El juego de un desarrollador de videojuegos brasileño-palestino se lanzó en 2021, pero el espaldarazo le llegó tras el ataque terrorista del grupo radical islamista Hamás contra Israel, el 7 de octubre de 2023. Y aunque ya fue eliminado de la plataforma de distribución de videojuegos Steam, aún se puede descargar en otros países. Y este no es el único con contenido antiisraelí y antisemita. Más de tres mil millones de personas en todo el mundo juegan videojuegos con regularidad. Esto ha creado muchas amistades entre personas que nunca se habrían conocido sin compartir ese pasatiempo.

El movimiento político  de la llamada "Nueva Derecha” también se beneficia de ello, porque ha surgido una subcultura muy pequeña, pero marcadamente de extrema derecha, donde personas con ideas afines se reúnen para incitar al odio y a difundir su ideología misántropa. Esto forma parte de una estrategia llamada "metapolítica". El objetivo es influir en áreas de la sociedad que, en principio, no tienen que ver con la política, como clubes deportivos, instituciones culturales o plataformas online para videojuegos, pero en los que se puede sembrar y naturalizar la ideología de ultraderecha.

Estrategia mediática de ultraderecha

Los ultraderechistas utilizan en las plataformas de juego una estrategia mediática llamada "dog whistling", o "mensaje con código”, es decir, contenidos que, a primera vista, parecen inofensivos, pero que contienen códigos antisemitas y racistas, que cambian constantemente, y que a menudo sólo son comprendidos por sus seguidores.

Al repetirse constantemente, esas expresiones o narrativas de conspiración pueden llegara a naturalizarse y son adoptadas, sin crítica ni reflexión, por partes de la sociedad.

Antisemitismo en las plataformas de videojuegos

Hasta ahora, los ultraderechistas de las principales plataformas de videojuego han podido glorificar la era nazi con relativa libertad y compartir esa visión del mundo. Por un lado, porque trabajan con códigos y, por otro, porque los foros apenas están moderados, y la comunicación migra a grupos de chat privados.

Mick Prinz, de la Fundación Amadeu Antonio, que lucha contra el extremismo de derecha y el antisemitismo, habló con DW sobre juegos en los que los usuarios viven la Segunda Guerra Mundial desde la perspectiva de la Wehrmacht (las fuerzas del régimen nazi) y sobre modificaciones que glorifican el nazismo, los llamados "mods”, es decir, ampliaciones de juegos existentes.

"Dondequiera que se pueda crear contenido generado por los usuarios, los extremistas de derecha intentan aprovechar este vacío legal. Y aquí es donde surgen mods tanto racistas como antisemitas”, apunta el experto.

Un ejemplo es el videojuego "Roblox”, sobre todo popular entre niños y jóvenes de todo el mundo.

A finales de octubre de 2023, los adolescentes de "Roblox” realizaron una manifestación a favor de Palestina. Según el periódico británico Jewish News, no sólo se produjeron protestas pacíficas. Entre otras cosas, se publicaron capturas de pantalla de una bandera israelí en llamas y avatares que hacían comentarios antiisraelíes en mensajes de texto. Aunque la propaganda nazi, el antisemitismo y el racismo están oficialmente prohibidos en el juego, estos siguen apareciendo una y otra vez porque más de 70 millones de jugadores están en "Roblox” todos los días y ofrecen contenido nuevo.

Lidiar con la toxicidad de los juegos online

La Liga Antidifamación (ADL), una organización estadounidense que trabaja contra la discriminación contra los judíos, llegó a la conclusión, en su último informe de 2022, de que el 77 por ciento de los jugadores en línea son acosados e insultados por otros jugadores. El 34 por ciento de los jugadores judíos dijeron que habían sido acosados por su identidad judía. Los resultados provienen de una encuesta a casi 100 millones de estadounidenses.

"Los extremistas de derecha son una minoría ruidosa, pero se sienten cómodos en la comunidad de jugadores, especialmente cuando se naturalizan las declaraciones sexistas y racistas. En algunas áreas de la cultura de los juegos, este odio es parte de la vida cotidiana. Simplemente hay una toxicidad en los juegos. Eso no se puede negar", afirma Mick Prinz. "Pero sería un error decir que el mundo del videojuego tiene un problema con el extremismo de derecha. Es la sociedad la que tiene un problema con el extremismo de derecha", subraya.

El desarrollador de juegos Yaar Harell tiene "la sensación de que un temblor está recorriendo el panorama mediático y político, y ahora se comprende que necesitamos nuevas formas de narración interactiva y una cultura de la memoria".

Luc Bernard, que creó el año pasado un museo virtual del Holocausto para el videojuego "Fortnite", cree que, aparte de eliminar contenido antisemita y glorificador de los nazis, hay que poner a disposición una amplia contraoferta con juegos y modificaciones que apelen a los sentimientos, a la empatía, y que aumenten la conciencia sobre el antisemitismo, además de mantener viva la memoria sobre los crímenes del Holocausto.

(rmr/cp)