Exguerrilla FARC reconoce secuestros: “Un primer paso"
José Ospina-Valencia
23 de septiembre de 2020
A casi cuatro años del Acuerdo de Paz, crece la impaciencia con ex FARC, que se comprometió a contar su parte de la verdad en la guerra. El reconocimiento de su culpa en los secuestros es “un comienzo”, dicen expertos.
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"El secuestro fue una práctica de la que no podemos sino arrepentirnos, sabemos que no hay razón, ni justificación para arrebatarle la libertad a ninguna persona. Reiteramos nuestro compromiso para rendir cuentas ante la Justicia”, anunció en Twitter el pasado 15 de septiembre la exguerrilla de las FARC, hoy convertida en el partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común.
El secuestro es considerado en Colombia el peor de todos los crímenes cometidos por las guerrillas contra civiles, policías y soldados durante el conflicto. No en vano, este delito es llevado por la Justicia Especial para la Paz (JEP) como el caso 01, por la prioridad que merece su esclarecimiento. Ahora, los dirigentes del partido FARC, surgido de la exguerrilla, reconocen públicamente que sí "les arrebataron a los ciudadanos lo más preciado: su libertad y su dignidad”.
¿Qué significa esto, a casi cuatro años de la firma del Acuerdo de Paz del 24 de noviembre de 2016? "Es un primer y muy importante paso. Era lo que se esperaba que hiciera la exguerrilla, después de someterse a la JEP bajo las condiciones acordadas”, dice a DW el exministro de Justicia de Colombia Yesid Reyes, quien lamenta que los procesos estén andando más lentamente de lo esperado, pero confía en que dicha exguerrilla siga reconociendo también otra clase de delitos.
Reconocimiento del crimen es un "hito”
En entrevista con DW, la politóloga Viviana García Pinzón, del Instituto alemán de Estudios sobre América Latina (GIGA), con sede en Hamburgo, considera que "el reconocimiento del secuestro por parte de las ex FARC es un hito, toda vez que no hay otro delito que haya causado tanto repudio de la sociedad colombiana”.
Para el profesor Reyes, especializado en derecho penal de la Universidad Externado de Colombia, es igualmente importante "que las ex FARC no solo reconozcan los delitos, se arrepientan y pidan ser perdonados públicamente, sino que además esto ocurra frente a la JEP para que quienes cometieron los delitos puedan ser sancionados”.
¿Qué se puede esperar que haga ahora la justicia transicional? "Es previsible que la JEP atribuya a la exguerrilla un número plural de secuestros, y lo que debería ocurrir es que las ex FARC acepten esos cargos. Si eso ocurre, no habría un juicio, sino que el tribunal pasaría a aplicarles a los responsables las penas previstas en el Acuerdo de Paz”, explica.
El repudio generalizado al secuestro, agrega Viviana Garzón, también doctoranda de la Universidad de Marburgo, "se debió al impacto que tuvo este cruel delito en las víctimas, sus familiares y el país entero que veía en los medios cómo las víctimas eran asesinadas en cautiverio, torturadas y encadenadas”. Al final, el secuestro, según Garzón, "le dio visibilidad internacional al conflicto armado colombiano, como en el caso de la política colombo-francesa Ingrid Betancourt”.
Financiación de la guerra con el secuestro de civiles
Una visibilidad que se tradujo ya no solo en repudio nacional sino internacional. Las FARC pasaron entonces a ser clasificadas como "grupo terrorista”, en otros países fuera de Colombia y Estados Unidos. "Cuando las FARC cambian los robos a la Caja Agraria (el banco estatal para los campesinos), como medio de financiación por el secuestro de civiles, se evidencia que esa organización no estaba defendiendo a la población civil, sino que buscaba financiarse secuestrándola”.
Llama la atención que, en el mencionado escrito, la exguerrilla lamenta especialmente el caso de Andrés Felipe Pérez, un niño de 10 años que padecía cáncer terminal y que acudió hasta al Papa para que intercediera ante las FARC por la liberación de su padre. La guerrilla ignoró la tragedia. El niño murió en diciembre de 2001 sin poder volver a ver a su padre, un cabo de las Fuerza Pública, a quien las FARC mantuvieron amarrado a un árbol durante dos años. "No podemos devolverles el tiempo arrebatado para evitar el dolor y las humillaciones que les causamos a todos los secuestrados”, dice ahora la exguerrilla.
