Todos la buscamos, con más o menos éxito. Se lo anticipamos: la felicidad puede estar más cerca de lo que usted se imagina. Pero, ¿qué es realmente la felicidad? Y ¿en dónde se encuentra?
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Las cosas que causan felicidad pueden ser muy diversas: un helado, un elogio, un amanecer o el nacimiento de un niño. ¡Cualquier cosa tiene el potencial de hacerlo/la feliz! Pero la felicidad se puede esconder tan bien, que a menudo, la pasamos por alto. Quien la encuentre, puede sentirse afortunado. "La felicidad es una emoción extremadamente fuerte y positiva, un estado perfecto y de intensa satisfacción", dice una definición psicológica.
Lo que puede sonar a prosa filosófica es realmente medible. La felicidad se puede observar en el cerebro con la ayuda de resonancia magnética, dice el neurólogo y autor Christof Kessler. "Cuando experimentamos algo impresionante, como sacar una buena nota o el nacimiento de un niño, el sistema mesolímbico se activa e inunda el cerebro con dopamina". La dopamina es también llamada hormona de la felicidad.
Embriagados de felicidad
Quien siente la felicidad, quiere que ese sentimiento se repita pronto. Este es precisamente el sentido evolutivo de esta emoción: "El sentimiento de felicidad está ligado al deseo de repetición", dice Kessler. Un logro es recompensado con dicha y la persona llena de felicidad se siente motivada a repetir el buen acto. "Un proceso de crucial importancia para el desarrollo de la humanidad”, afirman los neurólogos.
"Desafortunadamente, las drogas también estimulan el sistema de la felicidad", admite Kessler. La heroína, el tabaco o el alcohol nos proporcionan felicidad a corto plazo y, entre otras cosas, nos crean rápida dependencia. Así que la búsqueda de un golpe de felicidad también puede terminar trágicamente.
La felicidad tiene muchas formas
La felicidad tiene diferentes manifestaciones. El golpe fugaz de felicidad que pueden deparar las drogas es apenas una de ellas, apunta Johannes Michalak, profesor de psicología clínica y psicoterapia en la Universidad de Witten/Herdecke. Michalak es también investigador de la atención y concentración. La concentración siempre ha sido base de las enseñanzas budistas y la meditación. En Occidente, el entrenamiento de la atención plena se ha dado a conocer principalmente a través de varios métodos psicoterapéuticos.
La felicidad también puede llegar en silencio: "La atención se enfoca en la experiencia que se desarrolla en el aquí y el ahora, sin entrar a valorar nada", explica Michalak, quien recuerda cómo los niños pueden ser felices, sin pensar ni en el pasado ni en el futuro.
"En nuestra vida cotidiana, a menudo estamos ocupados pensando en las preocupaciones, por lo que rara vez nos concentramos en vivir el único momento en el que estamos realmente vivos: el presente", dice el investigador de la atención plena.
La felicidad necesita valentía
Y eso significa que constantemente nos falta algo. "Perdemos la riqueza que tiene cada momento debido a nuestra fijación en solucionar problemas", dice Michalak. Si pasas mucho tiempo pensando en el jefe molesto, los colegas mediocres o el marido agotador, no notarás la brisa fresca y la frondosa arboleda por la que caminas.
De esta forma, no solo nos privamos de los muchos pequeños momentos de felicidad: la eterna reflexión sobre los problemas puede conducir a la depresión. Nuevamente, la atención plena puede ayudar. Concentrarse en el momento interrumpe las cavilaciones y la frustración. Michalak recomienda: "En lugar de perderse en fantasías de ira contra el jefe, la atención puede centrarse en la belleza de lo que realmente está viviendo, en la belleza del momento”.
(jov/er)
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11 prácticas para ser más felices
La felicidad no tiene nada que ver con la fama o la fortuna. Entérese de cómo aumentarla cada día.
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Rodearse de gente feliz
La felicidad es contagiosa. El estudio demostró que rodearse de gente feliz tiene como consecuencia el incremento del propio bienestar. Compruébelo usted mismo y acérquese a personas alegres. (University of California, 2008)
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Tener buenas amistades
Aquellos con buenas relaciones y amistades viven más y son más felices a lo largo de su vida. Estos lazos también protegen a las personas de los eventos trágicos, retrasan el deterioro físico y mental. “La soledad es igual de dañina que fumar o el alcoholismo”, afirma Robert Waldinger, director del estudio de la Harvard Medical School. (Harvard Study of Adult Development)
Expresar gratitud contribuye muchísimo en nuestra felicidad en general. Una diferencia notable se puede experimentar con tan solo expresar tres veces al día: “Estoy agradecido por…” Esto se debe a que estar agradecido transforma lo que tenemos, ya sea mucho o poco, en suficiente. (San Francisco State University, 2009)
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Comprar experiencias y no posesiones
Pagar por experiencias -como una cena, cine o teatro- resulta en una mayor felicidad que comprar posesiones materiales. Estas experiencias ayudan a satisfacer necesidades sociales y de la vitalidad - el sentimiento de sentirse vivo. Las personas materialistas se concentran en lo que no tienen, lo cual dificulta su satisfacción con la vida. (University of Pennsylvania, 2005)
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Gastar dinero en otros en vez de en uno mismo
El estudio sugiere que la forma en la que usamos nuestro dinero tiene gran influencia en nuestra felicidad. Se cree que el efecto de los ingresos es igual de importante al efecto de cómo se utilizan los mismos. Específicamente, ser generoso con otras personas tiene mejores resultados que gastar dinero en nosotros mismos. (University of California Berkeley, 2008)
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Sonreír
Una gran manera de mejorar tu estado de ánimo es sonreír. Para esto puede ayudar recordar algo bonito o pensar positivo. Por otro lado, no se aconseja sonreír falsamente pues puede contribuir a reprimir sentimientos reales. (Michigan State University, 2011)
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Expresar sentimientos positivos online
Las emociones expresadas online son contagiosas también, ya sean positivas o negativas. Se encontró que cada post positivo en Facebook llevaba a una mayor cantidad de expresiones positivas en la red social. Así lo verificó el estudio que monitoreó un billón de posts. (University of California y Yale University, 2014)
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Ejercitarse durante días de trabajo
Es bien sabido que hacer deporte mejora el humor. El estudio recomienda vencer la pereza porque, en particular, hacer deporte durante días de semana ayuda a manejar mejor el estrés del trabajo y a ser más productivo. (University of Bristol, 2008)
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Ser amable
El estudio realizado en una escuela primaria observa que los estudiantes que realizaban actos amables con los demás tenían mayor popularidad y aceptación, contribuyendo así a sentirse queridos por los demás y, por ende, a gozar de mayor bienestar. (University of British Columbia, 2012)
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Trazarse metas concretas
Tener metas concretas en vez de metas abstractas ayuda directamente al bienestar. De esta forma, las expectativas son más realistas y uno puede monitorear sus resultados, minimizando la decepción. Por ejemplo, uno puede trazarse como meta “hacer sonreír a alguien” en contraposición a “hacer feliz a alguien”. (Journal of Experimental Social Psychology, 2014)
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Priorizar la felicidad, pero no perseguirla
Muchas veces postergamos la felicidad por lograr beneficios de otro tipo, como dinero o estatus, o para agradar al otro. Además se puede tener inconscientemente prejuicios contra la felicidad, como creer que es efímera y que no nos beneficia concretamente. Hay que tomar decisiones priorizando nuestro bienestar, mas sin perseguirlo obsesivamente. (Indian School of Business)