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Isla cubana en el Rin

11 de junio de 2010

La manufactura de puros “La Galana” ofrece a sus clientes cigarros y atmósfera cubana en el corazón de la renana Colonia. DW-world se dispuso a descubrir el encanto secreto del tabaco.

La torcedora de cigarros Maykelin Quintero de vez en cuando también fuma algún puro.Imagen: DW

Ehrenfeld es uno de los más tradicionales barrios colonienses y pertenece a la ciudad desde hace más de 120 años. Hoy se caracteriza sobre todo por su alto número de inmigrantes, provenientes de todo el mundo. A la multicolor mezcla de locales turcos, griegos, italianos y chinos se sumó en el 2005 un enclave cubano: la manufactura de habanos “La Galana”.

La agente artística Annette Meisl fue quien se lanzó en la aventura de crear un refugio caribeño a orillas del Rin, como explica una de sus colaboradoras, la cubana Maykelin Quintero:

Una visita a "La Galana" es como emprender un viaje a tiempos mejores...Imagen: DW

“Annette hizo una producción con Buena Vista Social Club y viajó con el grupo a Cuba. Y uno de los músicos del grupo, que es fumador de tabacos, fue quien le dio a ella la idea de fundar algo así en Alemania, que tuviera que ver con el tabaco, que tuviera también un café, o sea una cosa especial. Y bueno, ella se entusiasmó con esta idea y ha resultado y creo que vamos por buen camino.”

(siga leyendo cuál es el encanto del local)

Mucho más que cigarros

El pequeño local, ubicado en una de las calles comerciales más concurridas del barrio de Ehrenfeld y decorado con muy buen gusto, resulta atractivo incluso para no fumadores convencidos. Porque “no solamente vendemos el cigarro”, relata Maykelin, “sino que ofrecemos a nuestro público la oportunidad de sentarse placenteramente, en un ambiente cubano, a fumarse un cigarro cubano, a tomarse un ron cubano, a tomarse un café cubano, además escuchando música cubana y de la buena música cubana. O sea, de la clásica música cubana, de los clásicos trovadores, salseros y soneros”.

Integrado a la manufactura de cigarros se encuentra el "Café del Tabaco", donde son bienvenidos no sólo fumadores.Imagen: DW

Este encanto especial de “La Galana” atrae a todo tipo de personas: “Lo mismo vienen mujeres que hombres, amas de casa o simplemente un trabajador que limpia cristales, que lo tenemos y nos visita muy a menudo. (…) Hasta el gerente de una firma, con traje y portafolios”, comenta la joven torcedora cubana.

La hábil mujer de negocios, Annette Meisl, adaptó su oferta a todos los bolsillos. Es así que los precios van desde 4,50 euros por un puro suelto, hasta casi 250 euros por una caja de 25 habanos, formato Torpedo, en edición privada.

(siga leyendo sobre la magia del tabaco)

La magia del tabaco

Maykelin Quintero, que es en realidad actriz de profesión, vino paradójicamente a descubrir el arte de torcer cigarros en Alemania y no en su Cuba natal. Pero, aunque hace poco tiempo que se dedica a enrollar cigarros, habla ya con gran pasión y respeto por este oficio: “la hoja de tabaco es de una sustancia muy delicada y uno tiene que tratarla con mucho cariño para que ella ceda contigo”.

La torcedora de cigarros Maykelin Quintero examinando el aroma de una hoja de tabaco.Imagen: DW

Además de su gusto y aroma, es probablemente la compleja elaboración de un habano lo que lo hace tan especial. “La hoja de tabaco en su naturaleza ya es mágica. Yo nunca me había imaginado que una misma planta posea cinco hojas, que son totalmente diferentes, huelen diferente y el gusto es también diferente. ¡Es increíble!”, cuenta fascinada la novel torcedora.

