Un pueblo de 1800 habitantes sufre cada año en verano una estrepitosa invasión de 75.000 personas? ¿Un ataque por vikingos? ¿O quizás turistas, que vendría a ser más o menos los mismo? La respuesta es fácil. Se trata del festival más grande de música heavy metal en el mundo, el Wacken Open Air o simplemente W:O:A.

El festival se realizó por primera vez en 1990 como un pequeño acontecimiento para bandas alemanas locales. En este año, entre el 31 de julio y 2 de agosto, se presentaron más de 80 bandas de todas partes del mundo. Una de las actuaciones más esperadas en esta edición fue la de la banda veterana Iron Maiden. Los rockeros finlandeses Lordi, ganadores del Festival de Eurovisión en 2006, impresionaron de nuevo con sus máscaras y disfraces de monstruos.

A quien no conozca demasiado bien este estilo musical, basta con decirle que durante los tres días del festival la música sonó con un promedio de 120 decibelios. Un martillo neumático a todo vapor suele llegar a 110.

Encuentros de tercera dimensión

Lo verdaderamente fascinante de este festival (aparte de la música, claro) es el buen entendimiento entre los habitantes de este pueblo, en su mayoría campesinos, y los seguidores del heavy metal con su apariencia tan diferente. Durante el festival es imposible pasear por la localidad de Wacken sin tropezarse con gente con pantalones de cuero ajustados, muñequera con pinchos metálicos, tatuajes y todo lo que se suele asociarse al estilo heavy. El festival W:O:A es una especie de Woodstock. Los fans se traen una tienda de campaña, un saco de dormir o algo similar. Una tercera parte de los que se reúnen en Wacken llegan desde fuera de Alemania. Los habitantes de Wacken ya se acostumbraron a la invasión anual y algunos hasta confiesan haberse convertido en fans de la música heavy. Por otra parte los visitantes de negro no parecen crear ningún problema. “En este año fueron las picaduras de avispas que causaron reacciones alérgicas a muchos de los heavies”, reveló Jörg Zydziak, del equipo de primeros auxilios.

Wacken en gran pantalla

“Full Metal Village” es el nombre de un documental excepcional y varias veces premiado sobre el encuentro de estas culturas y maneras de vivir completamente opuestas en Wacken. La película de la joven directora alemana Sung-Hyung Cho de origen surcoreano no se centra en el festival sino en los habitantes del pueblito bucólico. Es un tierno retrato de esos personajes tan orgullosos de su festival que logra describir esa curiosa y entrañable simbiosis.