El DIW cuenta con que el producto interno bruto alemán entrecortará su crecimiento en los próximos meses, pero que en el verano boreal volverá a crecer nuevamente. Varios indicadores permiten prever que Alemania comenzará el año con una pequeña recesión, dijeron los economistas del instituto con sede en Berlín. Por ello, la economía crecerá a lo largo del año solo un 0,6 por ciento. “Pero gracias al crecimiento que esperamos recomience a mediados de año, calculamos para el 2013 nuevamente un crecimiento del 2,2 por ciento”, dice Ferdinand Fichtner, jefe de estudios de coyuntura del DIW.

Para ello será necesario, sin embargo, que los gobiernos den en los próximos meses soluciones convincentes a la crisis en la eurozona, agrega Fichtner: “Si la crisis de deuda continúa por más tiempo, afectará más fuertemente al mercado de trabajo y entonces sí amenaza una espiral hacia debajo de creciente desocupación y descenso de la demanda”.

Los problemas en la eurozona y la economía mundial afectan sobre todo a las empresas exportadoras alemanas, que seguramente reducirán sus inversiones en el inseguro entorno reinante. También la demanda interna puede caer, estima el DIW. Pero luego del fuerte crecimiento en 2011, los expertos no cuentan con un aumento de la desocupación en el país, sino, por el contrario, con una ligera reducción, con una tasa de desempleo que permanecerá estable en alrededor del siete por ciento.

Eurozona: falta de confianza

Para el DIW, toda la eurozona sufre también enormemente los efectos de la crisis de deuda, que socava la confianza. El instituto pronostica por ello una sensible reducción de las inversiones y el consumo en el resto de los países del euro. “La alta desocupación y la inflación aún relativamente fuerte reducen el poder de compra y las empresas detienen las inversiones”, advierte Fichtner.

Es decir, que a la unión monetaria le espera un periodo de débil demanda. El PIB descenderá ligeramente en la eurozona este año y no volverá a crecer sino en 2013, en algo más de un uno por ciento. “Si la crisis de deuda continúa agudizándose y llega a contagiar, por ejemplo a Francia, entonces la recesión se sentirá bastante más fuertemente”, advierte el DIW.

Con su pronóstico, el instituto se halla en el tercio superior de las expectativas manifestadas hasta ahora en los estudios de coyuntura. El gobierno alemán parte de un crecimiento de un uno por ciento en 2012. Otros expertos creen que ese pronóstico es excesivamente optimista y cuentan más bien con una ligera reducción del PIB.

Previsiones a la baja

Numerosos investigadores económicos han revisado a la baja en las últimas semanas sus previsiones, sobre todo debido a los efectos de la crisis de la deuda. El instituto IFO, de Múnich, cuenta para el 2012 con un crecimiento del PIB alemán del 0,4 por ciento, luego de un crecimiento del tres por ciento en 2011.

Los expertos del instituto IMK de macroeconomía y estudios de coyuntura, con sede en Düsseldorf y próximo a las organizaciones sindicales, son más pesimistas y cuentan con una reducción del PIB el Alemania del 0,1 por ciento en 2012.

Los presidentes de las principales asociaciones empresariales, por su parte, coinciden en que, a pesar de cierta desconfianza en algunos sectores, Alemania no caerá en recesión en 2012. La crisis de deuda reducirá sensiblemente el crecimiento, pero no harán descarrillar la coyuntura, estiman los presidentes de la Asociación Industrial BDI, la Asociación de Profesiones Manuales ZDH, la Cámara Alemana de Industria y Comercio DIHK y la Asociación Comercial BGA, según los resultados de un actual sondeo.

Autor: Pablo Kummetz
Editor: Enrique López