La guerra produce crímenes; la paz, reflexión sobre ellos
Algunos critican que la guerrilla se había tardado mucho en dar este paso. En el mismo escrito de reconocimiento del secuestro como arma de guerra, los excomandantes dicen que "hoy, después de haber silenciado para siempre nuestros fusiles; en el sosiego de la vida civil que nos ha permitido la reflexión profunda sobre la guerra…”. ¿Por qué la exguerrilla llega ahora a estas conclusiones, obvias para la mayoría? "Porque la lógica de la guerra es distinta a la de la paz”, dice a DW Yesid Reyes, ex conjuez de la Corte Constitucional, que explica que "mientras se prolongue una guerra, habrá más crímenes propios de la guerra. Y cuando hay paz, hay espacio para la reflexión sobre los crímenes, como la que está haciendo la exguerrilla de las FARC. Luego, este avance se le debe al Acuerdo de Paz, que es la forma racional para solucionar los conflictos”.
El secuestro ha sido uno de los crímenes más atroces que han sufrido los colombianos, llegándose a registrar más de 39.000 víctimas entre 1970 y 2010, según el Centro Nacional de Memoria Histórica. En el año 2000 se contabilizaron más de 3.500 casos, cuando varios grupos de guerrillas y paramilitares se disputaban territorios de la droga, y le habían declarado la guerra al Estado. Casi dos décadas después, en 2018, hubo "solo” 170 casos, ahora a manos de bandas”, según la Policía Nacional.
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La puerta a nuevas verdades
Por último, Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad de Colombia, dijo a la cadena Caracol que "la confesión de los exguerrilleros abre las puertas a nuevas verdades". Y que, aunque se demoraron en confesar, "hay que ayudar a que la verdad se conozca y el proceso continúe”. Entre los crímenes que los colombianos esperan que se esclarezcan en la JEP están la del reclutamiento forzado de menores y los abortos obligados en el seno de la guerrilla, sobre los que hay hasta ahora solo comunicados aislados.
El profesor Reyes pide no olvidar que, "a pesar de todas las dificultades iniciales, es más fácil negociar y firmar un acuerdo de paz que llevarlo a la práctica, por lo que algunas demoras en la implementación eran previsibles”. Según el profesor Yesid Reyes, ahora, "el compromiso de todos los colombianos debe ser exigir frente a todo gobierno, tanto frente al actual como frente a los futuros, la implementación del Acuerdo de Paz”.
(cp)
El valor de la paz: una mirada al proceso en Colombia
Originado en enfrentamientos sangrientos de décadas anteriores, el conflicto armado colombiano estalló en 1964. Un recuento de sus principales hitos.
Imagen: DW/T. Käufer
DW/Tobias Käufer
El arduo camino hacia la paz
La firma del histórico acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y las FARC marcó un hito clave, pero no el fin del camino. La implementación de lo pactado no ha estado exenta de contratiempos. Prueba de que hay que consolidar esa paz es que ante los comicios presidenciales se volviera a discutir sobre ese acuerdo que hizo callar las armas tras más de cinco décadas de conflicto armado.
Imagen: Kaeufer/Moser
Los años cuarenta y cincuenta: “La Violencia”
El conflicto tuvo su origen en los años veinte del siglo pasado con la lucha por la tierra. Pugnas entre liberales y conservadores provocan miles de muertes. El asesinato del liberal Jorge Eliécer Gaitán (foto), en 1948, origina las protestas conocidas como El Bogotazo. Los comunistas son reprimidos. Se fundan grupos clandestinos. El Ejército asalta poblados y persigue a "campesinos comunistas".
Imagen: Public Domain
1964: las FARC y el ELN
Se fundan las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Las FARC pretenden enfrentar la concentración de tierras. El ELN nace de la radicalización del movimiento estudiantil y teólogos de la liberación como Camilo Torres (foto). El Gobierno intenta combatirlas a ambas con asistencia de Estados Unidos.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
Los años setenta y ochenta: el M-19
Surgen otros movimientos clandestinos como el M-19 –que protagonizaría acciones como la trágica toma del Palacio de Justicia en 1985 (foto)−, MAC y MOIR. El Gobierno negocia por primera vez con las FARC y el ELN, pero las conversaciones fracasan tras el asesinato del ministro de Justicia.
