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La cumbre del autobloqueo

21 de octubre de 2016

Una región belga paraliza a toda la UE. Por lo demás, la cumbre europea no destacó precisamente por la unidad y la ministra de Comercio canadiense dio por terminado el CETA y se marchó.

Brüssel EU Gipfel Gruppe May Merkel
Imagen: picture-alliance/dpa/T. Roge

La firma del CETA, el tratado comercial de la Unión Europea con Canadá, debiera haber sido acordada por la Unión Europea y no a nivel nacional. Pero el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, se dejó convencer el pasado mes de julio de abandonar esta tradición. Así pues, no solo el Parlamento Europeo, sino también los parlamentos nacionales debían aprobar el acuerdo.  "Esto es un error que otros me han obligado a cometer”, dijo al respecto Juncker este viernes (21.10.2016). Pero la canciller alemana, Angela Merkel, considera que, si la Comisión Europea hubiera sido la única responsable del CETA, "hubieran aparecido otras dificultades”.

Juncker ya ha advertido: "Si no estamos en condiciones de cerrar un acuerdo comercial con Canadá, no sé como vamos a poder lograr acuerdos con otros lugares del mundo”.  Juncker se refiere fundamentalmente al TTIP, el planeado tratado comercial con Estados Unidos. Pero también se trata de cuestiones más básicas. Hay quien considera que está en peligro la capacidad de la Unión Europea para ser tomada en serio como unidad. 

Los países africanos deben retener a los migrantes

Esto es algo que ya se había puesto de manifiesto en relación con Rusia. Los jefes de Estado y de Gobierno dedicaron duras palabras a los bombardeos rusos sobre la ciudad siria de Alepo. Y al final se echaron atrás en su intención de imponer nuevas sanciones a Rusia y optaron por una formulación suavizada, por la cual se reservan la posibilidad de aplicar sanciones "con todas las opciones disponibles”. Varios países deseaban un acercamiento hacia Rusia por motivos económicos. En otros casos, como el del primer ministro húngaro Viktor Orban, se trata de razones ideológicas. Merkel, por su parte, dejó entrever que hubiera preferido una formulación más dura.

Por el contrario, el tema de la migración concitó suma unidad. Mejor dicho, la forma en que debe ponerse freno a la migración africana no deseada por el mar Mediterráneo. La Unión Europea quiere llegar a acuerdos con distintos países africanos. El objetivo es, por un lado, ayudar a estos países en su desarrollo, para que menos personas tengan la necesidad de migrar a Europa a buscar su suerte. Por otro lado, los Gobiernos de esos países deben frenar la migración y acoger de vuelta a aquellos migrantes que vengan de Europa deportados. Muchos representantes europeos discuten que haya relación entre la ayuda al desarrollo y la retención en sus países de los migrantes, pero de eso precisamente se trata.

May hace esperar a la Unión Europea

Y queda la cuestión de la decisión tomada por los británicos de que haya un "brexit”. Aunque el referéndum del pasado mes de junio ha sacudido a la Unión Europea como ningún otro acontecimiento, un extraño silencio se ha apoderado del tema. El resto de la Unión Europea espera hasta que los británicos activen el artículo 50 de la Constitución europea para salir. La primera ministra May tensó un poco las cuerdas durante su primera cumbre europea como jefe de Gobierno y deja en el aire los tiempos y la forma en que se producirá la salida.

Hasta que llegue ese momento, la Unión Europea se niega a negociar sobre cómo serán las futuras relaciones. Lo dejó claro el presidente del Consejo, Donald Tusk. May es consciente de que en las negociaciones "habrá momentos difíciles”. Pero ha prometido que el Reino Unido jugará un papel constructivo y abierto mientras el país siga siendo miembro de la Unión Europea y eso puede durar todavía varios años. Después, "será también un socio estrecho”.

Para May, esta cumbre no fue necesariamente una visita a la boca del lobo, tal y como algunos medios planteaban. Solo protestó el presidente francés, François Hollande: "Si Theresa May quiere un ‘brexit' duro, se enfrentará a duras negociaciones”. Otro francés, Michel Barnier, mediador jefe de la UE para las negociaciones del "brexit”, dijo que quería que las conversaciones se llevaran a cabo en francés. El portavoz de May no quiso hacer comentarios al respecto mientras no haya una petición formal sobre ello.

Autor: Christoph Hasselbach

 

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