La influencia que otrora ejercían los funcionarios sudamericanos en la administración del fútbol internacional es historia. En la FIFA, la Conmebol ha perdido un terreno difícil de recuperar.
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Hasta no hace mucho tiempo, funcionarios de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) como el histórico Joao Havelange, su yerno Ricardo Teixeira o los expresidentes Nicolás Leoz y Eugenio Figueredo, eran considerados “pesos pesados” en la FIFA. Sin su visto bueno, y su intervención, pocas cosas eran posibles en la administración del balompié internacional.
Hoy la historia es otra: los grandes del pasado se han retirado, están huyendo de la justicia, o están siendo investigados. Los demás apenas si se atreven a levantar la voz ante el temor de ser salpicados aún con más fuerza por los escándalos que los rodean; o aún peor, cuando se posicionan abiertamente, terminan en el bando perdedor.
Sin candidato
Uno de los mejores ejemplos de esta situación se aprecia al revisar la nueva alianza de la Conmebol con la UEFA. En mayo pasado, tras las detenciones en Suiza de un sinnúmero de funcionarios latinoamericanos señalados por la justicia de los Estados Unidos de haber cometido delitos en su país, la fidelidad al entonces presidente de la FIFA, Joseph Blatter, quedó en entredicho.
La UEFA pudo contar entonces con votos de la Conmebol para la elección de su candidato, el príncipe jordano Ali bin al-Hussein. Blatter, sin embargo, volvió a ganar, y el fútbol sudamericano salió derrotado. Pese a ello, si se escogía al aspirante correcto, todavía estaba latente la posibilidad de salir vencedores en febrero del 2016.
Entonces la Conmebol se plantó de nuevo al lado de los europeos y respaldó abiertamente la candidatura de Michel Platini, presidente de la UEFA, como sucesor de Joseph Blatter en la FIFA. Cuando el francés fue suspendido por el Comité de Ética de la organización, los funcionarios sudamericanos criticaron la medida, abogaron por su levantamiento, y terminaron acallados esta semana cuando se confirmó la fecha de la elección del nuevo jefe del fútbol mundial. Esta determinación redujo casi a cero las posibilidades de Platini a ocupar el cargo.
Sin voz
Sudamérica se quedó sin candidato a la presidencia de la FIFA, y ante los escándalos que embargan a su fútbol, tampoco parece estar en condiciones de presentar uno propio. El paraguayo Juan Ángel Napout, presidente de la Conmebol, anunció tajantemente en declaraciones a la radio de su país que no piensa postularse para dirigir el balompié mundial. “La prioridad es limpiar nuestra casa”, dijo a la Radio Uno de Asunción.
Su posición es comprensible, al fin y al cabo él tiene ahora un gran embrollo por resolver luego de que se conociera recientemente que el empresario de marketing deportivo José Hawilla, cuya firma Traffic participaba de los derechos de la Copa América, confesó haber sobornado regularmente a funcionarios del fútbol sudamericano en el último cuarto de siglo.
Napout tiene pocos argumentos a su favor para hacerse escuchar en las reuniones de la FIFA. A ello se suma que sus colegas sudamericanos en el Comité Ejecutivo de la organización tampoco levantan la voz. El colombiano Luis Bedoya mantiene un bajo perfil y el brasileño Marco Polo del Nero ha dejado de asistir a las citas en Suiza en precaución de una nueva acción de detenciones como las que ocurrieron en mayo pasado.
Del Nero, según informó el diario Estado de Sao Paulo, planea renunciar a su cargo a partir del próximo mes de diciembre. Su situación es ejemplar para lo que acontece con la Conmebol en el gobierno del fútbol: ante tantos problemas propios es imposible ocuparse de problemas ajenos en la FIFA.
Blatter, el fin de una carrera (jun. 2015)
La Comisión de Ética de la FIFA puso fin adelantado a la era de Joseph Blatter al frente del fútbol mundial. Su trayectoria atravesó durante cuatro décadas a la institución, en las que venció casi todas las crisis. Casi.
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Blatter: el rey da la pelea
Joseph Blatter no quiere dejar su puesto así como así y este viernes presentó un recurso en contra de la sanción que le impuso el Comité de Ética de la FIFA, sanción que lo inhabilitó por 90 días de su cargo como presidente. Blatter asegura haber recibido un trato injusto y, por medio de sus abogados, dijo sentir "decepción y disconfiormidad" por la suspensión.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Yusni
Ambiciones en jaque
Pero la Comisión de Ética no solo suspendió al presidente de la instittución, sino que también apuntó sus dardos contra el jefe de la UEFA, Michel Platini. Esto pone en dificultades al francés, que ambicionaba convertirse en el sucesor del suizo al mando de la institución deportiva. Ahora lo tiene mucho más difícil.
