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La demolición de las esperanzas

Eva Usi20 de octubre de 2002

El periodista y escritor, Carlos Monsiváis, advierte que la Ciudad de México ya tocó su techo histórico. En entrevista con DW-World, advierte que la ciudad milenaria morirá deshidratada o víctima del secuestro.

Carlos Monsivais, cronista, periodista y escritor mexicano.Imagen: AP

Berlín y la Ciudad de México tienen en común ser ciudades de una gran y accidentada historia. Berlín, la ciudad más grande de Europa antes de la Segunda Guerra Mundial, todavía conserva las cicatrices de la derrota y la división alemana. Esos vestigios mudos del pasado se confunden ahora con la inmensa transformación arquitectónica iniciada tras la caída del muro de Berlín, que recibió un monumental impulso con el traslado del gobierno y el parlamento a la ciudad, hace dos años. "La primera impresión es de asombro" –dice el intelectual mexicano, Carlos Monsiváis, de visita en Berlín. "Sorprende la capacidad de reconstrucción, la brillantez arquitectónica, con todo que tenga uno sus dudas sobre el estilo post-moderno. Asombra la calidad del esfuerzo".

Berlín siempre fue la capital cultural de Alemania y como ninguna otra, refleja la realidad social del país. Es el tubo de ensayo de la integración entre el este y oeste de Europa. La capital multicultural, siempre abierta a lo nuevo y a la influencia de otras culturas, ha dedicado este otoño un lugar especial a una metrópoli hermana: la Ciudad de México.

México en Berlín

Carlos Monsiváis, considerado el cronista más importante de la vida pública en México, conocido por sus críticas radicales a las relaciones de poder en el país y por su lucha por los derechos de la población indígena, es una de las destacadas personalidades invitadas a participar en el maratón cultural Mex-artes. El festival, que se inició a mediados de septiembre y concluirá en diciembre, es la mayor presentación a nivel europeo sobre el arte y la cultura contemporánea de México. Durante tres meses se pueden ver en la ciudad exposiciones de artes plásticas, conciertos de música contemporánea, ciclos de cine, espectáculos de danza, teatro, conferencias y discusiones. Un ambicioso proyecto, que pretende promover el diálogo entre mexicanos y alemanes, entre europeos y latinoamericanos, que inició Alexander von Humboldt hace 200 años.

Una ciudad milenaria

La ciudad de México es la cabeza política, económica y cultural de una nación compleja y antigua, moderna y pujante, heredera de una rica tradición cultural, una economía emergente que aspira ser un interlocutor importante frente a los países industrializados. Una ciudad de contrastes que refleja una dramática realidad, común en Latinoamérica: mientras una minoría privilegiada tiene acceso al bienestar y a un estilo de vida parecido al de los países industrializados, la población indígena mayoritaria sigue atrapada en el círculo vicioso de la pobreza. En el Festival Mex-artes, en Berlín, se ha dedicado un capítulo especial al análisis del desarrollo de la ciudad de México, desde la modernidad hasta la actual sociedad globalizada.

El núcleo temático "Megalópolis", intenta mostrar los procesos de transformación de una cultura nacional en una transnacional, explorando las estructuras del desarrollo urbano de la metrópolis. Un grupo interdisciplinario integrado por científicos, escritores, filósofos, urbanistas y sociólogos mexicanos y alemanes, abordan en un ciclo de conferencias las diversas formas literarias y científicas para leer la ciudad, para descifrarla y reconocer sus contenidos. En las ponencias se intenta comprender sus estructuras y acercarse a la historia contradictoria, incluso destructiva de esta ciudad considerada la más grande del mundo.

La gran Tenochtitlán

"Es prácticamente imposible describir como se ha transformado la ciudad de México en la última década. Desde luego se ha extendido horizontal y verticalmente, el avance es muy imperioso", –dice Monsiváis. "También hemos visto el empobrecimiento de las condiciones de vida de la mayoría, el deterioro del aspecto estético. Pero al mismo tiempo hay una energía social que en parte compensa este desgaste visual, este desplome arquitectónico, esta energía visual está muy presente en el metro en cualquier momento del día, en las multitudes, en las marchas y manifestaciones que casi a diario se ven en la ciudad".

Writer Carlos Monsivais speaks with a Mexican immigration agent while obtaining his credentials Wednesday, July 31, 1996 on a road leading to La Realidad, Mexico. Monsivais and several other intellectuals were attending the Intercontinental Meeting for Humanity and Against Neoliberalism called by the rebel Zapatista army. (AP Photo/Scott Sady)Imagen: AP

En el siglo XV, cuando todavía se llamaba Tenochtitlán, y era el centro de poder de los aztecas, contaba con 150.000 habitantes y era ya la ciudad más grande de las Américas. Tras la conquista española, el lago de Texcoco, sobre el cual fue levantada la ciudad azteca – a través de las llamadas chinampas-, fue drenado, la mayoría de sus pirámides fueron demolidas. La ciudad fue reconstruída por manzanas en estilo colonial como hay casi en toda Latinoamérica. Debido a la devastación por la epidemia de viruela en 1520, la Ciudad de México comenzó su existencia con 30,000 habitantes. Durante los siguientes cuatro siglos el nivel de la población creció despacio, hasta el espectacular crecimiento en el siglo XX.