Imagen: Getty Images/AFP
La década de los ochenta: los paramilitares
Surgen varios grupos paramilitares de ultraderecha, al servicio de la protección de terratenientes y sus tierras contra los ataques rebeldes. Con el tiempo, los paramilitares se involucran con los cárteles de la droga. Cuatro candidatos presidenciales y numerosos políticos de izquierda fueron asesinados por los paramilitares entre 1986 y 1990. También la guerrilla tuvo vínculo con el narcotráfico.
Imagen: Carlos Villalon/Liaison/Getty Images
1989: el M-19 se desmoviliza
El M-19 entrega las armas en octubre de 1989 y se convierte en partido político. Su entonces líder, Carlos Pizarro, se lanza como candidato presidencial y es asesinado en campaña en 1990.
Imagen: picture alliance/Demotix/K. Hoffmann
1996: los escuadrones de la muerte
Los grupos paramilitares se integran en las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Los llamados escuadrones de la muerte llegan a tener hasta 30.000 miembros.
Imagen: AP
1998-99: Pastrana intenta negociar
El Gobierno de Andrés Pastrana negocia con las FARC. Conversa también con el ELN (foto) y las AUC. Se desmilitariza un amplio territorio controlado por las FARC en el sur del país. Una masacre interrumpe las conversaciones con las AUC.
Imagen: picture-alliance/dpa
2002: Íngrid Betancourt y Álvaro Uribe
Tras el secuestro de una aeronave en febrero, el gobierno interrumpe las negociaciones con las FARC, durante las que cientos de personas murieron. El 23 de febrero, las FARC secuestran a la candidata presidencial Íngrid Betancourt (foto). Álvaro Uribe gana la presidencia en mayo, intensifica el combate militar y rechaza las negociaciones. Es reelegido en 2007. Betancourt fue liberada en 2008.
Imagen: AFP/Getty Images
2003-2006: desparamilitarización y amnistía
Tras largas negociaciones, unos 32.000 paramilitares de las AUC deponen las armas (foto). Unos 4.200 de ellos son juzgados por violaciones a los derechos humanos hasta 2014. Muchos vuelven a tomar las armas. En junio de 2005 se aprueba la Ley de Justicia y Paz, una amplia amnistía para miembros de los escuadrones de la muerte.
Imagen: picture-alliance/dpa
2007-2008: “falsos positivos”
En 2007 son detenidos los primeros políticos de derecha, acusados de vínculos con los paramilitares, también en el entorno de Uribe. En septiembre de 2008 estalla el escándalo de los "falsos positivos": sobre todo entre 2004 y 2008, más de 3.000 personas fueron asesinados por el Ejército, para falsear la estadística de guerrilleros eliminados. Cientos de militares han sido juzgados desde entonces.
Imagen: Jesús Abad Colorado
2012: comienza el diálogo de paz con las FARC
El 20 de junio de 2010 es elegido presidente el exministro de Defensa Juan Manuel Santos. En 2012 entra en vigor la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras para reparar a las víctimas y desplazados. En noviembre, se inician oficialmente los diálogos de paz entre el equipo de negociadores del Gobierno (foto) y las FARC.
Imagen: Reuters
2014-2015: se fija fecha tope para el pacto
El Gobierno colombiano anuncia que prepara conversaciones con el ELN. Santos es reelegido en junio de 2014. Las negociaciones con las FARC se traban o suspenden varias veces por acciones militares de ambas partes hasta que, el 23 de septiembre de 2015, Santos y Rodrigo Londoño Echeverri (Timochenko), líder las FARC, se encuentran en La Habana y fijan el objetivo de firmar la paz en seis meses.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Ernesto
2016: diálogos de paz con el ELN
El 30 de marzo, Frank Pearl, representante del Gobierno de Colombia, y Antonio García, jefe de la delegación del ELN (foto), anunciaron en Caracas el inicio de un proceso formal de diálogos de paz. Mientras, las FARC y el Gobierno aplazaron, por desavenencias, la firma del acuerdo de paz definitivo, que se pretendía inicialmente conseguir antes del pasado 23 de marzo de 2016.
