1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW
PolíticaGuatemala

Democracia de Guatemala, "sometida a una prueba de estrés"

31 de agosto de 2023

Continúan los procedimientos judiciales contra el partido de Bernardo Arévalo, pero no impedirán que asuma la presidencia de Guatemala, estiman expertos consultados por DW.

Bernardo Arévalo, rodeado de fotógrafos y otra gente, en la jornada electoral del 20 de agosto de 2023.
Bernardo Arévalo, en la jornada electoral de este 20 de agosto de 2023.Imagen: Pilar Olivares/REUTERS

La suspensión provisional del Movimiento Semilla, el partido del presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, volvió a encender las alarmas. En Estados Unidos y en la OEA se ha criticado la medida y el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, ha manifestado preocupación por "por los persistentes intentos de socavar los resultados electorales mediante acciones jurídicas".

La "judicialización" del proceso electoral guatemalteco ha sido una constante. Edgar Ortiz, experto en derecho constitucional y riesgo político, explica a DW que ya antes de la primera vuelta electoral del 25 de junio, "la coalición gobernante se propuso sacar de la contienda electoral a los rivales políticos que, según ellos, tenían posibilidades de ganar".

Jordán Rodas, quien se proponía postular a la vicepresidencia, lo vivió en carne propia. El antiguo Procurador de Derechos Humanos de Guatemala (2017-2022), que vive desde hace un año en el exilio, fue vetado por una acusación en su contra, sin haber sido sentenciado. "La justicia en Guatemala está altamente corroída por la corrupción y cooptada por el crimen organizado", dice a DW, y afirma que la suspensión de Semilla es "arbitraria".

Como un "escándalo" califica el portavoz de política exterior para Latinoamérica del partido Los Verdes en el Parlamento alemán, Max Lucks, los "ataques sistemáticos contra el ganador de las elecciones y la cooptación de instituciones democráticas por parte del 'Pacto de los corruptos'". Según comunicó a DW, considera fundamental que el Movimiento Semilla y Arévalo sean protegidos de intimidaciones y ataques o atentados, como lo demanda también la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

"No hay vuelta atrás"

Semilla está de momento en el foco. Porque su triunfo fue inesperado y complicó la estrategia inicial, según Ortiz. "Es mucho más fácil sacar a un candidato antes de las elecciones que después. Ahora que Semilla y Bernardo Arévalo ya han sido sin electos, es más difícil sacarlos. Pero, de todas formas, insisten en esa judicialización", observa. No obstante, opina que la ratificación del triunfo de Arévalo por parte del Tribunal Supremo Electoral (TSE) "da mucha esperanza".

El TSE, en el foco de la pugna electoral.Imagen: Johan Ordonez/AFP/Getty Images

También destaca positivamente ese hecho Stefan Jost, director de la oficina de la Fundación Konrad Adenauer para Guatemala y Honduras. "La democracia de Guatemala está sometida a una prueba de estrés", diagnostica. Pero, dentro del complejo panorama, ve dos señales muy claras: el resultado de las elecciones y el hecho de que el TSE haya declarado a Arévalo presidente electo.

"Eso está oficializado ahora y no hay paso atrás. Por eso, creo que, dentro de todo, estamos en una situación, por lo menos legalmente, muy clara y definida. El proceso contra Semilla, como partido, sí es un factor problemático, pero habrá que ver cómo las instancias resuelven eso en las próximas semanas", dice a DW. Y subraya que "aunque lo declararan ilegal y cancelaran su personería jurídica, eso no afectará que Arévalo asuma el poder el 14 de enero de 2024. Esas son cosas independientes".

El parlamentario alemán Max Lucks advierte, por su parte, que "si el partido se viera incapacitado para actuar o se suspendiera el trabajo de los diputados por engañosas razones políticas, ello equivaldría a una crisis en las relaciones entre Guatemala y Alemania". 

Respetar la voluntad de cambio

El acompañamiento de la comunidad internacional es un factor importante, al igual que "la presión ciudadana para que se respete el Estado de derecho, la voluntad popular manifestada en las urnas", expresa Jordán Rodas. El exprocurador de derechos humanos de Guatemala ve, a corto y mediano plazo, un futuro complejo por la "resistencia del statu quo, ante el inminente cambio de rumbo que significa que Bernardo Arévalo asuma el 14 de enero. Para ello, es indispensable garantizar su vida y que no sea criminalizado", insiste.

Por su parte, el abogado Ortiz se muestra convencido de que Arévalo tomará posesión en la fecha prevista. Pero teme que el camino sea accidentado. "Creo que, de aquí a enero, seguiremos viendo intentos por afectarlo. Seguiremos viendo acusaciones políticas, y creo que veremos intentos por evitar que tome posesión, pero sinceramente no veo que la agenda antidemocrática pueda triunfar".

Ortiz basa su apreciación en la legitimidad derivada de las urnas y el hecho de que los oponentes de Arévalo no forman un bloque monolítico. "La agenda antidemocrática no tiene el apoyo popular. Los candidatos que representaban esa agenda antidemocrática perdieron. Fueron rechazados por el pueblo. Y la fragmentación hace que no todos los actores que son contrarios a Semilla vayan a apoyar necesariamente un golpe. No es tan fácil para esa coalición estar de acuerdo en tirar la democracia a la basura. No veo ese acuerdo entre la elite política".

El triunfo electoral de Bernardo Arévalo fue contundente, con cerca de un 60 por ciento de los votos en la segunda vuelta, y refleja el rechazo a la situación actual. Contravenir esa voluntad de cambio provocaría una grave crisis. Tampoco Jost cree que las cosas lleguen a ese punto. "Hay mucho descontento, pero hay también mucha esperanza de que las cosas cambien para mejor", afirma. 

Sin embargo, advierte Jost, "eso también va a ser una carga para el nuevo Gobierno, porque existe el peligro de que la gente está esperando demasiados cambios en muy corto tiempo, y eso en ningún país del mundo es posible".

(rml)

Ir a la siguiente sección Descubra más