La estrategia de la UE para acelerar las deportaciones
10 de diciembre de 2025
Si leemos la última estrategia de seguridad de Washington, que critica las políticas migratorias europeas y afirma que el continente se enfrenta a una "desaparición de la civilización", podríamos pensar que la Unión Europea está abriendo sus fronteras de par en par.
Pero sucede justo lo contrario: la migración irregular del bloque disminuye. Los Estados de la UE acaban de aprobar las normas migratorias más restrictivas hasta la fecha, con el fin de facilitar a los miembros la detención y deportación rápidas de solicitantes de asilo rechazados.
El ministro de Inmigración de Dinamarca, Rasmus Stoklund, ha dicho que las nuevas reformas ayudarán a arreglar el sistema "disfuncional" de la UE y a restaurar la sensación de "control". Sin embargo, estas medidas también han suscitado duras críticas por parte de defensores de los derechos humanos que acusan al bloque de imitar las "dolorosas, deshumanizadoras e ilegales detenciones masivas, internamientos y deportaciones que se producen en Estados Unidos".
¿Enviar a los migrantes a centros en el extranjero?
El conjunto de reformas respaldadas por los ministros del Interior de la UE incluye la aprobación legal de los denominados "puntos de retorno". Si se concretan, se enviaría a los migrantes a estos centros de detención fuera de la UE , desde donde se tramitarían sus solicitudes de asilo, o incluso como parte de un billete para que se vayan fuera de Europa.
La modificación de la normativa, que aún debe negociarse con el Parlamento Europeo, permitiría a los gobiernos individuales de la UE llegar a acuerdos con Estados fuera de las fronteras del bloque para enviar allí a los migrantes, incluso si no tienen vínculos con el país.
Aunque Dinamarca comenzó ya en 2021 a estudiar formas de enviar migrantes a Ruanda, el primer miembro de la UE en ponerlo en práctica fue Italia. El año pasado creó centros en Albania, país vecino no perteneciente a la UE, pero hubo problemas legales y quedaron finalmente en suspenso.
La analista de políticas migratorias Helena Hahn comenta a DW que aún no se sabe cómo serán los puntos de retorno más allá del modelo italiano y, sobre todo, qué países no pertenecientes a la UE estarían dispuestos a acoger migrantes.
¿Eludir responsabilidad?
Organizaciones benéficas y activistas, entre ellas Human Rights Watch y Oxfam, han criticado en el pasado a la UE por "eludir su responsabilidad" al intentar externalizar la tramitación de las solicitudes de asilo.
"La UE está intentando trasladar aún más sus responsabilidades a países que ya acogen a la mayoría de los refugiados y que, a menudo, cuentan con muchos menos recursos", denunciaron en 2024 decenas de oenegés.
Deportaciones más rápidas a países "seguros"
Los Estados miembros de la UE también acaban de respaldar nuevas propuestas destinadas a acelerar las deportaciones, con sanciones más severas para los migrantes que ignoren las órdenes de expulsión.
Los ministros también dieron luz verde a una lista centralizada de países "seguros" que las autoridades pueden utilizar para acelerar las decisiones y denegar la residencia a aquellos que tienen menos probabilidades de obtener asilo. Bangladés encabeza una lista en la que figuran también India, Colombia, Egipto, Marruecos y Túnez. Los candidatos a la adhesión a la UE, como Montenegro, Moldavia o Serbia, también deben considerarse seguros, salvo en casos de conflicto.
Reubicar a migrantes o pagar por su manutención
Según la analista Helena Hahn, un "fondo solidario" permitirá a los Estados miembros del norte y el este de Europa acoger a más migrantes procedentes de los Estados del sur, o bien contribuir a un fondo común para apoyar a países como Chipre, España, Italia o Grecia, que son los que reciben más migrantes.
Hahn señala que "las cuestiones relacionadas con las reubicaciones, las cuotas y la distribución 'justa' de los solicitantes de asilo en toda Europa han sido siempre uno de los temas delicados que han plagado la aplicación y el funcionamiento del sistema europeo común de asilo".
El auge de la extrema derecha
Los ciudadanos de la UE suelen citar la inmigración irregular como una de sus principales preocupaciones. Según los datos de una encuesta realizada a principios de 2025 en todo el bloque, los ciudadanos la sitúan en segundo lugar, solo por detrás de la guerra de Rusia en Ucrania, en una lista de los mayores retos a los que se enfrenta la UE.
Los partidos de extrema derecha centrados en mensajes antiinmigrantes están ganando popularidad en muchos países de la UE, mientras que las fuerzas centristas intentan recuperar votos. "Nos enfrentamos a una agenda de inmigración muy restrictiva", subraya la investigadora Helena Hahn a DW, señalando que cada vez más países están tratando de idear las llamadas "soluciones innovadoras" para disuadir, detener y deportar a los migrantes.
(mn/ms)