Explosión demográfica

A partir de los años 50 hubo un incremento en la población de 800 personas diarias. El flujo migratorio de masas de campesinos empobrecidos a las ciudades fue un fenómeno que se produjo en toda América Latina. Los inmigrantes se asentaron bajo condiciones catastróficas en la periferia de la ciudad. Eran asentamientos irregulares sin agua, luz, servicios públicos ni infraestructura, que por las dimensiones que adoptaron, se les llama todavía "ciudades perdidas".

Mexico City skyline is seen on Monday, Nov. 6, 2000. Mexico City marked its first year in a decade without a smog alert, and mountains ringing the city are now visible on more days, but studies released Monday indicated potential problems in coming years. A Massachusetts Institute of Technology study suggested that air pollution in Mexico City plays a role in thousands of deaths every year, and pointed to a new villain: Mexico's old and poorly-maintained diesel freight trucks, whose emissions contribute to the colorless pollutant, ozone.Imagen: AP

La administración urbana ya no pudo cumplir más con sus funciones de desarrollo e integración. El rápido crecimiento de la ciudad fue el resultado de las políticas que favorecieron la concentración de la producción industrial. De 3.1 millones de personas en 1950, la población se incrementó en 5.4 millones en 1960, 9.1 millones en 1979, 13.9 millones en 1980. En 1995 había 15.6 millones de habitantes y hoy en día se estima que la población en la ciudad de México supera los 20 millones.

El mayor problema: el agua

La ciudad de México crece con la misma velocidad vertiginosa característica de epidemias e invasiones y no son pocas las voces que predicen que será la escasez de agua lo que provocará su final colapso.

"Es el problema más grave y el que se está convirtiendo en la pesadilla de los gobernantes, quienes procuran no abordarlo por razones electorales", advierte Monsiváis. "Ciertamente la ciudad de México ya tocó su techo histórico, la escasez de agua se va transformando paulatinamente en la demolición de las esperanzas. Hay problemas de vivienda, de transporte, de contaminación, de empleo".

"Pero si jerarquizamos, el agua tiene a tal punto la responsabilidad primera, como causante de la pérdida de las esperanzas, que estamos viviendo una suerte de fin, a plazos" dice. "El traer agua de otras regiones es carísimo, es un proceso que agotaría casi todo el presupuesto disponible de la Ciudad de México, por un lado, y por otro, se enfrentaría a las reacciones de los habitantes de las zonas desde donde tendría que venir el agua. Estamos en un momento dramático. Ahí es donde digo que la energía social, sin que lo resuelva ni lo compense, si tiene que ver con la continuidad, hay una continuidad del espíritu y un agotamiento de las posibilidades comunitarias" señala.

Tourists ride a water jetski on the beaches of Cancun, Mexico on Saturday, Dec. 15, 2001. Across Mexico, hotel owners and government officials say tourism has largely returned to normal after dropping 12 percent right after the Sept. 11 attacks on the World Trade Center and Pentagon.Imagen: AP

¿Un policía de EEUU para la ciudad?

Aunado al problema de la sobrepoblación y la escasez de agua, los altos índices de delincuencia hacen a la ciudad una de las urbes más inseguras del mundo. Según estadísticas oficiales, en México se comenten 1.600 delitos por cada 100.000 habitantes, y el costo de la violencia criminal en la capital ascendió a 3.000 millones de dólares en el 2001. Un grupo de empresarios autodenominados "México unido contra la delincuencia", contrató a la empresa del ex-alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, quien llegó a la cima de su popularidad con el 11 de septiembre, para que hiciera un diagnóstico sobre la delincuencia en México.

El trabajo del equipo de Giuliani será financiado por un fideicomiso creado por el sector privado, por lo que no representa ningún coste para el Gobierno de la ciudad, que encabeza el alcalde izquierdista Andrés Manuel López Obrador. "El diagnóstico ya se entregó", afirma Monsiváis. "Tolerancia Cero", se llamó el programa de Giuliani con el que redujo la delincuencia a los niveles de 1964. "En Nueva York funcionó porque el mayor problema estaba concentrado en los asaltos, en el uso de armas de fuego o armas blancas para los asaltos y todo lo que esto derivaba", aclara Monsiváis.

Young anarchists march throughs the streets in Monterrey protesting against the U.N. International Conference on Financing for Development, Wednesday March 20, 2002, in Monterrey, Mexico. More than 50 world leaders schedule to arrive for the conference Thuersday and Friday to agree new ways to help reduce world povertyImagen: AP

Más secuestros que asaltos

"El diagnóstico del equipo de Giuliani, dice que lo fundamental ahora en la Ciudad de México no son los asaltos, sino los secuestros y que los secuestros presuponen al mismo tiempo una organización más compleja y una multiplicidad de acciones que no hace ya factible la aplicación de métodos de ‘Tolerancia Cero’ en Nueva York, sino que exige otra estrategia. Estas sugerencias, a medida que se conozcan y se divulguen serán recibidas con gran interés, pero el punto de partida es que la complejidad es completamente distinta a la de Nueva York. La ciudad de México tiene más del doble de habitantes que Nueva York. Manhattan, donde estaba concentrado lo más estruendoso del delito permite un mayor control que la Ciudad de México, pero lo más contundente es que la preeminencia del secuestro sobre los asaltos, obliga a otra consideración en la campaña contra el delito".