1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

La derrota de una maestra zen

11 de mayo de 2010

La derrota de la canciller Angela Merkel en el estado de Renania del Norte-Westfalia, así como las consecuencias políticas y económicas de la crisis financiera ocupan hoy a la prensa europea.

¿Cuáles son las consecuencias de la derrota de Angela Merkel para la UE?Imagen: AP


Die Presse

, de Viena: “No hacer ningún movimiento en falso: ese era el lema de la canciller alemana Angela Merkel antes de las elecciones regionales en Renania del Norte-Westfalia (NRW). De hecho, el Gobierno de coalición logró permanecer desde que asumió el poder, amén de algunas repetidas agresiones internas, en una parálisis casi total. Ya se trate de la reforma impositiva, de salud o del paquete de ayuda a Grecia, siempre hubo un acuerdo tácito de tomar en consideración el resultado electoral en NRW. Pero la táctica de la maestra zen Merkel no valió realmente la pena. La coalición entre la Unión Cristiano Demócrata (CDU) y el Partido Liberal (FDP) sufrió una derrota demoledora. No sólo perdió en Düsseldorf, sino que incluso perdió la mayoría en la Cámara Alta (Bundesrat) de Berlín. Si, hasta ahora, Merkel apenas quería gobernar, ahora, apenas puede seguir gobernando.”

“Europa pierde su norte”

El Periódico, de Barcelona: “De nada le sirvió a la cancillera Angela Merkel intentar capear el temporal de la crisis griega aplazando la toma de decisiones urgentes. La opinión pública alemana estaba en contra de la ayuda a Grecia y los electores de Renania del Norte-Westfalia, el mayor land alemán con 18 millones de habitantes y una contribución al PIB del 20%, se lo han dicho muy claro castigando severamente a su partido, el cristianodemócrata CDU, y a sus socios de coalición, los liberales del FDP. (…) No obstante, la crisis griega no ha sido el único culpable de esta derrota. Ha sido más bien el resultado de la falta de dirección, un rumbo que la cancillera no ha sabido o no ha podido imponer a la coalición de conservadores y liberales, más ocupada en los últimos meses en las disputas internas que en la gestión de la complicada situación económica. (…) Estos resultados son, además, una pésima noticia para una Unión Europea (UE) que está pasando su propia crisis. Alemania, con gobiernos conservadores o socialdemócratas, era la locomotora y el puntal de la UE. Con una cancillera desautorizada en casa, la Unión Europea quedará más desnortada de lo que ya está.”

“Canciller Merkel no debe temer, por ahora”

Nepszava, de Budapest: “El verdadero perdedor no fue la Unión Cristianodemócrata (CDU), sino su socio de coalición, el Partido Liberal (FDP). Los alemanes no estuvieron de acuerdo con las ambiciones políticas dogmáticas y radicalmente mercantilistas, y, dadas las actuales condiciones, totalmente irracionales, de su líder, Guido Westerwelle. Además, los casos de corrupción en la CDU local contribuyeron al fiasco protagonizado por la coalición. Hace cinco años, la derrota en Renania del Norte-Westfalia del entonces gobernante Partido Socialdemócrata (SPD) tuvo amplia repercusión en la política federal alemana. El ex canciller Gerhard Schröder adelantó las elecciones para luego perderlas. Su sucesora, Angela Merkel, empero, no necesita temer algo así, por ahora.”

“El fin de la estabilidad”

Die Welt, de Berlín: “Imaginémonos que Angela Merkel hubiera seguido con su dureza en la noche del domingo. Que hubiera dicho que no al cometido de sus vecinos europeos de enterrar la independencia del Banco Central Europeo. Y que hubiese insistido en que el Pacto de Estabilidad se fortaleciera. Una posición tan firme podría haber significado el fin del euro. Y ese es exactamente el dilema en el que se encuentran la canciller alemana y la República Federal de Alemania. No nos resulta posible imponer nuestra política de estabilidad en Europa. En la noche del domingo, cuando se jugaba el rescate del euro, Alemania estaba casi sola. La eurozona está dominada por Estados para los cuales la estabilidad de la moneda no es algo tan importante. A la cabeza de ellos está el presidente francés, Nicolas Sarkozy, al que la debilitada canciller ofrece poca resistencia. Todo eso tuvo un final devastador. Lo que ayer estaba tallado en piedra, hoy ya no tiene valor. Y nada representa eso de forma más clara que la pérdida de independencia del Banco Central. En Europa, la división de poderes entre la política financiera y la del dinero ya pasó a la historia.”

Autora: CP/dpa
Editora: Claudia Herrera Pahl

Ir a la siguiente sección Descubra más