El viaje del mandatario, el segundo que hace un líder norteamericano a la isla en la convulsa historia entre ambos países, es un nuevo hito del deshielo iniciado por los Gobiernos hace 15 meses.

Obama se dirigió a los cubanos con un nuevo guiño apenas llegó a La Habana. La cuenta de Twitter del presidente difundió un mensaje de saludo a los cubanos instantes después de que el Air Force One presidencial tocara suelo habanero. "¿Qué bolá, Cuba?" que en la isla equivale a un "qué tal". "Acabo de aterrizar aquí, esperando por encontrarme y oír directamente a los cubanos", agregó el mandatario en inglés tras llegar a La Habana.

La familia presidencial inició su visita con un paseo por las calles coloniales del centro histórico de la ciudad. Sólo una intensa lluvia deslució un poco la caminata por La Habana Vieja. El encargado de la recuperación del patrimonio arquitectónico de la ciudad, el historiador Eusebio Leal, acompañó a Obama en su visita entre otros al Palacio de los Capitanes Generales en La Habana Vieja.

Reunión con clérigo católico

El mandatario estadounidense se reunió después en la Catedral con el arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega, uno de los pocos interlocutores reconocidos por el castrismo fuera del aparato gubernamental en la isla.

La familia Obama cenó más tarde en un "paladar", como se conoce a los nuevos restaurantes privados en la isla. El "paladar" San Cristóbal, en el distrito de Centro Habana, atiende sobre todo a turistas y visitantes extranjeros, debido a los precios demasiado elevados para el bolsillo de los locales.

Con su visita en Cuba Obama quiere dar también una señal de apoyo a la apertura económica en la isla. El lunes, al margen del programa oficial, el presidente estadounidense participará también en un foro con "cuentapropistas", como se conoce a los pequeños emprendedores en la isla. Gracias a las reformas de mercado de Raúl Castro, medio millón de personas trabajan en tanto en el sector privado, según cifras oficiales.

Comienzo de la visita empañado por arresto de disidentes

Decenas de opositores fueron detenidos horas antes de la llegada de Obama el barrio de Miramar, en el oeste de la capital, durante la marcha que organiza todos los domingos al mediodía el grupo opositor Damas de Blanco.

En la isla "hay un clima de represión política a propósito de la visita del presidente Obama", dijo el activista de derechos humanos Elizardo Sánchez, portavoz de la proscrita Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN).

Las expectativas en torno a la visita de Obama hasta el martes son enormes. Obama celebrará el lunes una reunión oficial con Raúl Castro, que lo agasajará por la noche con una cena de Estado en el Palacio de la Revolución. Obama no verá al expresidente Fidel Castro.

JOV (dpa, efe)