De conformidad con los Acuerdos de Minsk, los territorios separatistas deben seguir siendo parte de Ucrania. En la realidad sucede todo lo contrario: la moneda y los libros escolares son ya rusos.
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A menudo se trata solo de una letra. A las puertas de Donetsk, separatistas prorrusos cambiaron en un cartel una letra por otra, transformando así una palabra en ucraniano en una palabra rusa. Los carteles de calles son sustituidos desde hace meses por indicadores en ruso. “Ya es otro país”, dice en una entrevista Igor Martinov, nombrado alcalde de Donetsk por los separatistas.
En las conversaciones de Minsk, en febrero, fue acordado que las regiones de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania, con sus dos a tres millones de habitantes, recibieran más derechos, pero siguieran formando parte de Ucrania. Angela Merkel, la canciller federal alemana, y François Hollande, el presidente de Francia, lo subrayaron a comienzos de octubre en París en una reunión con Vladímir Putin y Petró Poroshenko.
La realidad es otra. Mientras las armas callan desde comienzos de septiembre, la división de la cuenca carbonífera de Donbass continúa calladamente. Sin que el mundo se dé cuenta se crean hechos consumados. Eso sucede sin que Moscú tome formalmente el control en la región ni el este de Ucrania sea anexionado oficialmente a Rusia, como sucedió con Crimea.
Rublos en lugar de grivnas
Ya hace meses, los separatistas pusieron a circular el rublo ruso paralelamente a la grivna ucraniana. El 1 de septiembre, el rublo fue declarado moneda principal en Lugansk. También en Donetsk está desplazando a la grivna como medio de pago.
También hay cambios en la educación. A fines de agosto, un convoy de camiones rusos llevó a los territorios separatistas 500 toneladas de libros de texto. Los escolares aprenden ahora con libros rusos y de acuerdo con planes de estudio rusos.
Además, mucho indica que las tropas separatistas se hallan crecientemente bajo control ruso. En el marco de los Acuerdos de Minsk, Rusia envió oficialmente “asesores militares” a los territorios separatistas ucranianos. Su tarea: vigilar el alto el fuego. “Los rusos colocaron sus observadores en todos los batallones separatistas”, dijo a mediados de octubre Alexander Jodakovski, jefe de Seguridad de la autoproclamada “República Popular de Donetsk”. Así, Moscú controla a los efectivos separatistas.
Pasaportes rusos para todos
Lo que muchos separatistas desean son pasaportes rusos. Denis Pushilin, un comandante separatista, no descarta que los habitantes de la “República Popular” puedan próximamente solicitar y recibir pasaportes rusos.
Moscú no ha dicho todavía que sí, pero eso podría cambiar en el futuro. No sería nada nuevo, Moscú ha procedido de la misma manera en otros “conflictos congelados”, por ejemplo en Georgia, donde también fueron repartidos pasaportes rusos. Las separatistas provincias georgianas de Abjasia y Osetia del Sur fueron luego reconocidas por Rusia como Estados independientes.
Derramamiento de sangre en Kiev
Por lo menos dos manifestantes han muerto en los violentos enfrentamientos entre opositores y fuerzas policiales en la capital ucraniana. No obstante, las protestas no amainan.
Imagen: Reuters
Primeras víctimas fatales
La Fiscalía General ucraniana confirmó que tres personas murieron a raíz de los impactos de bala recibidos. Se trata de los primeros manifestantes que han muerto debido a la escalada de la violencia en la capital de Ucrania, Kiev.
Imagen: Reuters
Acusaciones mutuas
El Gobierno y la oposición se acusan mutuamente de ser responsables del estallido de violencia. El primer ministro ucraniano, Nikolai Asarov, señaló que los participantes en las protestas no pueden ser calificados de pacíficos. A su juicio son criminales que deben asumir la responsabilidad por sus actos.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
Gobierno niega responsabilidad de la Policía
El Gobierno de Ucrania rechaza todas las acusaciones. Afirmó que la Policía no es culpable de la muerte de los manifestantes, ya que no utiliza armas de fuego. Al mismo tiempo, las autoridades anunciaron que intervendrán con más rigor. “El Gobierno no permitirá la anarquía ni la división del país”, subrayó Asarov.
Imagen: DW/R. Goncharenko
Manifestaciones prohibidas
Leyes más severas restringen desde el martes (21.01.2014) los derechos de los manifestantes. Quien lleve máscara o casco arriesga multas o incluso penas de cárcel. También se sancionará duramente a quienes levanten escenarios o carpas sin autorización, y a quienes bloqueen edificios públicos. Hasta el 8 de marzo están prohibidas las manifestaciones de toda índole en el centro de Kiev.
Imagen: picture-alliance/dpa
Desalojo de campamentos
A pesar de las prohibiciones, la gente permanece en la Plaza de la Independencia, “Maidan“. En la noche del martes, la policía intentó desalojar los campamentos de los manifestantes. Testigos oculares señalaron que las fuerzas policiales también utilizaron gases lacrimógenos. Los manifestantes lanzaron bombas Molotov contra los uniformados.
Imagen: picture-alliance/dpa
El detonante
Las protestas comenzaron ya a fines de noviembre en Kiev. El detonante de las manifestaciones, en un comienzo pacíficas, fue la negativa del presidente Viktor Yanukovich a firmar un acuerdo de asociación con la Unión Europea, que se había negociado durante años. Miles de ucranianos temen que el país quede rezagando con respecto a Europa.
Imagen: Reuters
Las demandas de los manifestantes
Los opositores al Gobierno quieren que se deroguen las controvertidas leyes que restringen la libertad de prensa y prohíben las manifestaciones. Además demandan la celebración de elecciones presidenciales y parlamentarias anticipadas.
Imagen: DW/R. Goncharenko
Manifestante famoso
El excampeón mundial de boxeo Vitali Klitschko se encuentra en su patria desde el inicio de las protestas y respalda las manifestaciones contra el Gobierno. Tras conocerse la muerte de dos manifestantes, Klitschko sostuvo una reunión de emergencia con Yanukovich.