Imagen: Reuters/M. Bello
Firma del acuerdo de cese el fuego
El Gobierno de Colombia y las FARC alcanzaron un acuerdo para el cese el fuego bilateral y definitivo, cuyos detalles se darían a conocer en La Habana en un acto con presencia del presidente Santos y mandatarios de los países garantes y acompañantes del proceso de paz, entre otros, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, delegaciones de Cuba y Noruega, Chile y Venezuela. (23.06.2016)
Imagen: picture-alliance/dpa
Pacto final
El Gobierno de Colombia y las FARC rubricaron el acuerdo final que cierra las negociaciones de paz desarrolladas en La Habana, y que debía ser refrendado en un plebiscito. El documento fue rubricado por los jefes negociadores, Humberto de la Calle, por el Gobierno y Luciano Marín Arango, alias "Iván Márquez", por la guerrilla, y por los embajadores de Cuba y Noruega. (24.08.2016)
Imagen: Reuters/A. Meneghini
Se anuncia el plebiscito
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunció la convocatoria a un plebiscito el 2 de octubre para refrendar o rechazar el acuerdo de paz logrado con la guerrilla de las FARC. "Queda en manos de ustedes los colombianos decidir con su voto si apoyan este acuerdo histórico", dijo Santos en una alocución por radio y televisión.( 24.08.2016)
Imagen: picture-alliance/Xinhua/Colprensa
“Timochenko” ordena bajar las armas
“En mi condición de comandante del Estado Mayor Central de las FARC-EP, ordeno a todos nuestros mandos, a todas nuestras unidades, a todos y cada uno de nuestros combatientes, a cesar el fuego y las hostilidades de manera definitiva contra el Estado colombiano a partir de las 24 horas de la noche de hoy”, decretó desde Cuba el líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias “Timochenko”. (28.08.2016)
Imagen: Getty Images/AFP/Y. Lage
Cesa el fuego en Colombia
El alto el fuego definitivo entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC comenzó a las cero horas del 29 de agosto. "Este 29 de agosto empieza una nueva historia para Colombia. Silenciamos los fusiles. ¡SE ACABÓ LA GUERRA CON LAS FARC!", escribió a la medianoche en punto el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, en Twitter. (29.08.2016)
Imagen: Getty Images/AFP/G. Legaria
Una pregunta concreta
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dio a conocer la pregunta que sus compatriotas responderán en el plebiscito del próximo 2 de octubre: “¿Apoya usted el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera?”. Santos insistió en que la pregunta no debía ser tendenciosa o manipuladora, sino clara y concreta. (30.08.2016)
Imagen: picture-alliance/dpa/L. Munoz
Los primeros menores abandonan las FARC
Ocho niños y adolescentes fueron entregados por las FARC al Comité Internacional de la Cruz Roja para luego ser sometidos a exámenes médicos integrales y procesos de comprobación de identidades. Los menores quedan bajo responsabilidad de UNICEF. (10.09.2016)
Imagen: picture-alliance/AP Photo/S. Dalton
Observadores para Colombia
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó unánimemente el plan presentado por el secretario general de esa organización, Ban Ki-moon, para apoyar la aplicación de los acuerdos de paz entre el Estado colombiano y las FARC. 450 observadores en cuarenta localidades de ese país verificarán el desarme y monitorizarán el alto el fuego. (13.09.2016)
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Rajmil
La última conferencia de las FARC
El líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Rodrigo Londoño –alias “Timochenko”–, inauguró la décima y última Conferencia Nacional Guerrillera de las FARC, donde sus comandantes aprobaron el acuerdo de paz con el Gobierno. Timochenko hizo hincapié en que las FARC seguirán luchando por la justicia social y los más pobres, pero como un partido político. (17.09.2016)
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Duenas Castaneda
Santos en la ONU: “La guerra llegó a su fin”
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, agradeció el 21 de septiembre de 2016 en la ONU el respaldo de la comunidad internacional al proceso de paz con la guerrilla de las FARC y dijo con contundencia que el conflicto armado en su país terminó.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Gombert
Las FARC ratifican el acuerdo
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron el 23 de septiembre de 2016 la ratificación unánime del acuerdo de paz alcanzado con el Gobierno colombiano y, de este modo, dejarán las armas tras 52 años de conflicto armado.
