Amazonía: la degradación causa más daño que la deforestación
24 de septiembre de 2020
Una investigación publicada por la revista estadounidense Science asegura que, en poco más de 20 años, la degradación fue más perjudicial para los bosques de la Amazonía que la deforestación.
Publicidad
Science, la reconocida revista científica y órgano de expresión de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS) publicó un nuevo estudio sobre la Amazonía. En él se explica que la deforestación no es el principal motivo por el que se daña la superficie del bosque tropical sudamericano, sino que es la degradación, un fenónemo menos conocido y difícil de detectar, pero que en los últimos 22 años generó un mayor impacto en la zona.
En la investigación se detalla que al menos 308.311 kilómetros fueron deforestados entre 1992 y 2014, mientras que 330.427 kilómetros fueron destruidos a causa de la degradación en el mismo periodo. En conjunto, ambos fenómenos afectaron poco más del 30% del bioma, es decir, el casi otro 70% corresponde a la parte del bosque que está preservada.
El artículo publicado explica que no se conoce mucho sobre la degradación de los suelos debido a que la deforestación se ha llevado principalmente la atención por parte de los organismos de control y de desarrollo. La deforestación sería más fácil de medir, mientras que el control de la degradación ocurre, por ejemplo, dentro de los bosques, por lo que es más difícil localizarla.
El fenómeno de la degradación, ocasionado generalmente por la constante perturbación de la naturaleza, ha resultado ser más perjudicial para la salud de los bosques de la Amazonía porque cambia el tipo de suelo, el ecosistema e impide que este pueda generar bienes o prestar servicios para sus beneficiarios, como la capacidad de almacenar carbono y agua.
"Los suelos degradados contienen un estado de salud que no pueden proporcionar los bienes y servicios normales del suelo en cuestión en su ecosistema", se puede leer en el sitio web de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Los investigadores analizaron alrededor de 1.200 imágenes satelitales para intentar detectar la degradación en la Amazonía. Ellos tuvieron que ir personalmente a las zonas descubiertas para analizar en terreno el estado de salud de la tierra y los bosques. La tasa de destrucción podría ser cercana a un 40% y la suma entre los fenómenos de degradación y deforestación habría acabado ya con un millón de metros cuadrados.
En conclusión, los científicos consideran que ambos fenómenos deberían ser mirados y analizados por igual, para de esta forma entender los daños que se le están generando a uno de los "pulmones verdes" del planeta.
JU (science.sciencemag.org, earth.com, elespectador.com, fao.org)
Incendios forestales en la Amazonia: Brasil en estado de emergencia
En 2019, estallaron los peores incendios en la Amazonía brasileña en décadas. En muchas áreas del país, los siniestros han dejado una huella de devastación. Una mirada a las proporciones aterradoras de la tragedia.
Imagen: Imago Images/Agencia EFE/M. Sayao
El pulmón verde está en llamas
El humo espeso se extiende sobre gran parte del Amazonas. Desde el aire se observa mejor la dramática y progresiva destrucción de la selva tropical. Enormes paredes de fuego consumen inmensas áreas forestales. El humo también refleja la catástrofe ambiental en desarrollo: el "pulmón verde" de nuestro planeta está en llamas.
Imagen: Imago Images/Agencia EFE/J. Alves
Bomberos en jornada continúa
Troncos de árboles carbonizados que siguen ardiendo. Miles de bomberos exponen sus vidas intentando dominar las llamas. Al parecer, sus esfuerzos ya no son suficientes. Bajo la presión de la comunidad internacional, el Gobierno de Brasil decidió enviar fuerzas militares para ayudar a los bomberos locales.
Imagen: picture-alliance/dpa/AP/E. Peres
Decenas de miles de incendios forestales desde principios de año
El tiempo corre: siete de los 26 estados de Brasil han declarado el estado de emergencia y han pedido ayuda al gobierno central. Las estadísticas son dramáticas: según el instituto de investigación espacial brasileño INPE, desde el comienzo del año ha habido más de 75.000 incendios forestales, un aumento del 84%, en comparación con el mismo período del año anterior.
Desafortunadamente, los grandes incendios forestales son comunes en este país sudamericano. Ocurren durante la estación seca. Pero las causas son, a menudo, provocadas por el hombre: los ambientalistas dicen que los agricultores y ganaderos son responsables del reciente aumento de incendios. Queman los bosques para ganar tierras de cultivo y de pastoreo para sus reses.
Imagen: picture-alliance/dpa/AP/L. Correa
Infraestructura en riesgo
La proximidad de los incendios forestales a áreas habitadas se observa en esta imagen, tomada cerca de la ciudad de Cuiabá, en el Matto Grosso (centro de Brasil). Al borde de la carretera 070, que conecta la región con la vecina Bolivia, las llamas arden amenazantes cerca de los autos que pasan.
Imagen: picture-alliance/dpa/AP/a. Penner
Protestas contra el gobierno de Bolsonaro
La resistencia al gobierno Bolsonaro crece en muchas partes del país. Su política ambiental es una de las principales razones del descontento popular. Bolsonaro ha abogado repetidamente por el desarrollo económico de la cuenca del Amazonas. Debido a su reacción vacilante ante los incendios ha sido criticado en todo el mundo.
Imagen: Imago Images/Agencia EFE/M. Sayao
Brasil recibe apoyo de la comunidad internacional
Los estados del G7 han prometido unos 20 millones de euros en ayuda de emergencia. Esta está destinada principalmente a financiar la compra de aviones cisterna para apagar incendios. Más de la mitad de los fondos provienen del Reino Unido: el país había anunciado una inyección de efectivo equivalente a 11 millones de euros.