La disputa por el agua ya está empezando en Alemania
7 de agosto de 2019
Siempre disponible, siempre potable: esta es la idea que en Alemania se tiene del agua. Pero los alemanes tendrán que empezar a acostumbrarse a ahorrar y a apreciar más este recurso natural.
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La advertencia llegó por teléfono. La aplicación NINA, de la Oficina de Protección Civil y Asistencia en caso de Desastres (BBK), informó en junio a dos ciudades alemanas, en Renania del Norte-Westfalia y Baja Sajonia, de la reducción del flujo de agua potable.
Esta alerta le muestra a Alemania que tendrá que empezar a acostumbrarse a la escasez de agua. Algo hasta ahora impensable en este país rico en agua. En 2013, según la Agencia Federal de Medio Ambiente (UBA), se extrajeron del subsuelo 25 mil millones de metros cúbicos de agua. Aún así, Alemania utilizó solo el 13% del agua dulce disponible. Pero el verano de 2018, pobre en lluvias como el siguiente invierno, y los cálidos días de 2019 están agotando una de las principales fuentes de Alemania: el agua subterránea.
Lutz Neubauer, de la Unión para la Conservación de la Naturaleza (NABU), asume que solo en Baja Sajonia, su estado federado, el "nivel del agua subterránea cae entre 1,5 y 2 cm por año". Esto significa menos agua disponible, a la vez que aumentan las etapas de sequía y extremo calor, que hacen crecer la demanda”.
Lucha por el agua
En Alemania "está comenzando a tener lugar una carrera por el agua y deberíamos pensar en una distribución eficiente", dice Jörg Rechenberg, experto en agua de la UBA. Hasta ahora, los agricultores no necesitaban el agua subterránea. La lluvia era suficiente para irrigar sus campos. Eso ha cambiado. Las olas de calor han secado muchas regiones. El resultado: "El número de solicitudes de los agricultores para extraer agua subterránea ha aumentado significativamente", dice Neubauer, de NABU.
Tobias Gerdesmeyer, alcalde de Lohne, una de las dos primeras ciudades en emergencia por falta agua, reconoce que "ya estamos en una competencia por el agua y necesitamos conceptos innovadores sobre cómo podemos usarla de manera eficiente". También es importante no desperdiciar agua dulce. Hasta ahora, la mayor parte del agua lluvia no se recolecta.
El consumo de agua es más alto que nunca
Los servicios públicos de agua, como la "Oldenburg-Ostfriesische Wasserverband” (OOWV), son una de las entidades encargadas de la distribución de aguas subterráneas, un recurso cada vez más disputado.
La OOWV abastece a cerca de un millón de usuarios, la mitad de ellos agricultores o plantas industriales. La asociación ya hizo un primer llamamiento a los consumidores a ahorrar agua y bajar la presión de los grifos. "En 50 años, en el norte de Alemania podríamos tener un clima como el del sur de Francia hoy y necesitamos adaptar nuestras plantas hidráulicas para obtener más agua", dice Axel Frerichs, subdirector de la asociación de servicios públicos de Oldenburgo.
El Ministerio alemán de Medio Ambiente lidera el "Diálogo Nacional del Agua" con agricultores y asociaciones industriales. Para 2020, espera presentar una estrategia a más largo plazo con el prometedor nombre de "Agua del futuro".
(jov)
Irak: donde el agua solía fluir
Antes, las marismas de Mesopotamia, ubicadas en el sur de Irak, eran el ecosistema de humedales más grande del oeste de Eurasia. Pero después de años de sequía y trastornos políticos, están en peligro de desaparecer.
Imagen: John Wreford
Una tierra seca
Las marismas de Mesopotamia, ubicadas en el sur de Irak, son una zona húmeda única en un área desértica. Se nutren de las aguas del sistema fluvial del Tigris y el Éufrates. La falta de lluvia, los trastornos políticos y la construcción de embalses corriente arriba, en Turquía, en combinación, han provocado una situación altamente problemática.
Imagen: John Wreford
Falta de comida
Para los búfalos es difícil encontrar alimento en el paisaje seco de las marismas centrales, cerca de la ciudad Al-Chibayish. En verano, aquí las temperaturas pueden subir a más de 50 grados. El cambio climático le pasa la cuenta a la naturaleza. La sequía se intensifica, causando una creciente desertificación y reduciendo la fertilidad de los terrenos.
Imagen: John Wreford
Mantener viva una cultura única
Los Ma’dan son un grupo beduino que se compone de diferentes tribus. Desarrollaron una cultura única, que se basa en la diversidad de las marismas mesopotámicas donde habitan. Durante siglos la crianza de búfalos de agua y la pesca formaron la base de su subsistencia.
Imagen: John Wreford
La base de la economía local
En su casa, Umm Hassan hace crema de búfalo y la vende. La economía local se desarrolla en torno a la marisma. Normalmente los pastores distribuyen la leche en barcas, pero la falta de pastizales para los búfalos dificulta la producción de la leche.
Imagen: John Wreford
Tierra envenenada
Esta foto muestra una barca tradicional de los Ma’dan, varada en las marismas secas. Muchos piensan que en este lugar estaba el bíblico Jardín del Edén. Antaño las marismas cubrían más de 15.000 kilómetros cuadrados. Durante las revueltas chiitas de 1991 en Irak, el entonces presidente Saddam Hussein dragó y envenenó las marismas centrales. La gente se vio forzada a mudarse a las ciudades.
Imagen: John Wreford
Una víctima de la sequía
El cadáver de un búfalo de agua yace lejos del agua de las marismas (en la imagen). Desde el tiempo de la dinastía sumeria hubo búfalos de agua en las marismas mesopotámicas. Debido a los avances realizados por los sumerios en materia de agricultura, irrigación y domesticación de animales, hoy en día la Mesopotamia es considerada la cuna de la civilización.
Imagen: John Wreford
Una pesca mezquina
Hiba, Zeinab y Hassan examinan su pesca. Debido al bajo nivel del agua, el tamaño y la cantidad de los peces dejan mucho que desear. Antes los Ma’dan usaban lanzas para la pesca; hoy día, muchos echan mano al uso ilegal de generadores eléctricos. Muchas especies de peces ya desaparecieron completamente de este ecosistema.
Imagen: John Wreford
Ocupándose de la manada
Un joven ma’dan se ocupa de la manada de búfalos de agua de su familia en las marismas de Hammar. Antes, la manada de su familia cotaba con 15 animales, pero a causa de malnutrición y enfermedades murieron varios de ellos. Normalmente los búfalos de agua salían al amanecer para pastar y regresaban al atardecer. Hoy día regresan ya a mediodía, todavía hambrientos.