Este 15 de agosto, Horacio Cartes cumple tres años en la presidencia de Paraguay con más del 70 por ciento de sus compatriotas en contra. La inseguridad y la pobreza siguen empañando sus esfuerzos en materia económica.
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Las victorias abundan en la trayectoria de Horacio Cartes, quien cumple tres años en la presidencia de Paraguay este lunes (15.8.2016). Pero los éxitos inmaculados escasean: poco antes de que asumiera el mandato, el CIDOB, un think tank español dedicado al estudio de asuntos internacionales, lo retrató como un empresario con suerte, dueño de un banco y de firmas tabacaleras, ganaderas y de bebidas perseguido por imputaciones de “evasión de divisas, lavado de dinero, contrabando y narcotráfico” y encaprichado desde hacía poco tiempo con la idea de entrar en el mundo de la política, cosa que hizo en 2009 al unirse a las filas del Partido Colorado.
En 2013 todavía estaba por verse si el desempeño político de Cartes brillaría sin que nada lo opacara. Hoy está claro que la buena estrella de su Gobierno se ha ido apagando progresivamente: una encuesta realizada por IBOPE Paraguay y el Centro de Investigación de Estudios Socioeconómicos (CIES) revela que más del 70 por ciento de los consultados desaprueba su último año de gestión. Aunque su labor fue elogiada por el 23 por ciento en el área metropolitana de Paraguay y por el 28 por ciento en las capitales del interior, la puntuación positiva de 2016 bajó un 13 por ciento en comparación con la de 2015 y un 23 por ciento frente a la de 2014.
Impopularidad en ascenso
Las ayudas sociales, las viviendas erigidas para los sectores más necesitados y las mejoras en materia de transporte, obras públicas y viales han sido valoradas; pero, en general, los índices de inseguridad, pobreza e inflación han empañado los esfuerzos del Ejecutivo Cartes, sobre todo en el área económica. “Paraguay se ha abierto hacia el mundo –y especialmente hacia Alemania– desde que Cartes ascendió a la presidencia”, comenta Simon Balzert, gerente regional para Argentina, Colombia, Paraguay, Uruguay y Venezuela de la Lateinamerika Verein, la asociación de empresarios germanos con intereses en América Latina y el Caribe.
“En comparación con sus vecinos, Paraguay depende excesivamente de la agricultura, un ámbito productivo altamente vulnerable. De ahí que ahora busque diversificar sus fuentes de ingresos y elevar su perfil como núcleo industrial y logístico en América del Sur. De hecho, Paraguay intenta persuadir a empresas asentadas en Brasil de mudarse a su territorio. Las condiciones y facilidades que el Gobierno de Asunción les ofrece a los empresarios son muy llamativas. Brasil es el ‘gigante sudamericano', pero es también un país caro para las empresas”, explica Balzert, concediendo que el talón de Aquiles de Paraguay sigue siendo su infraestructura.
Asuntos pendientes
Durante su campaña presidencial, Cartes aseguró que invertiría en el desarrollo infraestructural. Le quedan dos años para cumplir esa promesa y otras, como la de combatir la pobreza. Conseguir que la población tradicionalmente desfavorecida se beneficie de la industrialización y del crecimiento económico del país parece ser su desafío más grande. “Paraguay continúa sobresaliendo como una de las naciones latinoamericanas más pobres. Un tercio de sus habitantes gana menos del salario mínimo”, señala Balzert. A ese dolor de cabeza se suman los atizados por la guerrilla autóctona y por la crisis interna del Mercado Común del Sur (MERCOSUR).
Puertas adentro, el Ejecutivo de Cartes se enfrenta al Ejército Pueblo Paraguayo (EPP), al cual se le atribuyen varios secuestros y medio centenar de asesinatos desde su fundación en 2008. Y en la arena regional, Asunción sufre las secuelas de haberse opuesto frontalmente a Caracas tanto en el foro de la OEA como en el de MERCOSUR: Petróleos de Venezuela le exige a Petropar que pague su deuda de 265 millones de dólares más un 2 por ciento de intereses anuales sin demoras... Estos no son días fáciles para Horacio Cartes.
150 años de la Triple Alianza
En la Guerra de la Triple Alianza, el Imperio de Brasil, los unitarios de Argentina y Uruguay se enfrentaron con Paraguay. La guerra comenzó a fines de 1864 y terminó en 1870 con la derrota de Paraguay.
