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La CDU de Merkel gana primer pulso frente a Schulz

26 de marzo de 2017

Al voto del Sarre se le había dado rango de barómetro de la carrera a la cancillería, tanto por ser el primer test en las urnas del superaño electoral, como por estar gobernado por una gran coalición como la de Berlín.

Landtagswahl Saarland Annegret Kramp-Karrenbauer
Imagen: picture alliance/dpa/P.Dietze

La Unión Cristianodemócrata o CDU, liderada por la canciller, Angela Merkel, se impuso hoy (26.03.2017) claramente al Partido Socialdemócrata, el SPD, que lidera Martin Schulz, en el primer pulso del año electoral alemán, en el estado federado de Sarre y a seis meses de los comicios generales en que ambos lucharán por la Cancillería. El llamado "efecto Schulz", esto es, el repunte atribuido por los sondeos al SPD bajo el liderazgo del expresidente del Parlamento Europeo, no surtió efecto, o por lo menos, no se dio a escala del pequeño "Land" del Sarre, donde este domingo se celebraron comicios regionales.

La CDU de Merkel, fuerza dominante en ese estado federado desde hace 18 años, obtuvo un 40 por ciento de los votos, lo que no solo la confirma como primera fuerza regional, sino que supone un incremento de casi un 5 por ciento respecto a las regionales de 2012. El SPD quedó prácticamente inalterable en un 30 por ciento. Ahora todo apunta a una reedición de la gran coalición que gobierna ahora en el Sarre, la misma constelación que a escala federal dirige Merkel en Berlín y que este "Land" lidera su correligionaria Annegret Kramp-Karrenbauer. Una semana después de haber sido elegido líder del SPD con el voto del cien por cien de los militantes, Schulz admitió su "decepción" por el resultado de su partido este domingo.

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Alta participación

Lo ocurrido en el "Land", donde se había pronosticado un codo a codo entre las dos grandes formaciones, deja cuando menos en entredicho los sondeos que apuntan a un empate técnico al 33 por ciento entre sus filas y las de la canciller en las generales del 24 de septiembre. "La buena noticia es que ha habido una alta movilización. Y esto es bueno para todas las fuerzas democráticas", apuntó Schulz, en una primera reacción ante la televisión pública, en alusión al 70 por ciento de participación, casi diez puntos por encima de la registrada en 2012.

La teórica competencia entre iguales entre el bipartidismo tradicional actuó, según los primeros análisis, en detrimento de las formaciones minoritarias. En tercera posición quedó La Izquierda, con un 12,9 por ciento, tres puntos menos que en 2012, lo que aleja al SPD de una hipotética alianza con ese partido, surgido de la escisión provocada en 1999 en las filas socialdemócratas por el veterano político Oskar Lafontaine. La posibilidad de que el SPD y esa formación izquierdista llegasen a ser una alternativa de poder habría disparado también las expectativas ante una constelación semejante a escala nacional, capaz de asumir el poder en Berlín apuntalada por Los Verdes.

Barómetro de las elecciones de septiembre

La opción de los populistas de derechas, la Alternativa para Alemania o AfD, se situó en un 5,9 por ciento y logra así entrar otra cámara regional, la undécima del total de 16  estados federados del país. Ello apuntala sus expectativas de acceder al Bundestag, el Parlamento federal, algo que en toda la historia no logró ninguna formación de ese espectro. Pero aparentemente se ha roto la línea ascendente de esa formación, inmersa en una sucesión de trifulcas internas, o al menos ha perdido ímpetu respecto al año pasado, en que obtuvo el resultado récord del 24 por ciento en Sajonia Anhalt o, en lo que respecta al oeste, del 15 por ciento en Baden Württemberg. Los Verdes, socio tradicional del SPD, quedaron fuera de la cámara regional, con un 4,1 por ciento -el mínimo para obtener escaños es el 5 por ciento-, el Partido Liberal  o FDP se situó en el 3,3 por ciento y los Piratas, fuerza emergente hace apenas cinco años, cayeron a un mínimo 0,7 por ciento.

Al voto de los 800.000 electores del Sarre, en un país de 82 millones de habitantes, se le había dado rango de barómetro ante la carrera a la Cancillería, tanto por ser el primer test en las urnas del año como por estar gobernado por una gran coalición. Se la consideraba una oportunidad para calibrar, además del llamado "efecto Schulz", el factor del desgaste en el poder sobre Merkel, quien aspira a lograr su reelección para un cuarto mandato.

A los comicios de este domingo en el Sarre seguirán, el 7 de mayo, los de Schleswig-Holstein, un "Land" fronterizo con Dinamarca, donde gobierna un tripartito entre el SPD, Verdes y el partido de la minoría danesa SSW. Una semana después, se celebrarán regionales en el populoso estado de Renania del Norte-Westfalia, donde la primera ministra, la socialdemócrata Hannelore Kraft, gobierna con Los Verdes. 

MS (dpa/efe)

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