(entérese de cómo se elabora un puro)

Proceso de creación de un puro


“Cuando uno ve el tabaco uno no se imagina todo lo que hay dentro. Uno ve la envoltura muy bonita, pero lo que uno se fuma son las cuatro hojas que van dentro”, comenta Maykelin y hace un breve resumen de la elaboración de un puro:

"Enrollar cigarros es más que un simple oficio, es todo un arte", opina la joven torcedora cubana.Imagen: DW

“Tres de sus hojas se llaman seca, viso y ligero y van dentro del cigarro, son lo que nosotros llamamos la tripa del cigarro, lo que uno se fuma. La más importante de todas ellas es el ligero, es la última hoja que se introduce, que es la que le da el gusto al tabaco. Esas tres hojas se enrollan en una hoja, que es como la banda del cigarro, que hace que queden comprimidas. Eso se pone en una prensa (…) Después se toma ya esa forma que queda comprimida y viene lo que llamamos el vestido del tabaco, la capa o “Deckblatt”, como se dice en alemán. Luego viene el “Umblatt”, que es como uno ve el cigarro y que es para mi lo más difícil, porque eso sí hay que hacerlo con mucha dulzura”.

(siga leyendo sobre autenticidad y calidad)

Autenticidad y calidad

La manufactura coloniense se precia de combinar exitosamente los altos estándares de calidad vigentes en Alemania con el know how de las torcedoras cubanas, que trabajan hojas de tabaco provenientes de América Central:

La alemana Annette Meisl creó un local que gusta a conocedores de cigarros, a amantes de la cultura cubana y a todo aquel que disfrute de un buen café.Imagen: DW

“Las hojas que nosotros utilizamos vienen en gran parte de Nicaragua, donde la tierra tiene las mismas características que la tierra en Cuba. Los utensilios que utilizamos son: una tabla como base, donde se estira la hoja y es allí donde trabajamos, la chaveta con la cual se pica la hoja, la guillotina, que es donde picamos hasta obtener el tamaño del cigarro y usamos como una especie de casquillo en forma de círculo, que es lo que le pone la boquilla final al tabaco,” explica Maykelin.

“La Galana” Clásica y Privada son las dos líneas que ofrece la manufactura. La primera es la marca de la casa, mientras que la segunda es una edición especial con una banda personalizada con el nombre del cliente.

(siga leyendo: ¿es el cigarro adicción o placer?)

¿Adicción o placer?

Al entrar a “La Galana” se capta un poco de la magia que emana de un cigarro y que fascinó desde siempre a grandes personajes de la vida política y cultural, como Churchill, Hemingway, el Che Guevara o el excanciller alemán, Gerhard Schröder, por nombrar sólo algunos.

A diferencia del simple cigarrillo de cajetilla, que es consumido en grandes cantidades por sus adictos, el puro ya simplemente por sus dimensiones no permite ser fumado a las corridas. En promedio hay que dedicarle unos 45 minutos a fumar un cigarro de este tipo. En los tiempos que vivimos, optar por un disfrute de éstos representa una actitud casi de protesta. Equiparable al gourmet, que se toma el tiempo de cocinar un buen plato y deja de lado la efectiva hamburguesa industrial.

En "La Galana" se puede fumar un cigarros cubanos, degustar un café o simplemente disfrutar del encanto del local.Imagen: DW

Ante la pregunta de si el puro se comparte o se fuma a solas, Maykelin Quintero responde que eso “depende de cómo uno se sienta, del ambiente en el que uno se encuentre y el motivo que te impulse a fumar” y afirma que el habano “necesita un momento, una ocasión y un por qué.”

Esa es quizás la diferencia fundamental entre fumarse un puro por opción y una cajetilla de cigarrillos por vicio. Visto así, incluso es probable que un militante antitabaco sea más comprensivo con quien se encienda un habano, que con el fumador empedernido, víctima de su adicción.

Autora: Valeria Risi

Editora: Emilia Rojas-Sasse

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