Imagen: Reuters/J. Vizcaino
El ELN facilitará la celebración del referendo
El Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda organización guerrillera de Colombia, anunció un cese de las acciones ofensivas –que no de las “defensivas”– para facilitar la participación de la población en el plebiscito del 2 de octubre en torno al acuerdo de paz alcanzado con las FARC. El ELN no descarta negociar un pacto similar al sellado con las FARC. (26.09.2016)
Imagen: picture-alliance/dpa/El Tiempo
Firmado el pacto de paz con las FARC
El 26 de septiembre de 2016, el presidente Juan Manuel Santos, en representación del Estado colombiano, y Rodrigo Londoño Echeverri, alias “Timochenko”, líder de las FARC, rubricaron el acuerdo que pone fin a 52 años de conflicto armado entre ambos. El convenio es fruto de casi cuatro años de diálogos celebrados en La Habana y fue sellado en Cartagena de Indias ante más de 2.500 invitados.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Vergara
El shock del NO
El recelo ante los puntos negociados con las FARC cristalizó en una campaña contra el acuerdo de paz liderada por el expresidente derechista Álvaro Uribe. Sorpresivamente, el "No" terminó imponiéndose, aunque por muy estrecho margen, en un referéndum celebrado el 2 de octubre de 2016.
Imagen: picture alliance/AP Photo/I. Valencia
El Nobel de la Paz
Cinco días después del shock del referendo, la noticia fue un bálsamo para los partidarios del acuerdo con las FARC: el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz. La entrega tuvo lugar en diciembre, en Oslo (foto).
Imagen: Getty Images/AFP/T. Schwarz
Aprobación del Congreso
Tras una serie de negociaciones, se introdujeron cambios en el acuerdo original. El nuevo texto fue presentado al Congreso, que le dio su aprobación a fines de noviembre de 2016.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Legaria
Diálogo con el ELN
Tras la liberación de un rehén y el indulto concedido a dos guerrileros, el Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) iniciaron el diálogo de paz en la capital ecuatoriana, el 7 de febrero de 2017. Varios atentados ensombrecieron los esfuerzos por poner fin a la violencia y el Gobierno suspendió las conversaciones el 29 de enero de 2018.
Imagen: picture alliance/dpa/D. Ochoa
Adiós a las armas
La entrega de las armas de las FARC se llevó a cabo en tres etapas, con la supervisión de la ONU. La entrega de los últimos fusiles marcó otro hito histórico en el proceso. “Hoy 27 de junio para mí y para los colombianos es un día muy especial, un día que jamás olvidaremos, el día en que las armas se cambiaron por las palabras”, dijo Juan Manuel Santos.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Pineros
La nueva FARC
Las FARC, ya desarmadas, sellaron oficialmente su abadono de la lucha guerrillera en un congreso iniciado el 27 de agosto 2017. Allí decidieron la constituición de un partido político, cuyo nombre tiene la misma sigla, pero distinto significado: Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común. Rodrigo Londoño (foto) fue elegido presidente el partido. Razones de salud impidieron luego su candidatura.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Vergara
Justicia Especial para la Paz
Los magistrados de la Justicia Especial para la Paz (JEP), a la que se someterán excombatientes y militares señalados de delitos atroces, tomaron posesión de sus funciones el 15 de enero de 2018. Punto clave en el acuerdo con las FARC, la JEP tiene la tarea de investigar, esclarecer, juzgar y sancionar las violaciones a los derechos humanos cometidas em el marco del conflicto armado.
Imagen: Justicia Especial para la Paz
Participación parlamentaria
Por primera vez tras el término del conflicto armado, representantes de FARC participaron en los comicios parlamentarios celebrados en Colombia el 11 de marzo de 2018. Obtuvieron escasamente unos 50.000 votos, pero en virtud de lo pactado en el acuerdo de paz, FARC tendrá cinco diputados y cinco senadores en el Congreso. Bien parado salió de los comicios el partido de Uribe, Centro Democrático.