“Las fábricas de automóviles europeas se encuentran en plena lucha por la supervivencia. Detrás del glamour de los pabellones bien decorados se oculta el miedo”, dice Ferdinand Dudenhöffer, de la Universidad de Duisburg-Essen, el gurú de la industria automovilística alemana, de cara a la apertura del Salón del Automóvil de París. El motivo: los europeos compran cada vez menos automóviles debido a la crisis. Hay expertos que ya pronostican que el año 2013 será el peor del sector desde hace 20 años. Y las ventas en los mercados externos también se reducen, aunque los conocedores estiman que allí los negocios registrarán un incremento del uno por ciento.

A pesar de que en el Salón del Automóvil de París se presentarán nuevos modelos, nadie tiene grandes esperanzas de que la situación cambie. Ni VW, con su nuevo modelo de Golf, ni Renault, con el Clio, ni Opel, con el nuevo y pequeño Adam. Ford presenta su reciente Mondeo; Citroën, su DS3 Cabrio, y Toyota, su Auris Combi. Los expertos advierten que “esa gran cantidad de nuevos modelos, en realidad, podrían movilizar al mercado, pero la crisis lo impide”, explica Dudenhöffer, y añade que “los mercados del automotor en el sur de Europa se encuentran en caída libre”.

Pérdidas millonarias para Europa

Un ejemplo es Ford, cuyo volumen de ventas en la Unión Europea cayó un siete por ciento en los primeros siete meses de 2012. Solo en el primer trimestre, acumuló pérdidas por más de 400 millones de euros. Ahora, la filial europea del grupo estadounidense anunció que eliminará en Europa varios cientos de puestos de trabajo. También Opel, Peugeot y Citroën se están preparando para enormes pérdidas en lo que resta del año. “El mercado automotor en Europa es un desastre”, se lamenta el presidente de Fiat, Sergio Marchionne, que antes vendía muchos vehículos pequeños en el sur europeo.

Según Ferdinand Dudenhöffer, el 2013 será el peor año en cuanto a ventas en Europa occidental desde 1993, debido a que el pronóstico de ventas es de 11,6 millones de automóviles, en comparación con los 11,9 millones de este año. El grupo francés PSA, con sus marcas Peugeot y Citröen, es el primero en apretar el freno: luego de 819 millones de euros de pérdidas en el primer semestre de 2012, PSA planea cerrar una fábrica en París, y se cuenta con la desaparición de unos 8.000 puestos laborales.

Alarma entre los fabricantes de autos “Premium”

Pero eso no es todo. Ferdinand Dudenhöffer está seguro de que esta crisis recién acaba de comenzar. “España tiene un 25 por ciento de desempleo, algo que no se solucionará dentro de dos o tres años. Francia, Italia y Portugal están ante la amenaza de una recesión, y Grecia ya la está viviendo. Es decir, que la crisis económica europea acaba de comenzar”, afirma.

La crisis también se hace sentir entre los fabricantes de automóviles “Premium”. DaimlerBenz estima que se producirá una retracción en las ventas en el rubro de vehículos particulares, y ya está tomando medidas de ahorro: “En Europa tenemos un panorama de mercado cada vez más complicado”, admite el presidente de DaimlerBenz, Dieter Zetsche. Incluso en el una vez floreciente mercado chino, la situación está empeorando de manera significativa.

Es de esperar que se produzcan verdaderas batallas por los descuentos. Al menos eso demuestra la reciente campaña de Opel, con su garantía de devolución de dinero: los compradores pueden probar un automóvil Opel durante 30 días, a lo largo de 3.000 kilómetros, y devolverlo si no están conformes. La oferta parece generosa, pero revela, según los observadores, una estrategia desesperada.

Hasta Volkswagen, el grupo que, de acuerdo con entendidos en el ramo, sufre menos las consecuencias de la crisis, reacciona con nerviosismo. Martin Winterkorn, presidente de VW, dijo este martes en una reunión de personal en la central de la empresa, en Wolfsburgo, que se acercan tiempos difíciles. Mientras el nuevo VW Golf todavía no salió de fábrica, VW ya promociona los descuentos, algo nunca antes visto.

Autor: Rolf Wenkel/ Cristina Papaleo

Editor: Emilia Rojas-Sasse