La Repubblica, de Roma: “La crisis en las bolsas y los mercados financieros internacionales -desencadenada por la burbuja especulativa de los créditos inmobiliarios estadounidenses- amenaza ahora también con contagiar a la economía real y arrastrar al consumo a una espiral descendente. Se trata de un peligro ‘importado’ por Europa desde el otro lado del Atlántico y ya se perciben en los gobiernos de la UE los primeros síntomas de alarma en cuanto al crecimiento económico. Todavía no hay pronósticos oficiales, pero las repercusiones de la crisis podrían influir en las próximas previsiones de crecimiento en los diversos países.”

¿Decisiones acertadas?

Der Standard, de Viena: “En el fondo, podría uno opinar que se debería dejar actuar a las fuerzas de la economía de mercado, es decir, que aquellos actores que cometieron errores deberían quebrar, para que se produzca una catarsis. Hay varios fondos Hedge que nadie echaría de menos. Pero cuando bancos que suelen actuar correctamente y son de propiedad pública se encuentran en aprietos porque un par de personajes que quisieran ser estrellas de Wall Street no se midieron, el Estado debe intervenir pese a todo. (...) La pregunta es si la inyección de dinero barato o la reciente rebaja de los intereses en Estados Unidos fueron decisiones acertadas a largo plazo, si son positivas para el funcionamiento del sistema o si conducirán a una futura inflación e impedirán el saneamiento de las estructuras.”

Profesionales y aficionados

Markische Allgemeine, de Potsdam: “Primero fue el banco IKB, ahora el Banco del Estado de Sajonia. Y la lista de los institutos crediticios alemanes afectados por la crisis del mercado inmobiliario estadounidense de seguro no termina ahí. Llama la atención que los grandes bancos comerciales no reporten pérdidas. Allí están los profesionales que mueven los grandes engranajes, mientras en otros sitios hay aficionados que intentan jugar en la primera división. Las cajas de ahorro y los bancos regionales no se deben dejar deslumbrar: sólo en negocios de alto riesgo se puede obtener rentas de capital de 15, 20 o más por ciento. A todas luces, la tentación fue demasiado grande para algunos. El banco regional de Sajonia afirmaba hace pocos días que todo estaba en orden. O bien fue ignorancia, o una descarada mentira.”