El Chaos Computer Club (CCC) no tiene problema alguno en describirse como el gremio de hackers más grande de Europa, aun cuando muchos medios siguen empleando el término hacker para referirse a los expertos en informática que aplican sus destrezas con fines delictivos. Los miembros de esta asociación, fundada en Berlín en 1981, cuentan con que, a estas alturas, la mayoría de la gente conoce las metas y el alcance de sus actividades. Según el sitio web del CCC, su objetivo es reconciliar los adelantos tecnológicos con el desarrollo social.

De eso y más se ha hablado en su 29° encuentro anual, que se celebra en el centro de convenciones de Hamburgo desde el jueves (27.12.2012) y revela hasta qué punto ha crecido este colectivo. Los organizadores de esta cumbre aseguran que 6.000 personas habrán asistido a sus charlas y mesas redondas cuando el evento concluya este 30 de diciembre. Otro aspecto que salta a la vista al observar la muchedumbre que atendió al llamado del CCC es su homogeneidad: este es, sin lugar a dudas, un bastión de hombres blancos.

¿A qué se debe que en un proyecto tan pluralista, democrático y descentralizado predominen las personas de sexo masculino y caras pálidas? La vocera del CCC, Constanze Kurz, intenta explicar este fenómeno trayendo a colación la notable ausencia de mujeres, inmigrantes y personas de piel oscura –sean europeas o no– en las carreras relacionadas con la informática; éstas son las canteras de donde sale la mayoría de los afiliados al CCC. Diversificar el perfil de sus miembros es una tarea pendiente para este grupo de hackers.



“¡Esa no es mi responsabilidad!”

“Durante las revueltas de la ‘primavera árabe’, algunos dictadores en el Cercano Oriente, como el líder egipcio Hosni Mubarak, bloquearon el acceso de los ciudadanos a Internet. El CCC emprendió acciones para tratar de apoyarlos en términos técnicos. Habría sido muy provechoso tener a mujeres y hombres en nuestras filas que dominaran la lengua árabe”, cuenta Kurz, agregando que, aunque este gremio tiene buenos contactos con activistas políticos del sureste europeo, los países que más respaldo necesitan del CCC están en otras regiones.

China, India, Rusia. En fin, lugares en donde la lucha por mayor libertad de información y menos censura en la red está comenzando. El lema del 29° encuentro anual del CCC es “¡Esa no es mi responsabilidad!”. La frase alude a una afirmación atribuida a Wernher von Braun: el célebre constructor de cohetes alemán dijo que él estaba a cargo de concebir esos artefactos y no de decidir dónde caían. La selección de esta cita busca persuadir a los asistentes de sentirse responsables por el uso que algunos Estados hacen de las tecnologías de la información, vigilando a los ciudadanos y limitando su acceso a la información.

Autores: Claudia Hennen / Evan Romero-Castillo
Editor: Diego Zúñiga