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“La desinformación alimenta el odio hacia los migrantes”

Santiago Ospina García
7 de junio de 2017

El documental "Llévate mis amores" aborda la migración desde la perspectiva de Las Patronas, mujeres mexicanas que ayudan a los migrantes. DW habló con su director, Arturo González Villaseñor.

Film Still Llévate mis amores von González Villaseñor
Imagen: R. Serratos

DW: ¿Cómo nace su documental?

Arturo González Villaseñor: La idea era reactivar una radio comunitaria en el Estado de Veracruz. Nos enteramos que había mujeres que lanzan comida a los migrantes para ayudarlos y se organizan para juntar pan y botellas de agua. Nos pareció muy interesante acompañarlas y fue así como un día reunimos víveres y nos fuimos a conocerlas.

 

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¿Y cómo le fue con Las Patronas?

Fue muy impactante conversar con ellas, darles lo que habíamos llevado y ver cómo preparaban los alimentos. Sin embargo, todavía no captábamos cómo era realmente la entrega hasta que fuimos con ellas a las vías del tren. Me partió el alma estar ahí y sentí alegría por poder ayudar a los migrantes, pero también sentí enojo por darme cuenta de lo que estaban pasando esas personas y que las autoridades ignoraran la situación. Seis meses después regresamos al pueblo. Viendo la vida de Las Patronas y los migrantes decidimos contar la historia en una película.

¿Cuál es el mensaje de la película?

Nosotros no queríamos hacer una cinta para denunciar lo que Las Patronas hacen ni para cuestionar la falta de compromiso del espectador. Lo que queríamos era expresar lo que ellas nos hacían sentir, lo que se siente al preparar la comida, al aventarla a los migrantes, lo que se siente al caminar con la abuela, convivir con los migrantes. Creo que es una película que habla de los sentimientos y ese fue nuestro motivo para hacerla.

¿Conocía antes la problemática de la migración hacia Estados Unidos?

Como comunicador social leo mucho sobre política y el papel de los medios. Sabía que migrantes centroamericanos atraviesan México en un tren llamado “La Bestia”. Lo que no sabía era lo que se sentía emprender un viaje y vivir en carne propia lo que leía todos los días. El hecho de estar frente a un tren enorme que carga migrantes y a un momento dado ver y sentir cómo se cruzan las manos de ellos con las de las personas que les dan la comida, eso era algo que yo no había vivido y mucho menos la intensidad y la delicadeza con que Las Patronas hacen su labor.

Imagen: DW/S. Ospina Garcia

¿Diría entonces que en México sí se conoce la problemática de la migración?

¡No, no! Tampoco creo que se conozca. En las proyecciones de la película la gente no conocía el tema y mucho menos a Las Patronas. Además, los principales medios de comunicación desinforman. Lo poco que se dice es que son ladrones o delincuentes, que vienen a robarles el trabajo a los mexicanos; que pertenecen a grupos criminales. La desinformación alimenta el odio hacia los migrantes y no ayuda a comprender el motivo de su tránsito, que va desde lo económico, político y social hasta lo natural.

¿Hay diferencias en la recepción de la gente de Estados Unidos y de Europa?

Sí, hubo diferencias. Me sorprendió que en Europa cada persona tuviera una opinión distinta. La película no dictaba lo que cada uno debía sentir, sino que en cada uno reaccionaba diferente. Por ejemplo, una española en Edimburgo dijo que ella había tenido que migrar después de la crisis de 2008 y que la película le había generado una necesidad de volver a su país y abrazar a su familia. Otra gente estaba enojada porque las autoridades no hacen nada. Otros se llenan de esperanza viendo que unas mujeres desde un pueblo tan pequeño trataban todos los días de cambiar el mundo. También había personas motivadas, con ganas de hacer algo para ayudar a la gente necesitada en sus propias comunidades.

¿Y en Estados Unidos?

En Estados Unidos la película atrae, sobre todo, a latinoamericanos, y fue muy sorprendente ver cómo la película les recordaba su propia emigración y cuando recibieron esas botellas de agua en el camino. Uno veía que esos migrantes habían cumplido su cometido, que habían logrado salir adelante.

Actores y directores mexicanos como Gael García y Alejandro González Iñárritu han realizado películas sobre el tema. ¿Qué impacto ha tenido su documental y hacia dónde espera dirigir su cine?

No me siento con el derecho de opinar sobre el impacto. No sé qué tan lejos llegue la película. Sin embargo, los espectadores nos han dicho que la película sirve para concientizar, para que los jóvenes sepan dónde viven, para descubrir quiénes son estas mujeres. Y tienen toda la razón. Una vez se estrena la película esta deja de ser nuestra y el público se apropia de ella. El público es quien le hace su camino. Yo más que querer seguir luchando por el tema de los migrantes, siento más bien que gracias a esta película encontré hacia dónde voy a dirigir el cine que quiero seguir haciendo, un cine social que refleje nuestro entorno o nuestra sociedad como seres humanos. 

Santiago Ospina García (DZC) 

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