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Agricultura mundial depende de fertilizantes rusos

Julett Pineda
17 de marzo de 2022

La guerra en Ucrania golpea también al sector agrícola mundial. Con las sanciones que bloquean los suministros de Rusia, la gran demanda de fertilizantes de productores alternativos amenaza a cultivos en todo el mundo.

Hombre maneja maquinaria que aplica fertilzantes en la agricultura.
Muchos países de Europa y Asia Central dependen de Rusia para obtener más del 50 por ciento de su suministro de fertilizantes. Imagen: Tass/IMAGO

Durante siglos, la familia Conzen ha cultivado cereales, azúcar, remolacha y maíz en Heinsberg, muy cerca de la frontera holandesa. Pero el negocio familiar está pasando por un mal momento debido a los precios de los fertilizantes.

"Los efectos son fatales. Los costos de producción han aumentado exponencialmente", dijo a DW Bernhard Conzen, quien también preside la Asociación Agrícola de Renania. "La recuperación de costos es cuestionable y tenemos grandes necesidades de liquidez", añadió.

La fuerte demanda y los costos más altos de insumos hicieron subir los precios de los fertilizantes ya en 2021, lo que generó un gran preocupación por la seguridad alimentaria. Además, aumentó la inflación en los precios de los productos básicos agrícolas.

Según indica el Instituto de Investigación de Políticas Alimentarias, Rusia es uno de los principales productores de fertilizantes, representa el 15 por ciento del comercio mundial de fertilizantes nitrogenados y el 17 por ciento de las exportaciones mundiales de fertilizantes potásicos. El país también es responsable del 20 por ciento del comercio mundial de gas natural, un componente clave en la fabricación de fertilizantes.

Muchos países de Europa y Asia Central dependen de Rusia para obtener más del 50 por ciento de su suministro de fertilizantes. El sector agrícola alemán obtiene el 30 por ciento de su suministro de Rusia.

"En estos momentos, los precios de los recursos operativos, como los fertilizantes, el diésel y los piensos, están subiendo a niveles récord", dice Johann Meierhöfer, portavoz de la Asociación Alemana de Agricultores. 

Y advierte que, "los altos precios de estos recursos no solo significan mayores necesidades de liquidez para los agricultores, sino que también aumentan los riesgos, ya que los agricultores siempre dependen del clima".

Como consecuencia, los agricultores esperan que los altos costos operativos resulten en cuellos de botella y reducción de la producción.

El sector agrícola alemán obtiene el 30 por ciento de su suministro de fertilizantes de Rusia.Imagen: imago images/CTK Photo/David Tanecek

El precio de los alimentos aumenta

El alza de los precios de la energía y el sobreprecio en gastos logísticos también suponen mayores costos para los consumidores, ya que se espera que los precios de los alimentos sigan aumentando.

"Una parte de este aumento también reacaerá en el consumidor final", advierte Meierhöfer. "Debemos tener en cuenta que la producción agrícola primaria ya ha estado operando con márgenes de beneficio muy pequeños, por lo que no hay mucho margen aquí".

Al igual que Conzen, muchos agricultores alemanes ya se han asegurado suficientes fertilizantes por ahora, pero la dependencia de los suministros de terceros países genera preocupación por las futuras cosechas.

Se espera que el precio de referencia mundial de los fertilizantes aumente un 13 por ciento para 2023, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, lo que supondría más costos de producción y reducción del rendimiento y la producción para las temporadas de cultivo 2022-2023.

Dado que los costos operativos seguirán aumentando, Meierhöfer propone que las autoridades alemanas pueden ayudar a los agricultores, reduciendo su carga fiscal sobre el diésel y presionando a la UE.

"A largo plazo, es importante (garantizar) el suministro de fertilizantes. De lo contrario, tendremos que esperar caídas considerables en los rendimientos de los próximos años", agregó.

Problemas para Brasil

La invasión de Rusia a Ucrania y las sanciones económicas a Rusia también han creado problemas para el sector agrícola brasileño, que importa de Rusia y Bielorrusia el 85 por ciento de las materias primas utilizadas para producir fertilizantes.

Las exportaciones por agronegocios de Brasil ascendieron a 109,2 mil millones de euros en 2021, un aumento del 20 por ciento con respecto al año anterior. Pero los costos operativos y la necesidad de encontrar proveedores alternativos para asegurar las próximas cosechas plantean un nuevo desafío.

La ministra de agricultura de Brasil, Tereza Dias, recurrió a Canadá y Oriente Medio en busca de nuevos proveedores. La semana pasada, Dias también lideró una propuesta respaldada por Mercosur y presentada a la FAO, solicitando la exclusión de los fertilizantes de las sanciones a Rusia.

(rmr/rml)

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