Imagen: public domain
La Guerra de la Triple Alianza
En la Guerra de la Triple Alianza, llamada por los paraguayos Guerra Grande y por los brasileños Guerra do Paraguai, el Imperio de Brasil, los unitarios de Argentina y Uruguay se enfrentaron con Paraguay. La guerra comenzó a fines de 1864 y terminó en 1870 con la derrota de Paraguay. Óleo de Cándido López, 1889.
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Diversas interpretaciones sobre las causas
Existen diversas teorías respecto a razones de la guerra. El revisionismo histórico argentino y la visión tradicional paraguaya atribuyen un papel preponderante a los intereses del Imperio británico. Otros historiadores ven la causa en una agresiva política del mariscal Solano López respecto de los asuntos rioplatenses. Batalla de Tuyutí (detalle), óleo de Cándido López, 1889.
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Rendición de Uruguayana
Rendición de Uruguayana (1865), según el pintor brasileño Victor Meirelles. Fuerzas paraguayas sitiadas se rindieron el 18 de septiembre de 1865 debido a la falta de alimentos, a pesar de que el Presidente López había ordenado al comandante paraguayo, el coronel Estigarribia, no hacerlo. Luego de esta temprana derrota, López retiró sus fuerzas de Brasil y Argentina.
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Batalla de Curupaití
Después de la batalla de Curupaití (detalle). Óleo de Cándido López pintado en 1893. La batalla tuvo lugar el 22 de septiembre de 1866 y terminó con un desastre aliado. En Argentina, el Congreso autorizó al presidente, Bartolomé Mitre, a negociar con Paraguay una tregua o una paz definitiva. Pero el Gobierno del Imperio de Brasil se negó a toda modificación del tratado.
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Uniformes del Ejército Argentino
Uniformes del Ejército Argentino durante la Guerra del Paraguay. Representación de época. En 1864, Argentina, aún neutral, negó a Paraguay el paso de sus tropas por territorio argentino. Buenos Aires entró en la guerra el 1° de mayo de 1865, firmando el llamado Tratado de la Triple Alianza.
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El Barón del Triunfo
Aquí vivió durante la campaña el Gral. José Joaquim de Andrade Neves, Barón del Triunfo, que participó en la batalla de Itá Ibaté o Lomas Valentinas, librada entre el 21 y el 27 de diciembre de 1868, la última de las grandes batallas de la campaña llamada "Dezembrada" por los brasileños.
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Campamento del marqués de Caxias
Campamento de Luís Alves de Lima e Silva, marqués de Caxias, muy cerca de donde se libró la batalla de Tuyú Cué, una emboscada preparada por el entonces teniente coronel Bernardino Caballero contra las vanguardias aliadas que estaban comandadas personalmente por el presidente argentino, Bartolomé Mitre, el 11 de agosto de 1867. En esa batalla vencieron los paraguayos.
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El Pasaje de Humaitá
El Pasaje de Huamitá. Óleo de Victor Meirelles, de 1886. La fortificación de Humaitá controlaba el acceso por vía fluvial a la capital paraguaya. Fue tomada por las fuerzas brasileñas el 25 de julio de 1868.
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La iglesia de Humaitá
Estado en que quedó la Iglesia de San Carlos Borromeo en Humaitá, Paraguay, luego de los bombardeos de la Alianza. La fortaleza de Humaitá se hallaba en la margen izquierda del río Paraguay, unos 215 km al sur de la ciudad de Asunción, capital del Paraguay.
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Prisioneros paraguayos
Prisioneros paraguayos tomados por Venancio Flores, militar y político uruguayo, presidente de la República en los períodos de 1853-1855 y 1865-1868. Asumió la jefatura del Estado uruguayo con el título de «gobernador provisorio» durante casi cuatro años. Se involucró, conjuntamente con el Imperio de Brasil y los unitarios de Buenos Aires, en la Guerra de la Triple Alianza contra Paraguay.
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Desastre demográfico
La guerra conllevó un desastre demográfico: según distintas fuentes, Paraguay perdió entre el 50 por ciento y el 85 por ciento de su población y quizá más del 90 por ciento de su población masculina adulta. En la foto se ve a prisioneros paraguayos. Los soldados en el primer piso son brasileños.
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Refugiados con sacerdote
Un sacerdote brasileño (adelante, a la izq., parado) con refugiados de la ciudad de San Pedro, Paraguay, en su mayoría mujeres y niños, en 1869 o 1870. El grupo de personas atrás a la derecha pertenece al bando de los Aliados.