La calma vuelve a Múnich tras alerta por posibles atentados
1 de enero de 2016
Había "amenazas concretas", desveladas por servicios secretos aliados, que "no podían ser ignoradas". Más de medio millar de agentes tomaron las dos estaciones de tren donde se sospechaba que atentaría Estado Islámico.
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"No vamos a dejar que los terroristas quieran dictar nuestras vidas", dijo el ministro del Interior del estado federado de Baviera, Joachim Hermann (a la derecha en la imagen). En una rueda de prensa ofrecida en la madrugada de este primero de enero, informó de que la organización terrorista Estado Islámico había planeado un atentado suicida en Múnich, la capital de esta región del sur de Alemania.
Informaciones procedentes de servicios secretos aliados habían hecho saltar la alarma, ante lo que la policía desalojó la estación central de la ciudad y la del barrio de Passing, donde se esperaba que pudieran producirse los atentados en torno a la medianoche, además de recomendar a la población evitar las aglomeraciones de gente. La policía ha anunciado que ambas estaciones volvían a ser abiertas al público a las 4.15 (advirtiendo que "permaneceremos en el lugar con los ojos bien abiertos" y mostrándose "felices de que nada haya pasado").
El jefe policial de la ciudad, Hubertus Andrä (izquierda en la imagen), detalló durante la rueda de prensa que el atentado iba a ser perpetrado por un grupo de entre cinco y siete hombres. Era una "amenaza concreta" que no podía ser ignorada, dijo, a pesar de no estar confirmada.
La amenaza obligó a la policía a desplegar a unos 550 agentes. Sin embargo, los controles policiales hasta ahora no han dado resultado alguno ni se han producido detenciones.
Hermann comparó la situación con la que se vivió hace pocas semanas en Hannover donde un partido de fútbol entre Alemania y Holanda tuvo que cancelarse debido a la amenaza terrorista. "Todavía espero que esta noche termine en paz", dijo Hermann.
LGC (dpa / EFE)
Un Año Nuevo especial
¿Algo distinto para celebrar la llegada del nuevo año?
Imagen: Getty Images/A. Hassenstein/Bongarts
Festejar dos veces
¿Tiene ganas de viajar en el tiempo? Las ciudades de Haparanda (Suecia) y Tornio (Finlandia) lo hacen posible. Ambas se encuentran en husos horarios distintos, pese a que solo las separa un río. Lo genial es que un puente las une. En consecuencia, a la medianoche se puede brindar por el nuevo año primero en Finlandia y, una hora más tarde, hacer lo mismo en Suecia.
Imagen: Verena Hölzl
Récord en Madeira
En Portugal saben cómo recibir el nuevo año debidamente. Sus fuegos artifciales han logrado incluso un sitial en el Libro de los Récords de Guinness. Oficialmente se trata del mayor espectáculo pirotécnico del mundo. Música en vivo y puestos con delicias varias traen anualmente a miles de turistas.
Imagen: picture-alliance/dpa/Lusa Homem De Gouveia
Amore Festival
También en Roma, la "Ciudad Eterna" saben celebrar. Se suele festejar en las plazas públicas, con fuegos artificiales y música en vivo. Un evento especialmente atractivo es el Amore Festival, que esta vez tendrá lugar del 30.12.2015 al 02.01.2016. Este festival de música electrónica, que se inició a comienzos de 2004, se ha convertido entretanto en el festival de Año Nuevo más popular de Europa.
Imagen: Getty Images
Fiesta de disfraces en Weymouth
Quien se preocupa de sus atuendos, disfrutará especialmente del Año Nuevo en la ciudad de Weymouth. Allí tiene lugar la mayor fiesta de disfraces de Año Nuevo de toda Inglaterra. El espectáculo se extiende desde el centro de la ciudad hasta el puerto. En el Hope Square, en Brewers Quay y en la famosa Jubilee Clock Tower se ofrece música en vivo, comida y bebida para despedir el año.
Imagen: Simon Menner/BStU2013
Llegar a la cumbre
Más deportivo es el asunto en Tanzania. Un operador turístico alemán invita a escalar el Kilimanjaro, la montaña más alta de África. Se requiere una caminata de varias horas, de modo que se recomienda tener buena condición física. Tras celebrar la llegada del año, el descenso se inicia el 1 de enero.
Imagen: cc-by-Evan Forester
Cena en el desierto
Romántico y tranquilo es uno de los panoramas que ofrece Marruecos. Allí se puede pasar la noche de Año Nuevo en el Sahara, el mayor desierto del mundo. Por ejemplo, como huésped de un campamento de nómadas. Con ellos se puede disfrutar de especialidades regionales al calor de una fogata. Algo que resulta muy grato, en vista de que la temperatura baja por las noches a hasta menos 10 grados.
Imagen: DW/B. Elasraoui
De blanco, en Río
Más tradicional es el Año Nuevo en Brasil, concretamente en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro. Allí es costumbre acudir a la playa con vestimenta blanca. Se ofrendan flores, perfumes, muñequitos y pequeños botes hechos por la misma gente a la diosa del mar, Yemayá. El contraste lo ofrecen las fiestas playeras que hacen de esta experiencia algo único.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Sayao
Fiesta vikinga
En la isla de Rügen se festeja como en tiempos de los vikingos. Un pueblo vikingo, con una gran fogata, un mercado medieval y actos ceremoniales esperan al visitante. Hay espectáculos de combates y verdaderos barcos vikingos. Y, por supuesto, fuegos artificiales. Los más valientes inauguran el 1 de enero la temporada de baño en las gélidas aguas del mar.
Imagen: Wikingerschiffsmuseum in Roskilde/Werner Karrasch
Las alturas de Oberstdorf
Quien quiere subir alto, puede pasar el Año Nuevo en el centro de esquí de Oberstdorf. Allí se miden normalmente los mejores esquiadores del mundo, pero no esa noche. Por eso, el visitante puede tener una vivencia muy especial. Después de una cena, se sube al centro de los trampolines de esquí, desde donde se tiene una vista perfecta de los fuegos artificiales.