La cerca de seguridad alrededor de Cisjordania se seguirá construyendo, así lo declaró el primer ministro israelí, Ariel Sharon durante su entrevista con el presidente norteamericano, George W. Bush. Este muro de seguridad había sido calificado por el líder norteamericano como un problema para el proceso de paz en Oriente Medio. Después de que primer ministro palestino, Mahmud Abbas, se encontrara el fin de semana (27.07) con Bush, el encuentro de éste último con Ariel Sharon levantaba expectativas.

Observadores creían que sobre Sharon se ejercería una fuerte presión para hacer concesiones en el proceso de paz, cuya denominada "Hoja de Ruta" fuera elaborada por la Unión Europea, Rusia, Estados Unidos y las Naciones Unidas y que prevé una serie de pasos para el establecimiento de un Estado palestino independiente en 2005. En rueda de prensa conjunta, Sharon declaró, sin embargo: "La cerca de seguridad continuará siendo construida", agregando que se trataría de minimizar sus efectos sobre los palestinos.

Seguirán la discusión

Según analistas, Bush -que ya en la reunión con Abbas se mostrara preocupado por el cerco de seguridad de 350 kilómetros que Israel levanta alrededor del territorio palestino- se opondría a la construcción de dicho cerco y exigiría explicaciones a Sharon. Sin embargo, su presión no parece haber dado ningún resultado. Según declaraciones del presidente norteamericano, ambos mandatarios han hablado sobre el espinoso tema y lo seguirán discutiendo.

Mientras tanto en Ramallah, el líder palestino Yaser Arafat calificaba la cerca de seguridad de un "nuevo muro de Berlín". Las protestas han sido masivas en Cisjordania. El gesto de buena voluntad con que llegó Sharon al encuentro fue la promesa de liberar a 540 prisioneros palestinos, incluidos 210 militantes islámicos. Sin embargo, los palestinos quieren la libertad de 6000 prisioneros que permanecen en las cárceles de Israel. "Lo que ha estado implementando hasta ahora es magro", declaró Arafat.

El proceso de paz se ve amenazado, así la opinión generalizada, a pesar de que el cambio manifestado por el líder israelí –alejándose de su otrora inflexible línea- deja la puerta abierta al optimismo, puesto que a pesar de la tradición pro-israelita de Estados Unidos, éste está interesado en que el plan preparado por el llamado Cuarteto del Medio Oriente tenga éxito.