La selva amazónica retrocedió un 9,5% más, hasta la cifra más alta en los últimos 12 años: 11.088 km². "El plan de Bolsonaro ha sido exitoso", se lamentan los grupos ecologistas del país.
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La deforestación en la Amazonía brasileña aumentó 9,5% entre agosto de 2019 y julio de 2020 en comparación con el período exactamente anterior, lo que constituye el segundo récord consecutivo en 12 años, según datos preliminares oficiales publicados este lunes (30.11.2020).
La destrucción de la mayor selva tropical del mundo totalizó 11.088 km² entre agosto de 2019 y julio de 2020, equivalente a 7,4 veces el territorio de la Ciudad de México, arrojó el sistema de vigilancia de deforestación PRODES, del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE).
Entre agosto de 2018 y julio de 2019, el mismo sistema de vigilancia contabilizó 10.188 km² arrasados, lo cual había marcado un aumento del 43% frente a los doce meses precedentes. Estos han sido los peores años desde 2008, cuando se registraron 12.911 km² deforestados. El incremento del último período se produce a pesar del envío de una operación militar a la selva para controlar las actividades ilícitas durante los períodos más intensos de deforestación e incendios.
El nuevo balance fue criticado por organizaciones no gubernamentales. "La visión de desarrollo del gobierno Bolsonaro para la Amazonía nos lleva de vuelta al pasado, marcado por altas tasas de deforestación. Es una visión retrógrada que no condice con los esfuerzos necesarios para lidiar con las crisis de clima y biodiversidad", cuestionó Cristiane Mazzetti, gestora ambiental de Greenpeace.
"Los números simplemente muestran que el plan de Jair Bolsonaro ha sido exitoso. Ellos reflejan el resultado de un proyecto muy exitoso de aniquilación de la capacidad del Estado y de los órganos de fiscalización de cuidar nuestros bosques y combatir el crimen en la Amazonía", afirmó, en un comunicado con tono irónico, la red de grupos ecologistas Observatorio del Clima.
lgc (afp/efe)
Incendios forestales en la Amazonia: Brasil en estado de emergencia
En 2019, estallaron los peores incendios en la Amazonía brasileña en décadas. En muchas áreas del país, los siniestros han dejado una huella de devastación. Una mirada a las proporciones aterradoras de la tragedia.
Imagen: Imago Images/Agencia EFE/M. Sayao
El pulmón verde está en llamas
El humo espeso se extiende sobre gran parte del Amazonas. Desde el aire se observa mejor la dramática y progresiva destrucción de la selva tropical. Enormes paredes de fuego consumen inmensas áreas forestales. El humo también refleja la catástrofe ambiental en desarrollo: el "pulmón verde" de nuestro planeta está en llamas.
Imagen: Imago Images/Agencia EFE/J. Alves
Bomberos en jornada continúa
Troncos de árboles carbonizados que siguen ardiendo. Miles de bomberos exponen sus vidas intentando dominar las llamas. Al parecer, sus esfuerzos ya no son suficientes. Bajo la presión de la comunidad internacional, el Gobierno de Brasil decidió enviar fuerzas militares para ayudar a los bomberos locales.
Imagen: picture-alliance/dpa/AP/E. Peres
Decenas de miles de incendios forestales desde principios de año
El tiempo corre: siete de los 26 estados de Brasil han declarado el estado de emergencia y han pedido ayuda al gobierno central. Las estadísticas son dramáticas: según el instituto de investigación espacial brasileño INPE, desde el comienzo del año ha habido más de 75.000 incendios forestales, un aumento del 84%, en comparación con el mismo período del año anterior.
Desafortunadamente, los grandes incendios forestales son comunes en este país sudamericano. Ocurren durante la estación seca. Pero las causas son, a menudo, provocadas por el hombre: los ambientalistas dicen que los agricultores y ganaderos son responsables del reciente aumento de incendios. Queman los bosques para ganar tierras de cultivo y de pastoreo para sus reses.
Imagen: picture-alliance/dpa/AP/L. Correa
Infraestructura en riesgo
La proximidad de los incendios forestales a áreas habitadas se observa en esta imagen, tomada cerca de la ciudad de Cuiabá, en el Matto Grosso (centro de Brasil). Al borde de la carretera 070, que conecta la región con la vecina Bolivia, las llamas arden amenazantes cerca de los autos que pasan.
Imagen: picture-alliance/dpa/AP/a. Penner
Protestas contra el gobierno de Bolsonaro
La resistencia al gobierno Bolsonaro crece en muchas partes del país. Su política ambiental es una de las principales razones del descontento popular. Bolsonaro ha abogado repetidamente por el desarrollo económico de la cuenca del Amazonas. Debido a su reacción vacilante ante los incendios ha sido criticado en todo el mundo.
Imagen: Imago Images/Agencia EFE/M. Sayao
Brasil recibe apoyo de la comunidad internacional
Los estados del G7 han prometido unos 20 millones de euros en ayuda de emergencia. Esta está destinada principalmente a financiar la compra de aviones cisterna para apagar incendios. Más de la mitad de los fondos provienen del Reino Unido: el país había anunciado una inyección de efectivo equivalente a 11 millones de euros.