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Carrera veloz
Cuando Blatter llegó a la FIFA en 1975, ya contaba con un currículo interesante. Había sido secretario de la Federación Suiza de Hockey, jefe de prensa de la Asociación Deportiva Suiza y director de relaciones públicas en una empresa fabricante de relojes. A instancias del jefe de Adidas, Adolf Dassler, llegó al ente del balompié y se convirtió en secretario general en 1981.
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En la cima
Luego de ser secretario general bajo la presidencia del brasileño Joao Havelange durante 17 años, el ambicioso Blatter tuvo su oportunidad de alcanzar el poder. En 1998 ganó las elecciones contra el expresidente de la UEFA, Lennart Johansson (izq.), y se convirtió en el sucesor de Havelange. De inmediato comenzaron los rumores de que había comprado votos.
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Enormes pérdidas
Blatter fue acusado continuamente de mala gestión financiera. Apenas un año después de su elección, su propio secretario general, Michel Zen-Duffinen (derecha), se lanzó a la ofensiva y acusó al suizo de haber generado pérdidas en comercialización por más de 100 millones de dólares. Blatter evitó una investigación interna, superó una demanda en los tribunales y sacó del camino a Zen-Ruffinen.
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Y el ganador es... ¡Alemania!
En el verano de 2000, el suizo se convirtió en un hombre determinante para el fútbol alemán. Todos estaban atentos a sus labios cuando avisó que el Mundial de 2006 se realizaría en Alemania. Los fanáticos se alegraron con este cuento de hadas y Blatter, mientras, seguía cimentando su poder dentro de la institución. En 2002 volvió a ganar, otra vez en medio de rumores de compra de votos.
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El enemigo interno
En estos años, un estrecho colaborador de Blatter fue Mohammed bin-Hammam, miembro ejecutivo de Qatar en la FIFA. Apenas Blatter vio en su aliado a un competidor, su relación se rompió. En 2011, Bin Hammam se presentó como rival del suizo en las elecciones de la FIFA, pero surgieron acusaciones en su contra por sobornos. Renunció a la candidatura y después fue suspendido de por vida por la FIFA.
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En los círculos de poder
A Blatter le gustaba codearse con los cícrulos de poder. Secretarios generales de la ONU, presidentes, el Papa... tarde o temprano, el hombre más poderoso del mundo se reunía con todos. En 2004 se encontró con el héroe sudafricano Nelson Mandela, a quien finalmente le prometió que el próximo mundial de fútbol se realizaría en África. De hecho, Sudáfrica tuvo el honor en 2010.
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Contra todos
En las elecciones de 2015, el escenario no parecía tan halagüeño. El surgimiento de varias candidaturas hizo suponer que el camino sería más pedregoso. Pero poco a poco comenzaron a bajarse todos y solo quedó el príncipe jordano Ali bin al Hussein. Ni siquiera la detención de altos funcionarios de la FIFA en Zúrich evitó las elecciones. Blatter volvió a ganar y se lanzó contra sus críticos.
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Sí, renuncia, pero no todavía
Cuatro días después de su polémica reelección como presidente de la FIFA, Joseph Blatter dio un paso al costado. Anunció que dejaría el cargo, pero a comienzos de 2016. Durante 17 años fue el principal hombre de la institución del balompié. Y aunque muchos pidieron que se fuera de inmediato, Blatter se negó. Quería quedarse hasta que su sucesor fuera elegido.
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Y al final...
Así quedaba esta historia. Pero ahora la justicia suiza se lanzó directamente contra Blatter. La acusación: venta de derechos de transmisión televisiva del Mundial a precio de oferta a su exvicepresidente, Jack Warner, además de un dudoso pago millonario a Michel Platini. La Comisión de Ética de la FIFA hizo lo propio, sacando tanto a Blatter como a Platini de circulación.
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La FIFA planea reunión de emergencia
Ahora el comité ejecutivo de la FIFA debe decidir si celebra una reunión de emergencia tras la suspensión de Blatter. La semana entrante la entidad tomará una resolución al respecto, dijo este viernes 9 de octubre un portavoz, quien sostuvo que los miembros del comité consultarán con el presidente en funciones de la FIFA, el camerunés Issa Hayatou (en la foto), el procedimiento estándar a seguir.