Este año lo más especial de la XXV Conferencia Antidrogas auspiciada por la Agencia Estadounidense Antidroga (DEA) es que por primera vez tiene lugar fuera del continente americano, en Madrid. Representantes, responsables y expertos del campo de la lucha antidrogas se dan cita en la capital española para, como cada año, intercambiar información, estandarizar métodos y diseñar objetivos comunes. Y revisar si se han cumplido los objetivos de la última conferencia. La máxima responsable de la DEA, Karen Tandy, presidió la apertura con un llamamiento a favor de la cooperación internacional para combatir un fenómeno que, según sus cálculos, mueve anualmente 322.000 millones de dólares.

En concreto

El emergente tráfico de drogas en África, las estrategias para la lucha contra el flujo de drogas, el blanqueo de capitales y la relación entre el tráfico de estupefacientes e Internet son los temas que en esta conferencia se tratarán en grupos de trabajo regionales: región andina, cono sur, Caribe, México-América Central, Europa-África, Lejano Oriente y Sudeste asiático-Asia central. La necesidad de aunar esfuerzos a estas alturas de la globalización y del internet se ha vuelto un imperativo. Aparte de la lucha contra la droga, fundamental es, según la DEA, seguir la pista del dinero. Por ello, el esfuerzo de los 84 países que asisten a la conferencia debe ir encaminado, primordialmente, a identificar a los jefes financieros de las redes del narcotráfico.

Europa consume más

La globalización tiene su reflejo en el mundo de la droga, aseveran los expertos. Así en este momento los chinos venden precursores de coca en la región del Caribe -zona por donde, según un informe del Banco Mundial, pasa el 40% de su volumen mundial. Ciertas redes nigerianas compran heroína en Afganistán y la venden en Europa. Y redes colombianas buscan en Guinea Bissau nuevas vías para su mercancía destinada al Viejo Continente. Según cifras que manejan tanto la DEA como el Banco Mundial, mientras que en Estados Unidos el consumo de cocaína está bajando, en Europa crece.

En 2005, el 80% de esta droga que no tuvo como destino Estados Unidos, fue a parar a Europa, siendo España la puerta de entrada. Brasil y México acusan un repunte del tráfico y venta de cocaína, asevera el fiscal general de México, Eduardo Medina Mora. Debido al descenso del consumo en Estados Unidos, estos países latinoamericanos se han establecido como mercados alternativos para colocar el volumen sobrante destinado al norte.

Más cooperación europea

Entre los 82 Estados que integran la conferencia, la mayoría de los europeos se encuentran como observadores; Alemania entre estos últimos. Por otra parte, tanto la Agencia Policial Europea (Europol) -que combate el terrorismo, el tráfico de drogas y la criminalidad internacional- como la Agencia de Observación de Drogas y su Consumo colaboran con la DEA y participan del encuentro. Respecto al papel europeo, el ministro colombiano de Defensa, Juan Manuel Santos, declaró previo a la conferencia: "queremos más concientización y más compromiso" por parte de una Unión Europea. Que ésta participe en el Plan Colombia - marco en el cual desde el año 2000 el Gobierno de Estados Unidos entregó a su principal aliado en la región unos cuatro mil millones de dólares- es uno de sus objetivos.

Medio ambiente

El tema del medio ambiente también está presente en la conferencia. En Colombia, por ejemplo, se han perdido de manera irrecuperable 2,5 millones de hectáreas de bosques tropicales por los cultivos de coca. Además, los precursores químicos para el procesamiento de la hoja de coca son de un alto nivel tóxico y no son biodegradables.

Una reflexión profunda de todo lo que supone una raya de cocaína plantean, básicamente, los países mayormente afectados por la producción y el tráfico. Una reflexión y medidas para combatir su ingreso y la criminalidad lo que les es imperativo a los del otro bando. Las tramas financieras y los caminos cibernéticos están en la mira.