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La energía atómica, la seguridad y los residuos radioactivos en la UE

7 de septiembre de 2009

Cerca de la mitad de la población europea favorece la energía nuclear. Para muchos Estados representa una parte incuestionable de su cóctel energético. Con reglas vinculantes, la UE pretende hacerla más segura.

Tercera central nuclear en Eurajoki, FinlandiaImagen: picture-alliance/ dpa

El Tratado de la Comunidad Europea de la Energía Atómica (EURATOM) sentó las bases en la Unión Europea para la utilización pacífica de la energía atómica; éste es parte de los Tratados de Roma, de 1957. No obstante, cuando se trata de seguridad energética en la UE, pocos temas son tan intensamente debatidos como éste. Muy peligrosa y muy cara es la energía atómica, dicen los unos. De baja emisión y rentable, dicen los otros. Como fuere, es un hecho que muchos países europeos quieren que la energía atómica sea parte integral de su cóctel energético. En este contexto, se discute acerca de la seguridad y el depósito de los residuos nucleares.

Un pueblo orgulloso de ser atómico

El pueblo finlandés de Eurajoki hace palpitar más rápido el corazón de todo partidario de la energía nuclear: en la pequeña isla frente a su costa, dos reactores atómicos se encuentran funcionando ya; uno tercero está en construcción. Su alcalde, Harri Hiitio, no ve ningún problema en ello, tampoco en crear allí un depósito de residuos radioactivos. Es más, se alegra de que se construya allí pues así su municipio recibe subvención. “Si lo construimos aquí, podemos instalar más centrales. La palabra clave es responsabilidad. Si queremos aprovechar la energía nuclear, debemos ocuparnos de los residuos”, asevera Hiitio. En su página web, Eurajoki presume de proveer de electricidad a cientos de habitantes. Importante es para Finlandia ser independientes de Rusia, asevera el alcalde.

Independencia energética

No depender de los suministros de energía también es lo que quieren todos los otros Estados de la Unión Europea. Por ello, para la Comisión Europea, la energía nuclear es sin lugar a dudas parte del mix energético de Europa, aunque a cada miembro le corresponde definirlo en concreto. Con todo, hasta el año 2020, un tercio de la energía debe provenir de energías renovables.

Centrales nucleares en Europa. (En gris, centrales en construcción)

Barata y sin emisiones

El país que más apuesta por la energía nuclear es Francia. Los nuevos miembros como Polonia, Eslovenia y los países del mar Báltico –dadas las crisis del invierno pasado- se interesan cada vez más por este tipo de fuente. Conr razón, pues es “energía barata, con condiciones medioambientales buenas, sin ser dependiente de otros”, opina Herbert Reul, parlamentario europeo del CDU, el partido democrácrisitiano.Los planes de Eslovaquia y Bulgaria de volver a reactivar las centrales nucleares de la era soviética no le parecen buenos a Real, presidente de la Comisión de Industria del Parlamento Europeo: “Se permitirán sólo centrales nucleares que puedan probar que cuidan al máximo de la seguridad."

Desconectar todos los reactores y pronto: así lo exigen, por el contrario, los miembros de los partidos Los Verdes y La Izquierda. Pero que la mayoría del Parlamento Europeo favorezca la energía nuclear tiene que ver también con el poderoso y pudiente grupo de interés que defiende los intereses de la industria nuclear en Bruselas.

Entre la población europea el rechazo a la centrales nucleares también ha bajado. En 2008, cerca de la mitad de los ciudadanos europeos estuvo a su favor.

Un poderoso grupo de interés

Para la parlamentaria austriaca Ulrike Lunacek, del partido ecologista, el fenómeno se explica fácilmente con “las inversiones realizadas por las empresas de energía nuclear en fomentar el miedo a quedarse sin suministro eléctrico”. Cabe resaltar que desde hace 30 años, Austria no utiliza la energía atómica.

Por el contrario, en Italia y Gran Bretaña se hace política a favor de la energía nuclear; Suecia dejó sin efecto el abandono de este tipo de energía. Dos tercios de la energía que se ocupa en Francia –el adalid de la energía nuclear- provienen de centrales atómicas; también la exporta y está construyendo una nueva central.

Aunque las centrales nucleares no tengan tantas emisiones como otras fuentes de energía, es la seguridad lo que preocupa. “Es muy peligroso, tanto las centrales como los depósitos de residuos. Quien diga que no, miente”, subraya Lunacek.

Mejores reglas de seguridad

Los ministros europeos de Medio Ambiente acaban de aprobar una ley que, en cuanto a seguridad, adopta las reglas de la Agencia Internacional de Energía Atómica. El objetivo es un mejor control y mayor regulación. Hasta ahora, el cumplimiento de estas reglas era voluntario; ahora son vinculantes. “Ahora son más estrictas y unificadas para toda Europa. Es muy importante, más aún teniendo en cuenta las viejas centrales en el Este. En esa medida, creo que hemos hecho un gran avance”.

A los críticos, este avance no les parece tan grande, aunque para los que oponen a la energía nuclear siempre les queda un consuelo: en 1989, en el territorio de los 27 países de la UE había 177 reactores en funcionamiento. Ahora hay sólo 144.

Autor: Susanne Henn / Mirra Banchón
Editor: Emilia Rojas-Sasse

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