaban al público más allá de las fronteras alemanas.
En cambio, en la Republica Democrática Alemana, el quehacer cinematográfico se debatía entre el auge y la censura. Algunos filmes sobresalientes producidos en aquel país fueron proscritos y sacados de la circulación. Entre ellos destacan algunos clásicos que solo pudieron ser vistos después, como “Karla” o “Rastros de piedras”, de directores como Hermann Zschoche o Frank Beyer.
“El año de 1966 fue extraordinario pues se produjeron joyas fílmicas tanto en el este como en el oeste de Alemania, con las cuales e exploraron nuevos caminos artísticos. La retrospectiva 2016 mostrará la clara apertura y el afán experimental en una época de ruptura”, dice Dieter Kosslick, director de la Berlinale.
El festival mostrará del 11 al 21 de febrero del año próximo tanto cortometrajes como filmes de duración mayor. Por primera vez participará en ella el Museo del Cine y la Televisión de la capital alemana, con su propia muestra de películas. Además, se presentará una gran variedad de programas de televisión producidos en 1966.
En cuanto a la retrospectiva, las cintas incluidas serán presentadas a partir de abril de 2016 en Nueva York. Uno de los socios de la muestra es precisamente el Museo de Arte Moderno (MoMA) de la urbe estadounidense.
"Reina del desierto", de Herzog: ¿un melodrama?
El cineasta alemán Werner Herzog llevó a la pantalla grande la vida llena de aventuras de la investigadora y agente británica Gertrude Bell, en Cercano y Medio Oriente, con Nicole Kidman como protagonista.
Imagen: 2015 PROKINO Filmverleih GmbH
Camellos y tormentas de arena
La película de Werner Herzog sobre la vida de la arqueóloga, escritora y agente británica Gertrude Bell (1868-1926) es un espectáculo cinematográfico y una biografía fílmica a la vez. "Reina del desierto" cuenta la historia de una mujer que se adelantó a su tiempo. Se estrena en Alemania este 3 de septiembre.
Imagen: 2015 PROKINO Filmverleih GmbH
Investigadora y agente secreta
Gertrude Bell viajó a comienzos del siglo pasado varias veces a Cercano y Medio Oriente. Trabajó como investigadora, y más tarde también de manera no oficial como agente secreta de Gran Bretaña.
Imagen: 2015 PROKINO Filmverleih GmbH
Encuentro con Lawrence de Arabia
Durante sus viajes, Gertrude Bell llegó a conocer a Thomas Edward Lawrence, conocido como "Lawrence de Arabia". En el film, Nicole Kidman protagoniza a Gertrude Bell, y Robert Pattinson personifica a Lawrence cuando era joven.
Imagen: 2015 PROKINO Filmverleih GmbH
Amor bajo el sol del Oriente
Si bien Werner Herzog se atiene a los datos históricos en esta obra, no se ciñe a una cronología demasiado estricta. El director otorga un amplio espacio narrativo al romance de Gertrude Bell con el diplomático británico Henry Cadogan, de quien se enamora perdidamente. Pero Cadogan muere demasiado temprano.
Imagen: 2015 PROKINO Filmverleih GmbH
Historias del corazón
En la película de Herzog, Gertrude Bell conoce más tarde a otro diplomático británico, esta vez, casado: Richard Wylie, protagonizado por Damian Lewis. También esta historia romántica ocupa mucho lugar en la narración. Algunos críticos señalan que a los personajes les falta la garra de otros filmes, como "Fitzcarraldo" o "Aguirre, la ira de Dios".
Imagen: 2015 PROKINO Filmverleih GmbH
Nicole Kidman, en primer plano
En este film no se puede negar que Werner Herzog quiso que Nicole Kidman brillara como "Reina del desierto". Y se puede decir que lo logró, en una película en la que el trasfondo histórico, que hubiera sido clave, pasa a un segundo plano, según los críticos.